El secretario de DD.HH. recibió a representantes del Celtyv, organización que defiende a los genocidas de la dictadura y acusa de “terroristas” a los militantes de organizaciones de izquierda de los 70’.
Claudio Avruj, secretario de Derechos Humanos de La Nación, recibió ayer a representantes del Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv), una organización que, desde el 2006, trabaja para lograr el juzgamiento de los militantes de organizaciones armadas que sobrevivieron al terrorismo de Estado.
La Izquierda Diario habló con Alejandrina Barry sobre esta reunión. Alejandrina es hija de desaparecidos, integrante del CeProDH y militante del PTS.
¿Cómo ves esta reunión entre Avruj y los integrantes del Celtyv?
- La reunión del secretario de Derechos Humanos con esta organización me causó mucha indignación pero no me sorprendió. Esta reunión con familiares de represores de la última dictadura militar es un mensaje de la política que llevaran adelante. Quieren volver a instalar la reaccionaria teoría de los dos demonios y avanzar en la impunidad a los militares y a los civiles que hoy están representados en su gobierno.
En ese marco, las palabras del secretario de que no “cambiaron el rumbo” después de la reunión, son pura hipocresía y para nada creíbles cuando una de sus primeras medida es recibir a esta asociación que reclama impunidad para los genocidas y que llegó a plantear que los juicios “violaron los derechos humanos” de los represores.
Avruj señaló que los había recibido como lo hizo con los miembros de la comunidad qom o los familiares de las víctimas de la masacre de Once
- Eso es una verdadera provocación. La representante y presidenta de esta organización es Victoria Villarruel, que escribió el libro “Los otros muertos” en coautoría con Carlos Manfroni, el funcionario que Patricia Bullrich había designado en la subsecretaria del ministerio de Seguridad y que debió renunciar por las denuncias sobre su participación en la revista Cabildo, revista defensora de la dictadura militar, además de por sus declaraciones contra la comunidad judía y contra el mundo de la cultura.
¿Cuáles son las principales demandas del Celtyv?
- La política de esta organización de familiares de genocidas puede verse en su página de internet. Ellos exigen que se juzgue a los que definen como “terroristas”. Se trata de quienes fueron militantes de las organizaciones armadas de izquierda en los 70. Usan las mismas expresiones que emplearon los militares y empresarios para justificar el genocidio y desaparición de nuestros 30 mil compañeros.
También puede verse su ideología en la reivindicación que hizo Villarruel de la editorial del diario La Nación que apareció al día siguiente de la asunción de Macri. Esa editorial exigía el fin de los juicios a los genocidas. Además Villarruel hizo un repudio explícito a la acción que realizaron los trabajadores de ese medio para rechazar esa nefasta solicitada.
A eso se le pueden sumar las declaraciones de Arturo Larrabure, hijo del coronel Argentino Larrabure, quien viene pregonando en la justicia volver a juzgar a los militantes populares de la década del 70.
Estos sectores se apoyan además en la misma casta judicial para sus demandas
- Así es. Sirve de ejemplo lo que está pasando. En tan solo un mes de gobierno, la Justicia ha leído verdaderamente el “cambio”: diez represores fueron liberados en Paraná y La Pampa, Ernestina Herrera de Noble -dueña de Clarín- fue sobreseída en la causa que se le seguía por apropiación de niños.
En mi caso en particular, en la querella contra Editorial Atlántida por haberme utilizado a la edad de los 3 años, para legitimar el asesinato de mis viejos y el terrorismo de Estado, el juez de la causa Sergio Torres - quien investigó la triple fuga- se declaró el mes pasado por 3 vez incompetente en la causa, mostrando su negación en querer avanzar en juzgar a los civiles cómplices del genocidio
¿Cómo se proponen enfrentar esta situación?
- Todos los que en estos años hemos luchado de manera independiente de todos los gobiernos, contra la nefasta teoría de los dos demonios que justificaba el asesinato y desaparición de nuestros familiares y compañeros, por la apertura de los archivos, por la aparición con vida de Julio López, por la cárcel para Milani y todos los genocidas -miles de ellos en funciones en las fuerzas de seguridad- somos conscientes de que la esta pelea seguirá siendo en las calles.
Los militares que logramos condenar, fue como resultado de esta lucha. Los empresarios que fueron los ideólogos e impulsores del golpe, han sido casi intocables durante estas décadas y con este gobierno seguirán impunes.
Esta política y estos gestos del gobierno refuerzan la necesidad de seguir la lucha contra la impunidad de ayer y de hoy. Nuestra reivindicación de que no olvidamos, no perdonamos y no nos reconciliamos está más vigente que nunca.
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