viernes, julio 15, 2016

Repudio al atentado, ninguna solidaridad con el Estado francés



Es el mismo Estado que sometió a condiciones inhumanas a los refugiados en el Paso de Calais.

El atentado de Niza, donde un hombre embistió con su camión contra una multitud que celebraba el aniversario de la Revolución y causó 84 muertes, constituye un ataque reaccionario contra el pueblo francés que debe ser firmemente repudiado.
El ataque se produce en momentos en que los trabajadores y la juventud de Francia protagonizan movilizaciones multitudinarias contra la reforma laboral impulsada por el gobierno de Hollande.
A su turno, Hollande utilizará el atentado para reforzar la regimentación interna contra las movilizaciones populares y la intervención militar del imperialismo francés en el norte de Africa y Medio Oriente.

Estado de excepción

El fortalecimiento del aparato de seguridad y de los servicios de inteligencia en Francia, luego de los atentados fascistas del Estado Islámico en 2015 contra la redacción de Charlie Hebdo y la sala de conciertos de Bataclan, ha cercenado las libertades democráticas de las masas francesas pero no ha impedido la consumación de un nuevo atentado.
De hecho, pocos han reparado en la ironía de que Francia ha celebrado el aniversario de la revolución que instauró los lemas de “libertad, fraternidad e igualdad”, bajo un estado de excepción.
En sus primeras declaraciones, el primer ministro FrancoisHollande ha anunciado la prolongación por otros tres meses de dicho estado de emergencia, con lo que éste se va transformando de “excepcional” en “permanente”.

Militarización

Pese a que aún no se conoce ningún nexo entre el atacante de Niza –un habitante de la ciudad de 31 años y de origen tunecino- y grupos terroristas, Hollande anunció que reforzará la intervención sobre Siria e Irak.
Los atentados fascistas del Estado Islámico de noviembre de 2015 ya habían sido usados como pretexto por el gobierno francés para reforzar la operación Chammal, que incluye el despliegue de cazabombarderos, militares y aviones en Medio Oriente.
Previamente, el gobierno francés desplegó 2500 militares en República Centroafricana en el marco de la operación Sangaris y 3500 en otros países africanos (Mali, Mauritania, Chad, etc.) en el marco de la operación Barkhane.
Esto ha sido acompañado de una militarización interna, con el despliegue de 10 mil soldados luego de los atentados de noviembre de 2015 para tareas de seguridad interior (“operación Centinela”). Como ha dicho un periodista, “la presencia de militares con fusiles y chalecos antibalas es ya parte del paisaje habitual del país”.
Es el mismo Estado que sometió a condiciones inhumanas a los refugiados en el Paso de Calais.
Repudiamos el atentado y nos solidarizamos con las víctimas, sin dar ningún apoyo al estado francés. Abajo la militarización, por el triunfo de los trabajadores y la juventud, fuera el imperialismo de Medio Oriente y del norte de Africa.

Gustavo Montenegro

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