La política judicial del gobierno nacional respecto a los múltiples amparo con planteos de inconstitucionalidad y medidas cautelares para la suspensión parcial o total del DNU antiobrero de Javier Milei tuvo un segundo revés luego de la suspensión de la aplicación de la reforma laboral dictada en el fuero laboral: ahora el fuero Contencioso Administrativo Federal desbarató la acumulación de presentaciones en un solo expediente, abriendo el juego a la multiplicidad de fueros y causas parciales contra el DNU.
Lo que en primer momento parece una derrota de la estrategia del procurador del Tesoro, Rodolfo Barra, quien pretendía acumular el conjunto de las presentaciones dentro del fuero más beneficioso para el gobierno –algo que venía trabajado el juez Contencioso Administrativo Federal Esteban Furnari- abre las puertas para un tratamiento selectivo del DNU, fuero por fuero, para preparar las condiciones para que la Corte Suprema falle finalmente tomando a consideración lo filtrado por las instancias inferiores y rescatando el espíritu de esta ofensiva antiobrera.
A diferencia del fuero administrativo y laboral, que habilitaron el periodo de feria judicial para el tratamiento de varios amparos presentados, la Corte postergó al mes de febrero la discusión sobre la presentación realizada por la provincia de La Rioja, ofreciendo un periodo de gracia para que el asunto se sustancie en el Congreso e incluso en los tribunales inferiores.
En el Congreso de la Nación el asunto se encuentra trabado en la conformación de la Comisión Bicameral por arte y obra del oficialismo, quizás bajo la expectativa inicial de obtener un resultado más favorable en la Justicia.
Hasta ahora la aplicación del Título IV del DNU presidencial, que contiene todos los elementos de la reforma laboral antiobrera de Milei y las patronales, ha quedado suspendida por dos sentencias interlocutorias que dieron lugar a medidas cautelares presentadas por la CGT y la CTA en el fuero laboral.
En el fuero administrativo el juez federal Enrique Lavié Pico, que desarmó las pretensiones de Barra y Furnari y la inhibitoria sobre lo resuelto por el fuero laboral, ya fijó los plazos para el tratamiento de la cautelar y el amparo en su poder.
Con el tratamiento independiente de cada presentación en su fuero de incidencia la Justicia busca procurar una intervención selectiva del DNU para garantizar la supervisión patronal de cada uno de los elementos presentes en el decreto: “Farmacias, Hidrocarburos, Turismo, Energía Eléctrica, Código Civil y Comercial, Registro Automotor, Trabajo, Salud, Comercio Exterior, Reforma del Estado, Código Aeronáutico, entre otras, y dentro de ellas aspectos particulares” (del fallo de Lavié Pico).
Como último resguardo patronal resta la intervención de la Corte, a donde se acumularán otras presentaciones y apelaciones a sentencias de tribunales inferiores, y que deberá resolver en caso de que las tratativas en el Congreso no prosperen, e incluso si prosperan convalidar o no los aspectos y contradicciones de fondo de la nueva “normativa”.
La crisis alrededor del DNU de Milei expresa la intención de los capitalistas de supervisar y controlar el proceso político y las modificaciones del nuevo gobierno. Entre las patronales prima la incertidumbre respecto a cómo la población podrá digerir un paquete de medidas que amenazan con su propia existencia, y que afecta inclusive a una serie de negocios capitalistas locales y/o preestablecidos.
La política de digerir las presentaciones legales contra el DNU parte por parte responde al miedo patronal a atragantarse con una ofensiva que no solo pone en peligro la subsistencia de sus negocios sino que otorga facultades discrecionales a un gobierno volátil y de pocas seguridades.
Pero de todas formas no hay que perder el foco en lo importante: los procedimientos ante la Justicia y el tratamiento en el Congreso no son ninguna garantía contra el avance del DNU antiobrero, sino parte de las negociaciones capitalistas por su condicionamiento y reajuste. Solo la intervención independiente de los trabajadores puede lograr la caída del DNU de Milei y la Ley Ómnibus ajustadora. Allí se inscribe la defensa del paro activo del 24 de enero y la organización de un plan de lucha obrero y popular para derrotar la ofensiva de Milei y las patronales.
Marcelo Mache
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