Finalmente, el oficialismo logró postergar por una semana la discusión en el Senado sobre el tratamiento del DNU que habilita el otorgamiento de fondos discrecionales a la Side. Las millonadas que los libertarios destinan a reforzar la maquinaria represiva y conspirativa del Estado contrastan fuertemente con el ajuste que pagan los trabajadores, entre ellos los jubilados.
De hecho, el gobierno de Milei acaba de disponer que dos de los directores de la Side empiecen a cobrar un sueldo, ya que cumplían su rol “ad honorem”. Dudoso. Según un informe de Cepa sobre la ejecución presupuestaria, en el acumulado de los primeros ocho meses del año la Side tuvo un aumento real interanual del 245,4% y lleva gastados $102.125 millones.
Esto, cuando las partidas que no cayeron ante la inflación se cuentan con los dedos de una mano. Entre ellas, la del gasto para pagarle al estado mayor conjunto de las Fuerzas Armadas, que tuvo un incremento del 31,3%. Además el gobierno de Milei, amparándose en la figura del “secreto militar”, habilitó al ministro de Defensa Luis Petri a comprar armamento y realizar obras de infraestructura castrense a discreción y sin informar públicamente sobre gastos. Asimismo, está evaluando la posibilidad de adquirir fusiles fabricados por una empresa sionista y viene de comprar 24 aviones caza a Dinamarca. Y esta semana el gobierno estrenó una nueva milicia policial para atacar cortes de ruta y bloqueos en fábricas.
Los funcionarios de la Side son Alejandro Walter Colombo, director del Servicio de Inteligencia Argentino (SIA), y Alejandro Pablo Cecati, director de la Agencia de Seguridad Nacional (ASN). Colombo es un espía de carrera, trabajó en la Side durante los años 90 y bajo el gobierno de Mauricio Macri ejerció tareas en Relaciones Internacionales y estuvo cerca de Gustavo Arribas. Cecati es un comisario retirado de la Federal que durante la era Macri fue jefe de custodia del presidente y capo de la Casa Militar; asimismo, ha tejido relaciones con personajes como Carlos Corach y Daniel Scioli. Por otro lado, declaró como testigo en la investigación por espionaje ilegal en el caso ARA San Juan contra el expresidente.
Mientras los funcionarios de la Side cobrarán rentas millonarias, el trato del gobierno con los trabajadores es bien distinto. Acaba de vetar un aumento miserable de los haberes para los jubilados, dejándolos en la miseria más brutal; a los trabajadores estatales les paga salarios de pobreza o los despide dejándolos en la calle en un cuadro de recesión; y recorta los presupuestos de salud, educación y obra pública. Los ricos y los capitalistas tienen asegurada la protección de su régimen social y por lo tanto de los negocios que hacen a costa del empobrecimiento de la clase trabajadora.
En el marco de una crisis política brutal, Diputados rechazó a fines de agosto el DNU Side. En el Senado, el oficialismo no tiene garantizada por ahora la cantidad necesaria de congresistas para conquistar el desembolso de dinero. Pero la oposición de Unión por la Patria, bloque compuesto por los arquitectos del Proyecto X y por amigos del espía Jaime Stiuso, tampoco pudo construir una mayoría para rechazarlo. En la UCR, donde no hay una postura unánime, prima la crisis. Al interior del PRO, el estado de cosas es convulsivo, máxime si se tiene en cuenta que hace unas semanas trascendió que dos agentes de la Side estuvieron sospechados de querer espiar a Mauricio Macri. Con todo, Santiago Caputo terminó por correr a esos espías como parte de una purga más amplia en la que cayeron agentes que respondían a la macrista exAFI Silvia Majdalani.
Milei creó la Side y le enchufó dinero discrecionalmente para reforzar la persecución y represión contra la clase obrera. Está comandada por Sergio Neiffert, amigo de Caputo, y compuesta por elementos que provienen del riñón del menemismo; incluso forma parte de ella Lucas Nejamskis, mano derecha de Stiuso. El espionaje y el control sobre la población son claves para las patronales y su gobierno en tiempos de motosierra y crisis capitalista. El aparato de inteligencia es un eslabón muy importante en el engranaje del Estado capitalista, por eso suscita crisis en los partidos del régimen. Esto explica en parte que la UCR y el PRO, fuerzas colaboradoras de Milei que hicieron uso de la inteligencia para espiar opositores e incluso a elementos de su propia tropa –como lo hizo Macri–, hayan contribuido en Diputados para que salga el rechazo al DNU.
Los trabajadores tenemos el desafío de derrotar al gobierno represor y ajustador con la movilización popular.
Nazareno Suozzi
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