La semana pasada se conoció un documento de un conjunto de frenteamplistas del campo de la economía en el que públicamente llaman a votar contra el plebiscito de la seguridad social impulsado por el PIT-CNT y otras organizaciones sociales y políticas.
El documento se da en el contexto de un ataque sistemático de todo el régimen político hacia la iniciativa que promueve la derogación de las AFAP, equiparar las jubilaciones al salario mínimo nacional y mantener la edad de jubilación en 60 años.
Todos los principales candidatos (incluido el frenteamplista Yamandú Orsi) así como también empresarios y banqueros difunden sistemáticamente opiniones contrarias al plebiscito, ayudados además por la mayoría de los medios masivos de comunicación, en general afines a estos sectores.
La propuesta del PIT-CNT pone en cuestión uno de los pilares del régimen postdictadura, los negocios del capital financiero con los ahorros de las y los trabajadores y cuestiona la suba de la edad para jubilarse que recientemente promulgó la ley del gobierno, por lo cual se entiende el nerviosismo en el poder y los grandes grupos económicos.
La declaración de los economistas frenteamplistas es un ataque “desde la izquierda” y hace causa común con la postura de los enemigos históricos de la clase obrera y sectores populares, los sostenedores de este régimen explotador y hambreador
Toda la culpa es del plebiscito
Sorprende en el documento difundido, el cinismo, las falacias y mentiras, así como los argumentos casi terroristas que utilizan contra una iniciativa que surgió de las y los trabajadores.
Los economistas señalan por ejemplo que el plebiscito no resolverá las dificultades de acceso a la jubilación para muchas personas que no llegan a reunir los años de aporte necesarios o que mantiene los privilegios de la Caja Militar. Parecen olvidar que varios de los firmantes del documento tuvieron responsabilidad directa en los 3 gobiernos frenteamplistas, y desde esos cargos casi nada hicieron para resolver estos problemas, es decir dejaron intactos los privilegios militares y mantuvieron un mercado de trabajo con alta informalidad, precariedad y trabajo en negro (causante de la falta de años de aportes).
Estos economistas que se dicen de izquierda, toman prestados argumentos de los partidos tradicionales para insinuar que el plebiscito pone en peligro el presupuesto para enfrentar la pobreza infantil o la educación. Cinismo puro, ¿Qué hicieron para atacar seriamente estos graves problemas? ¿ Cuando se los escuchó denunciar a la coalición por su política que aumentó la pobreza de las y los trabajadores y sectores populares?
Quieren asustar, al igual que la derecha, mintiendo que la propuesta del PIT-CNT puede traer un impuestazo para los sectores populares, pero se “olvidan” que ellos en el gobierno (al igual que todos los gobiernos desde la dictadura en adelante) exoneran y subsidian a los grandes empresarios para asegurarles gigantescas ganancias a costa del trabajo ajeno. Están tan integrados al sistema que para ellos solo se pueden subir los impuestos que pagan las y los trabajadores, se olvidan de lo poco gravados que están las ganancias de los ricos, algo que rompe los ojos cuando se compara con otros países.
Indigna que estos tecnócratas, muchos de ellos con sueldos de cientos de miles de pesos, hagan terrorismo verbal diciendo prácticamente que peligra la estabilidad del país si jubilados que ganan 18mil pesos pasan a ganar 21mil o 22mil pesos. Jimena Pardo, la referente del FA en temas de seguridad social (integró la Comisión de expertos que convocó el gobierno) fue presidenta de una AFAP; está claro cuales son sus intereses, son portavoces del capital financiero; de las empresas que lucran con los ahorros de los futuros jubilados. Estos personajes no tienen nada que ver con la izquierda, por algo los elogian políticos como Andrés Ojeda y otros de los partidos tradicionales.
“Lo importante es que gane el Frente Amplio”
La frase la dijo Carolina Cosse hace pocos días refiriéndose al impacto en la interna del FA del documento contra el plebiscito, pero expresa lo que piensan todos los sectores de la coalición, los que están a favor del plebiscito y los que se han opuesto a él.
Para los dirigente parece que el mayor riesgo que puede traer el documento de los frenteamplistas por el NO es que ponga en riesgo la unidad del Frente Amplio. Así se manifestó por ejemplo Constanza Moreira o el propio Yamandú Orsi.
Ganar a cualquier costo y cuidar la unidad son los principales objetivos de los líderes frenteamplistas, sin importar mucho el programa que se impulsa o cuanto se cede a la derecha.
Incluso los sectores ubicados más a la izquierda dentro del FA han terminado aceptando la lógica de que para ganar hay que ir girando cada vez más al centro.
Intentan hacer creer que no tienen responsabilidad política frente a estas “derechadas” y que quedan en minoría frente a distintos temas, pero lo que sucede es que en esto de respetar la diversidad de opiniones lo que termina pasando es que prevalecen siempre los sectores moderados.
No es menor que la gestión económica de los 3 gobiernos frenteamplistas pasados y del posible próximo periodo está siempre en manos de los que firmaron este documento contra el plebiscito.
La bronca de las bases frenteamplistas
Existen en las bases frenteamplistas militantes y simpatizantes que aún mantienen la esperanza de que el FA sea una herramienta de cambios profundos y estructurales, los que se definen de izquierda y no quieren parecerse a los partidos tradicionales. Estas bases son las que mostraron toda su bronca y rechazo al documento de los frenteamplistas por el NO, como se pudo ver en estas semanas en las redes sociales.
Sin embargo para ir hasta el final en este rechazo hay que terminar de romper con el FA.
No es que a su interior todos los sectores piensen igual (lo que sucede con las distintas posiciones con respecto al plebiscito es un buen ejemplo); pero si es cierto que el FA cobija a su interior a sectores que son representantes del capital financiero o la burguesía, y que sus posiciones terminan siendo las que casi siempre prevalecen. Los sectores a la izquierda dentro de la coalición, que conviven con estos sectores moderados y hablan de cuidar la unidad, son un factor de contención y desmoralización para los trabajadores que quieren salir a luchar, los que realmente quieren un cambio profundo.
El Frente Amplio es en definitiva un frente de conciliación de clases, pero las y los trabajadores tenemos intereses opuestos a los empresarios, es imposible conciliar intereses contradictorios.
Por eso creemos que la propuesta del dialogo social, que levanta también el PCU no es viable, nada favorable a las y los trabadores saldrá de acuerdos con partidos patronales y empresarios, la movilización y la organización con independencia de clase es lo único que puede cambiar el sistema de seguridad social que tiene el país, eliminando las AFAP, impidiendo que se suba la edad jubilatoria y asegurando pensiones y jubilaciones dignas.
Tomemos la campaña por el SI en nuestras manos
El sistema político se ha puesto casi unánimemente en contra del plebiscito; no son estos políticos los que podrán defender los derechos de los jubilados, son los mismos que también acuerdan en este modelo de sueldos de hambre y trabajos precarios, que le abre las puertas a las multinacionales y sus megainversiones.
Las y los trabajadores deben tomar en sus manos esta campaña por el triunfo del SI; las familias trabajadoras sufren en carne propia las bajas jubilaciones, el tener que trabajar hasta morir y que los empresarios hagan negocios con sus ahorros.
Desde La Izquierda Diario Uruguay también nos sumamos activamente a la campaña para contribuir a garantizar el triunfo del SI.
Hernán Yanes
Domingo 8 de septiembre | 08:32
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