Según este mismo editorial “el mensaje del establishment de defensa es muy claro: Israel debe hacer algo para aliviar las condiciones económicas en rápido deterioro”. Desde hace tres meses 150 mil palestinos están impedidos de trabajar en Israel; a lo que se suma la negativa del ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, de autorizar transferencias de impuestos a la Autoridad Palestina. Esta limitación no rige para aquellos palestinos que trabajan en los asentamientos sionistas, donde la norma es que cada colono se ha armado hasta los dientes. El ministro de Seguridad, Ben Gvir, otro colono como Smotrich, ha puesto en la Cisjordania ocupada un ejército ´privado´ de colonos que amenazan y acosan a los palestinos: sufrieron casi 400 asesinatos desde el 7/10. Mientras tanto, la Autoridad Palestina “mantiene la coordinación de seguridad con Israel, incluidos los arrestos de agentes de Hamás y la Jihad Islámica” (ídem).
Para el periodista Guedeón Levi “Israel esté haciendo todo lo posible para llevar a Cisjordania a otra intifada”, aunque descree del liderazgo palestino y del espíritu de lucha en la región. Los colonos, señala Levi, quieren convertir a Gaza en Cisjordania para poder expulsar a tantos palestinos como sea posible, y el ejército los respalda” (ídem).
Levi denuncia que “en los últimos meses el ejército ha comenzado a disparar desde el aire para matar en Cisjordania, como en Gaza. El 7 de enero, por ejemplo, el ejército mató a siete jóvenes que se encontraban en una isleta de tráfico cerca de Jenin, después de que uno de ellos aparentemente arrojara una carga explosiva contra un jeep y fallara. Fue una masacre”. Y lo más grave: el ejército “está trasladando fuerzas de Gaza a Cisjordania. La unidad encubierta Duvdevan ya está allí, la Brigada Kfir está en camino. Regresarán a Cisjordania entusiasmados con la matanza indiscriminada en Gaza y querrán continuar el gran trabajo allí también” (ídem).
Norberto Malaj
18/01/2024
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