¿Qué propiedad está en peligro en Argentina y debe ser defendida? una es la de los jubilados, cuyos haberes son confiscados para satisfacer los intereses de un puñado de acreedores internacionales. También está en peligro la propiedad de los trabajadores; su salario está siendo pulverizado por las patronales y el Estado con sus políticas inflacionarias, y muchos de ellos pueden perder la vivienda como consecuencia de la política gubernamental.
Lo que sí defiende Milei es la propiedad privada capitalista (de la banca, la industria, etc), o sea, la apropiación por parte de una minoría social de la riqueza producida por los trabajadores. En cambio, pone en peligro la propiedad del 99% de la población.
Por otro lado, si el gobierno se preocupara realmente por la vida de los “argentinos” no hubiese implementado una devaluación que, combinada con otras medidas de ajuste, sumió a más de dos millones en la pobreza e incrementó los niveles de indigencia en pocos días. Y tampoco estaría retaceando la entrega de alimentos a los comedores populares.
Asimismo, Milei plantea el problema de la vida para atacar el derecho al aborto legal, al cual se opone incluso en casos de violación. Ha llegado a amenazar con convocar un plebiscito para proponer su derogación. O sea, es partidario tanto del aborto clandestino como de obligar a parir a las mujeres o los cuerpos gestantes –lo que equivale a la tortura. ¿Cómo se puede estar a favor de la vida y a la vez defender la práctica del aborto clandestino, que supone en muchísimos casos la muerte de quienes se ven obligades a someterse a ella?
Por otra parte, ¿defiende la libertad un gobierno que quiere prohibir el derecho a huelga y encarcelar a quienes protesten en las calles contra sus políticas hambreadoras? En realidad, estamos ante un gobierno autoritario, que pretende imponer el plan motosierra antiobrero sobre la base de la represión y el cercenamiento de las libertades democráticas.
Lo que sí defiende Milei es la libertad de la burguesía para explotar sin límites a la clase obrera. Lo demuestra el DNU que lanzó el 20 de diciembre, el cual contiene una reforma laboral que implica barrer con la jornada de 8 horas y reforzar el despotismo de las patronales en los lugares de trabajo.
Prensa Obrera
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