Los trabajadores de Boeing rechazaron el contrato propuesto por la empresa aérea Boeing y los dirigentes del sindicato, y el 96% votó ir a la huelga. Por abrumadora mayoría, los trabajadores rechazaron el aumento salarial propuesto al considerar que no logra hacer frente a la inflación.
30.000 trabajadores de varias plantas en varios estados comenzaron con la huelga por tiempo indefinido a las 12.01 del viernes. Luego del rechazo patronal, trabajadores organizaron piquetes frente a las diversas plantas. Los trabajadores, según las declaraciones de uno de los huelguistas, “estarán presentes en las líneas de piquetes esta noche y estaremos allí las 24 horas del día, los 7 días de la semana en todo Puget Sound, Portland y las otras plantas”.
“Tengo que trabajar una cantidad absurda de horas extra para conseguir un sueldo suficiente para sobrevivir. No estamos fabricando microondas allí; estamos fabricando aviones que vuelan alrededor del mundo”, dijo un trabajador citado por los medios, confirmando que en el centro del rechazo a la propuesta de la empresa está la inflación y el creciente costo de vida. (Seattle Times, 12/9).
Boeing, una empresa en crisis
Boeing es uno de los principales centros industriales de Estados Unidos y desempeña un papel importante en la economía estadounidense. Emplea a casi 150.000 personas en todo el país (casi la mitad de ellas en el estado de Washington) y es uno de los mayores exportadores del país. La empresa, que también fabrica aviones militares, cohetes, naves espaciales y el Air Force One, es un símbolo mundial de la fortaleza manufacturera de Estados Unidos.
La empresa ha tenido una serie de fallas en su producción poniendo en evidencia faltas graves en el control de calidad de sus productos. En enero una puerta de un 737 Max de Alaska Airlines explotó a 10 minutos de vuelo. Aunque no hubo ningún muerto puso de relieve que las fallas de fabricación en calidad y seguridad subsisten.
En 2018, un Boeing 737 MAX 8, con dos meses de servicio, se accidentó al salir del aeropuerto de Yakarta, en Indonesia. Perecieron 188 personas, 178 de las cuales eran pasajeros. Luego de este accidente, Boeing dijo que comenzó a desarrollar una mejora del software que habría fallado.
El 10 de marzo de 2019, un vuelo de Ethiopian Airlines operado por un Boeing 737 MAX 8, con cuatro meses de servicio, se estrelló con 157 personas a bordo, resultando todas fallecidas. Por lo menos 31 aerolíneas de China, Indonesia, Marruecos y otros países suspendieron la totalidad de operaciones con aeronaves de este modelo mientras se conocen las causas del siniestro. En total, fueron retiradas de circulación 200 de las 350 unidades que hay en servicio.
Varias investigaciones sobre el desastre revelaron graves deficiencias en los sistemas de fabricación y supervisión de seguridad de la empresa, y llevaron a la Administración Federal de Aviación a limitar la cantidad de aviones 737 Max que Boeing podía fabricar hasta que cumpliera con ciertos hitos de calidad y seguridad.
En mayo, el Departamento de Justicia anunció que Boeing no había cumplido las condiciones de un acuerdo que protegía a la firma de un proceso penal en relación con los accidentes de Indonesia y Etiopía, en los que murieron 346 personas. Boeing aceptó declararse culpable de un cargo de fraude criminal en relación con el caso, un acuerdo que aún debe ser aprobado por un juez federal.
La nave Starliner que dejó a dos astronautas en el espacio es fabricada por Boeing
La Nasa tiene contratos con Boeing y Space X para enviar astronautas a la Estación Espacial Internacional y en un reciente viaje llevó dos astronautas (partió el 6 de junio). Pese a que era una estadía programada de 8 a 10 días, ciertas dudas sobre la seguridad de la nave llevaron a la Nasa a hacer que la nave regrese a la tierra sola, y los astronautas recién volverán a la Tierra dentro de unos meses en una nave de la competencia.
El contrato que tiene Boeing con la Nasa se firmó hace 10 años, y el primer vuelo tripulado dejó a los astronautas varados en la Estación Espacial Internacional. El contrato fue por una suma fija de 4.500 millones de dólares. Ya fue agotado y Boeing ya tiene pérdidas de 1.500 millones de dólares.
Las pérdidas de la empresa y sus crecientes deudas descalifican su deuda
Las dificultades financieras de Boeing han hecho que su deuda aumente de 13.000 millones de dólares a finales de 2018 a 48.000 millones de dólares en 2024. La agencia Moody’s ha advertido de que la empresa podría tener que emitir nueva deuda para cubrir importes significativos con vencimiento en 2025 y 2026. Esta inminente carga financiera podría exacerbar aún más la ya precaria posición de la empresa en el mercado.
Boeing ha acumulado pérdidas financieras sustanciales y ha perdido 32.000 millones de dólares en los últimos cinco años. A pesar de tener una cartera de pedidos de 5.600 aviones comerciales por un valor de 529.000 millones de dólares, la empresa ha tenido dificultades para aumentar la producción lo suficiente como para obtener beneficios (First Post, 13/9).
La huelga del 2008
La última huelga de Boeing en 2008 duró 57 días con un cierre de producción de 52 días que requirió de 4 a 6 semanas para que la producción volviera a los niveles previos a la huelga. Una huelga de duración superior a las dos semanas ya tendría un impacto operativo y la dejaría sin liquidez suficiente. Esto podría resultar en una acción de calificación negativa de su deuda y creciente dificultad para lograr refinanciar sus obligaciones (Fitch Ratings, 13/9).
Las tres agencias tienen al grupo calificado un nivel por encima de la categoría basura, con una perspectiva negativa. El viernes, Moody’s dijo que había colocado a la compañía en revisión para una rebaja de su calificación.
“La calificación crediticia de grado de inversión de Boeing tiene un margen limitado para una huelga”, dijo el analista de Fitch Ratings Dino Kritikos.
Desde 2023 crece una ola huelguística crece en Estados Unidos
Según estadísticas de la Universidad de Cornell, la cantidad de huelgas y trabajadores participantes está en crecimiento. En 2023 se superó el nivel de huelgas de los dos años anteriores, destacándose las huelgas automotrices y la de actores y guionistas.
La huelga de Boeing, uno de los principales centros industriales de Estados Unidos, involucra a una empresa con 150 mil trabajadores.
La lucha emprendida por mejoras salariales refleja que la inflación y carestía ha empujado a la huelga luego de 16 años –la última vez fue durante la crisis financiera de 2008.
Los obreros de Boeing muestran que en el corazón del capitalismo mundial la explotación de las patronales tiene una matriz común. Maximizar los beneficios patronales a costa de los trabajadores.
Viva la huelga de Boeing.
Sergio Rivero
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