La rebelión contra el vasallaje

Tenía que ser en Grecia, heredera de las virtudes de Leonidas, Lisístrata, Aquiles, Solón, Orfeo y muchos otros, donde al IMG (Imperialismo Mundial Globalizado) le dan el primer rotundo No. Alexis Tsipras, a su manera, sigue el ejemplo del pueblo de Ucrania que se ha levantado en armas contra el moderno sistema colonial impuesto por IMG. Es que el vasallaje asquea más que una mosca en la sopa, especialmente por el tipo de pigmeos que el IMG impone de gobernantes a los países que domina, capaces de aceptar solícitos cualquier agravio, incluso que les escuchen y les graben sus más íntimas conversaciones. Hace poco, uno de los matarifes del IMG descaradamente se jactaba: Los europeos se oponían a sancionar a Rusia porque económicamente les perjudicaba, pero nosotros los obligamos a imponérselas; los enanos se callaron por temor al lobo feroz.
Lo que ha pasado en Grecia no es casual. El IMG le había impuesto a su pueblo leyes draconianas, mal llamadas de austeridad, que le impedía vivir con la comodidad más insignificante. La explicación de tanta ruindad la dio uno de sus ministro de finanzas, al reconocer que “el gabinete de Atenas no gobernaba sino que se limitaba a cumplir órdenes”. ¿Cuáles? Las mismas de siempre, y que consisten en políticas calamitosas: Intereses de usura para pagar deudas de chanchullos a favor del IMG; adquisición de los bienes públicos a precio de huevo podrido a favor del IMG; bajos salarios, despidos al granen, desempleo, miseria y desolación para todo el pueblo griego. Como siempre actúan de verdugos los mismos actores: el FMI, el BE y los títeres de pacotilla que gobiernan Europa sin importarles que se vaya a pique el continente entero con tal de servir con la lealtad de perro faldero a sus amos del IMG. Como siempre el huevo de la serpiente, incubadora de hítleres, ha quedado como el último albur del IMG.
El actual ministro de Economía de Grecia, Yanis Varoufakis, al referirse a la actual crisis sostiene que la misma “es profundamente irracional, de un capitalismo europeo repugnante, cuya implosión, a pesar de sus muchos males, se debe evitar a toda costa. Es una confesión para convencer a los radicales de que tenemos una misión contradictoria: detener la caída libre del capitalismo europeo “con el fin” de comprar el tiempo que necesitamos para formular su alternativa”. Para salir de la actual crisis propone la estabilización de Europa, lo que pondría “fin a la espiral descendente que, al final, sólo refuerza a los intolerantes e incuba el huevo de la serpiente”. Porque si no, se pregunta: “¿Quién creen que se beneficiaría? ¿Una izquierda progresista, que se levante como el Ave Fénix de las cenizas de las instituciones públicas de Europa?, o ¿el partido nazi Amanecer Dorado, los neofascistas, los xenófobos y los vividores?” Y él mismo se responde: “No tengo absolutamente ninguna duda acerca de cuál de los dos se beneficiará de una desintegración de la Zona Euro”.
A su vez, Alexis Tsipas dice que Grecia no entrará en un enfrentamiento mutuamente destructivo con la UE pero que no continuará con una política de sometimiento, porque “llegamos para cambiar radicalmente el modo en el que las políticas y la administración se hacen en este país” y escribe en carta pública a los alemanes: “El segundo 'rescate' griego, aplicado en la primavera de 2012, añadió otro enorme préstamo sobre los debilitados hombros de los contribuyentes griegos, pulverizando nuestra reserva de la seguridad social y financiando a una despiadada nueva cleptocracia”. Y da una salida real al problema: “Nuestro objetivo es crear un New Deal europeo, dentro del cual nuestro pueblo pueda respirar, crear y vivir en dignidad. Una gran oportunidad para Europa está a punto de nacer en Grecia el 25 de enero. Una oportunidad que Europa no puede permitirse perder”. (Hace referencia a la victoria electoral de Syriza que en esa fecha se iba a dar en Grecia en contra del neoliberismo impulsado por las potencias occidentales).
Como Syriza, el pueblo organizado para triunfar, forma un gobierno de unidad con Griegos Independientes, un partido de derecha que aglutina a los que defienden la dignidad de Grecia, tal como debe hacerlo todo partido político que ame a su país, sus derrotados enemigos gritan: ¡Qué horror, el populismo unido con la extrema derecha! Con lo que intentan ocultar que la extrema derecha son ellos mismos, aunque como en Francia o España se llamen socialistas. También pretenden asustar a los demás pueblos para que no sigan el ejemplo griego mientras preparan a los matones de Amanecer Dorado para que en el momento oportuno eliminen a los revolucionarios, igual que hace ochenta y dos años Hitler los salvara de la revolución en Alemania, eliminando a los comunistas alemanes.
Por eso es tan importante la lucha armada de las milicias de Ucrania contra la ocupación de la OTAN, porque señala el camino de la libertad a los demás pueblos; por eso el horror del IMG, expresado con el silencio más vergonzante de su prensa, que calla sobre todas las atrocidades que sus mercenarios nazis cometen en ese país.
Ante tantas fechorías los pueblos han dicho ¡Basta de despropósitos! y se organizan en la CELAC y los BRICS; moros y cristianos se reúnen en Moscú para mantener la integridad de Siria y acabar con la guerra civil en ese país; Ucrania se levanta en armas contra el nazismo incrustado en el poder; Tsipras comienza a gobernar Grecia con píe derecho y la gente se organiza en el resto del planeta.
El IMG, sin entender tanta insolencia, asombrado se rasca la cabeza y se pregunta: ¿Qué estará pasando? Pasa que el mundo se cansó de escuchar tanto sonsonete: Si necesito las riquezas de un país, lo invado; si me fastidia un dirigente político o sindical y no lo puedo comprar, lo mato; si me da la gana, castigo al que no me hace caso; si alguien me molesta, lo meto preso; hago que la prensa hable lo que a mí me conviene; premio al que me dedique ditirambos y elimino al que no. En fin, me divierto como me da la gana porque yo dicto las reglas de juego. Al triunfar la Revolución Cubana su pueblo cantaba: Se acabó la diversión, llegó el Comandante y mandó a parar. Por algo será.

Rodolfo Bueno