domingo, agosto 22, 2010

BOLIVIA: Golpe fascista del 21 de agosto de 1971


Juan José Torrez Gonzales El General del Pueblo

Han transcurrido 39 años desde el fatídico golpe de estado protagonizado por el entonces Cnl. Hugo Bánzer Suárez, derrocando al régimen del Gral. Juán José Torrez, inaugurando un período de prolongado de más siete años de dictadura militar, con el apoyo militante de partidos de derecha como el MNR y la Falange Socialista Boliviana, aglutinados en torno al Frente Popular Nacionalista.
El pueblo salió a las calles a combatir a los golpistas, defendiendo un gobierno popular, pero la suerte del país ya estaba definida, no sólo por la decisión de quienes tomaban el palacio por la fuerza, sino fundamentalmente porque así se lo había definido desde el Pentágono. En el contexto de la realidad política sudamericana y la aún vigente Guerra Fría, era de suprema importancia imponer una dictadura en Bolivia, como lo fue dos años después el golpe militar de Augusto Pinochet en Chile. Había que uniformar en todo sentido de la palabra a los gobiernos del Cono Sur, es así que quedaron perfectamente concatenados bajo una consigna común los nefastos regímenes militares en el continente, directos aliados del gobierno norteamericano, dispuestos a combatir a su enemigo externo el comunismo, también persuadidos de la necesidad de exterminar al enemigo interno, inspirados en la famosa Doctrina de la Seguridad Nacional, la misma que identificaba a los sectores más contestatarios de la sociedad, precisamente como los adversarios a quienes había que eliminar, los que por rara casualidad se concentraban en grupos de intelectuales progresistas, partidos de izquierda, periodistas, dirigentes sindicales, maestros, artistas, curas y monjas comprometidos con el pueblo.
Así funcionó la dictadura banzerista, convirtiendo al Terrorismo de Estado en una “acción patriótica”, justificando de esta manera la persecución política, el confinamiento de muchos ciudadanos a lugares más inhóspitos del territorio nacional, el exilio de miles de compatriotas, el encarcelamiento de otros tantos(Chonchocoro, Viacha, Achocalla, San Pedro, Obrajes, El Pari, etc.), la tortura como método de investigación y la desaparición forzada de muchos ciudadanos que más que detenidos fueron inicialmente secuestrados por los órganos de represión, sin saber hasta ahora de ellos, sus familiares pese a los años aún los siguen esperando y exigen sean encontrados.
El Plan Cóndor fue el sistema ideal para la coordinación entre las dictaduras de Strosner(Paraguay), Bánzer(Bolivia), Pinochet(Chile), Videla(Argentina), lograron perfeccionar su. sistema de información e inteligencia integrada, así como la represión conjunta. Es así que muchos ciudadanos argentinos, chilenos, uruguayos, fueron detenidos en Bolivia y compatriotas nuestros asesinados en estos países.
La historia de la política boliviana está marcada y manchada con sangre, particularmente por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura banzerista, que siguió golpeando posteriormente al país, lo hizo a través de su delfín Luis García Meza, especialmente para hacer desaparecer a Marcelo Quiroga Santa Cruz su principal acusador en el Parlamento. Años más tarde fue frustrante comprobar cómo el oportunismo político de los llamados partidos tradicionales, le otorgaba carta de ciudadanía democrática a un genocida, incluso cruzando ríos de sangre.
Cabe preguntarse hoy cuánto aprendimos desde que se extinguió este régimen de facto?, en el análisis riguroso, muy poco, pues en plena democracia se siguen advirtiendo bolsones de autoritarismo muy similares a los del régimen en cuestión, parece que el espíritu del dictador sigue rondando en las instancias de poder, será por eso que se lo quiere absolver burlándose de sus víctimas en plena democracia?, al extremo de escuchar exabruptos como la del actual Presidente, al afirmar que los militares son inocentes porque sólo cumplían órdenes?.

Waldo Albarracin Sánchez

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