viernes, enero 12, 2024

El eje militar


El gobierno Milei designó a Silvestre Sívori como interventor de la AFI, cargo que en el gobierno de los Fernández ocuparon la fiscal Cristina Caamaño y Agustín Rossi. Asumirá con poderes ampliados -que podrían extenderse hasta el final del mandato de Milei- para proponer la reformulación de todo el sistema de inteligencia, disponer discrecionalmente en materia de personal y presupuesto y hasta para cambiar la denominación actual de la agencia llegado el caso. La designación trajo cierta sorpresa porque se daba por descontado que ese lugar sería para Miguel Ángel Toma, un viejo operador de los servicios de inteligencia con vínculos históricos con la CIA y el Mossad, recomendado, además coincidentemente, por Mauricio Macri y Victoria Villarruel (Clarín, 7/1). Sívori, en cambio, no ostenta antecedentes en materia de seguridad –como tampoco los tenía el escribano y representante futbolístico Gustavo Arribas cuando llegó al puesto en la gestión Macri. Sívori fue digitado por el jefe de Gabinete, Nicolás Posse. En el pasado, fue secretario de Asuntos Jurídicos del ex ministro de Transporte macrista Guillermo Dietrich. Su primera medida al frente de la AFI fue pasar la guadaña sobre los contratados en 2023 y anticipar la jubilación de los espías en condiciones de retiro, en lo que sería el primer paso de una purga más amplia. Algunas versiones hablan de una “intervención precaria” y hasta de “rumores de desguace” (Ámbito, 2/1).
 El dato más significativa de la ´nueva etapa´, de todos modos, es que Sívori estará rodeado de militares. “En gobiernos anteriores hubo, también, militares en cargos de la AFI pero nunca tantos” (ídem). Estos ocupan los cargos de Planificación, Base 85, Contrainteligencia y Doctrina, entre otros. Varios de los militares nombrados fueron recomendados por el brigadier (RE) Jorge Antelo, actual secretario de Estrategia Nacional de la jefatura de Gabinete. Antelo también talló en los nombramientos de los nuevos jefes de las fuerzas armadas y, por lo tanto, en la mayor purga de generales desde 1983. Los militares han ganado una gran incidencia en áreas tradicionalmente ocupadas por civiles. Por caso, un vicecomodoro retirado es el Director Nacional de Inteligencia Estratégica Militar (DINIEM) del Ministerio de Defensa, un cargo habitualmente ocupado por un civil. La DINIEM tiene bajo su jurisdicción la inteligencia del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea. En Defensa, además, Milei nombró a otros tres militares retirados, “entre los que se encuentra Claudio Pasqualini, ex jefe del Ejército durante el macrismo y familiar de un represor detenido por crímenes de lesa humanidad” (El Destape, 9/1). 
 Entre los militares incorporados a la AFI -cuyos nombres, a pesar de tratarse de funcionarios políticos, se mantienen reservados por razones de ´seguridad´- habría uno que trabajó bajo la conducción de César Milani. El general retirado, acusado de crímenes bajo la dictadura, ascendió desde la Inteligencia Militar a la jefatura del Ejército cuando la vieja SIDE entró en crisis tras la ruptura de los K con “Jaime” Stiuso, encabezó una tentativa de reorganizar el espionaje estatal. Durante el gobierno de los Fernández, la derecha denunció la existencia de una “mesa militar” en la AFI, con incidencia de Milani, desmentida entonces por el oficialismo. La descomposición del aparato de inteligencia -dedicado a las operaciones políticas más oscuras desde la restauración ´democrática´ de 1983- se fue acentuando al calor de la crisis de régimen y la proliferación de espías ´freelancer´ ofrecidos al mejor postor. 

 Reorganización

 Los cambios introducidos forman parte de una pretendida “renovación” impuesta por el gobierno de Milei. Según El Cronista (10/1), aquel dio instrucciones de crear un "comando logístico unificado" que contemple a las fuerzas de seguridad y a los militares para ´combatir´ al narcotráfico y al terrorismo. Bullrich y Petri, que mantienen reuniones públicas conjuntas, actúan en tándem, con primacía de la ministra sobre su ex compañero de fórmula. El otro aspecto es su completo alineamiento con Estados Unidos e Israel: el nuevo jefe del Estado Mayor Conjunto brigadier general Xavier Julián Isaac tiene formación en los Estados Unidos y durante el macrismo cumplió funciones en la embajada argentina en ese país; el jefe de la Armada, contraalmirante Carlos María Allievi, se desempeñó como agregado naval también en la embajada argentina en Estados Unidos, mientras que el Brigadier Mayor Fernando Luis Mengo, flamante jefe de la Fuerza Aérea, fue agregado militar en la embajada argentina en el Reino Unido. “Allí supo tejer contactos diversos” (El Destape, 9/1). Un paso concreto en esta nueva ´integración´ vertical será la compra de 24 aviones F-16 de factura estadounidense, descartando las tratativas que el gobierno anterior había mantenido con China e India pero también con Alemania y Francia. También habría gestiones para adquirir los aviones norteamericanos Lockheed P-3 Orion de patrullaje marítimo. “La directiva presidencial es que las Fuerzas Armadas tengan un alineamiento con Estados Unidos y con Israel", dijo tajante un encumbrado funcionario de la Casa Rosada a El Cronista (10/1). 
 Para avanzar en esta reformulación del rol de los militares, se ha planteado una modificación de la normativa vigente que prohíbe expresamente intervenir ante agresiones que no provengan de otros Estados nacionales, aunque deja espacio para otras variantes de apoyo logístico a la seguridad en las fronteras. En una alocución frente al Edificio Libertador, Petri señaló que, con las leyes actuales,el ”brutal atentado perpetrado por una organización terrorista [por Hamas] no podría haber sido repelido por nuestras Fuerzas Armadas” (Infobae, 10/1). También hizo referencia a la crisis que sacude a Rosario. La doctrina imperialista de la “guerra contra el terror”, inaugurada tras el atentado a las Torres Gemelas de septiembre de 2001 para justificar la agresión a Medio Oriente y la invasión de Afganistán, permanece. En Ecuador, al calor de la reciente crisis con las bandas narcos, el gobierno de Noboa las encuadró como actos de terrorismo para habilitar la intervención de los militares. 
 Las purgas en las fuerzas armadas y el realineamiento ´geopolítico´ será motivo de nuevos choques y crisis al interior del aparato represivo –corazón del Estado.

 Jacyn 
 11/01/2024

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