Blog marxista destinado a la lucha por una nueva sociedad fraterna y solidaria, sin ningún tipo de opresión social o nacional. Integrante del Colectivo Avanzar por la Unidad del Pueblo de Argentina.
lunes, diciembre 03, 2012
¿Cómo se formó el Partido Bolchevique?
La sociedad Rusa de finales del siglo XIX se podría definir como una sociedad feudal en descomposición, 150 millones de campesinos vivan en una miseria ancestral. No obstante su viejo mundo se caía en pedazos, la introducción de inversiones capitalistas en diversos sectores como la siderurgia, el textil, entre otros comenzaba a absorber gran cantidad de campesinos. San Petersburgo y Moscú se transformaban de centros administrativos en ciudades fabriles, con una gran concentración de trabajadores.
Tradicionalmente los sectores de la intelectualidad habían mirado al campesinado como el sector que al levantarse, propiciaría una revolución que instaurara la democracia en Rusia. Entre los sesentas y setentas del siglo XIX hubo diversas oleadas de jóvenes intelectuales procurado “ir al pueblo”, mezclándose con los campesinos. Esta actitud voluntarista al final no sirvió de nada, la respuesta de los campesinos fue la indiferencia cuando no la animadversión; en reacción a esta decepción surgió el movimiento terrorista, su organización emblemática Narodnaia Volia (Voluntad del Pueblo) se propuso como objetivo matar al Zar, y lo logró en 1881. No obstante -en respuesta a su acción- el régimen endureció aún más la represión y restringió toda libertad política. Surgió entonces una nueva crisis en el seno de las organizaciones revolucionarias, ni el terrorismo ni el culto al campesinado parecían ser una opción. Muchos comenzaron a darse cuenta de que en el seno del naciente proletariado se desarrollaba un leve pero esperanzador eco a las demandas políticas.
El primer grupo de tendencia marxista en Rusia -Emancipación del Trabajo- resultó de una ruptura con el movimiento populista que representaba Narodnaia Volia. Fue fundado principalmente por Jorge Plejanov, Vera Zalulich y Pavel Axerold, entre otros. Su principal orientación fue la difusión de las ideas básicas del marxismo con el objetivo de sentar las bases teóricas para un autentico movimiento socialista en Rusia, por ello sus obras son básicamente polémicas contra de los populistas, los métodos del terrorismo y las tendencias reformistas que comenzaban a surgir en países como Alemania.
La labor del grupo comenzó a ser conocida por los grupos que, de forma aislada de ciudad en ciudad, pretendían construir un movimiento sobre bases marxistas. Se empezaron a llamar a si mismos socialdemócratas, tal y como se designaba el partido alemán, y cuyo ejemplo buscaban seguir.
Lenin y Trotsky se iniciaron como activistas de esos grupos; Lenin en San Petersburgo, donde fundó junto con su gran amigo Julius Martov la Unión de Lucha por la Emancipación de la Clase Obrera; Trotsky con su liga de obreros del sur de Rusia.
Lamentablemente, dichos grupos, si bien comenzaban a desarrollar éxitos locales, eran muy rápidamente diezmados por las fuerzas policiales del Zar. Particularmente Lenin comprendió que era necesaria la fusión de los múltiples grupos en una organización cohesionada a nivel de todo el imperio.
Luego de pasar una temporada en el destierro siberiano Lenin, Krupskaia y Martov emigraron a Europa occidental donde entraron en contacto con Plejanov integrándose al Grupo Emancipación del Trabajo, esto en los albores del siglo XX.
Por aquel entonces la principal preocupación del grupo era impulsar la unificación de los numerosos grupos socialdemócratas dispersos en toda Rusia y, al mismo tiempo, dar batalla contra tendencias que se estaban desarrollando y que rechazaban la necesidad de una lucha política de los trabajadores. Lenin los llamó economicistas, porque pretendían circunscribir la acción de los trabajadores a demandas puramente sindicales.
Por supuesto que la lucha por demandas económicas es importante, pero no se podía conformar un partido sobre esas bases, era necesario establecer una perspectiva propia de los trabajadores y eso sólo era posible asumiendo un combate político contra el régimen, Lenin afirmaba que una cosa no presuponía la otra y que si se dejaba a los trabajadores a merced de acciones puramente económicas en un momento dado serían fácil presa de charlatanes o de clases como la burguesa que impulsaban la lucha política pero para sus propios intereses, olvidándose de la lucha contra el Zar.
Al mismo tiempo, Lenin ponía énfasis en la construcción del partido comenzando por su prensa, su órgano de difusión que se convertiría en un laboratorio de ideas, a la vez que sentaría las bases estructurales de una gran red organizativa que daría conexión al movimiento.
Ya en 1898 se había intentado realizar un congreso del partido socialdemócrata ruso, no obstante, prácticamente todos los que participaron en él fueron detenidos por la policía a las pocas semanas de terminado y, por lo tanto, no fue posible crear órganos directivos.
El grupo Emancipación del Trabajo, basándose en la publicación de la revista Iskra, se propuso realizar un autentico congreso en el que se reafirmaran las bases políticas y organizativas del partido.
En aquel entonces había muchos grupos que se reclamaban como el eje organizador del partido. Por ejemplo está el Bund judío, que pretendía organizar a los trabajadores específicamente de esa creencia religiosa, está además la Liga de socialdemócratas en el extranjero, fundamentalmente economicistas. No obstante, fue el grupo de Iskra quien logró más apoyo dentro de las organizaciones locales de Rusia y gracias a ello se convirtió en la columna vertebral del nuevo partido y del congreso.
El éxito de Iskra se basó en el carácter consistente de su política y de sus métodos que hacían sentir a las organizaciones locales que no se trataba de experimentos, sino que había llegado una estructura seria sobre la cual basarse.
Así llegó el año de 1903 y se llevó a cabo el Segundo Congreso del Partido Socialdemócrata Obrero Ruso, primero en Bruselas y luego, debido a la persecución policiaca, se tuvo que trasladar a Londres. El congreso arregló cuentas primero con las facciones minoritarias (Bund judío y economicistas) que optaron por retirarse, no obstante en el seno mismo del movimiento iskista se suscitaron fuertes diferencias, primero en el terreno organizativo; Martov proponía una partido abierto sin responsabilidades organizativas para quién quisiese ser considerado miembro, Lenin, en cambio, exigía que aquel que quisiera ser considerado miembro debería participar directamente en algún organismo del partido, el punto de vista de Lenin fue derrotado y se asumió la propuesta de Martov.
La cosa no hubiera pasado a mayores, pero en la elección de la nueva dirección surgió otro problema, Lenin proponía un Comité de Redacción de tres personas (Lenin, Martov y Plejanov) en lugar del de 7 que había en aquel entonces. Esto no era por algún prejuicio sino por cuestiones de eficiencia, ya que estos tres prácticamente dirigían ya Iskra sin que los demás jugarán algún papel. Martov y una parte del Congreso consideró que no se podía tocar el comité de redacción anterior, no obstante perdió la votación.
Las cosas se pusieron aún peor cuando terminó el congreso, la parte minoritaria encabezada por Martov decidió no participar en los órganos electos del congreso y convenció a otros más como Plejanov de separarse de los acuerdos logrados, de facto imposibilitaron que el partido funcionara creando una facción (menchevique) que mediante la presión y las maniobras logró establecer un dominio temporal del partido.
Lenin no consideraba que las diferencias del Congreso tuvieran suficiente peso como para la ruptura, en aras de evitar mayores conflictos cedió todo lo que pudo. No obstante los minoritarios continuaron sus ataques estigmatizándolo de centralista, dictador y otras linduras.
Pasado un poco el temporal, Lenin se dedicó a reorganizar los grupos locales sobre la base de los acuerdos del Segundo Congreso que los minoritarios desdeñaban. Poco a poco comenzaron a nombrar a los seguidores de Lenin como Bolcheviques (mayoritarios en la coyuntura del Congreso), como símbolo de seriedad organizativa y consistencia teórica. No obstante faltaba todavía mucho para que las tendencias que se estaban perfilando dieran lugar a una ruptura definitiva con los mencheviques.
Rubén Rivera
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