Lo mismo, o mucho más, ocurre con la designación del lomense Martín Insaurralde como jefe del ´cuccineto´ de Kicillof. El otrora candidato ´exitoso´ ha perdido catorce enormes puntos en las PASO respecto a 2019. El mentidero político interpreta este recauchutaje como una intervención en el gobierno de la provincia de Buenos Aires, aunque no aclara de parte de quién. Ni los intendentes ni el peronismo ochentista tienen la capacidad para ejercer esa función. Estas modificaciones representan un destripamiento del oficialismo más que un ´relanzamiento´ de la gestión, aunque el paño feminista de la ministra Gómez Alcorta y de las demás funcionarias, especialmente Vilma Ibarra, no haya interferido en el viraje ´celeste´ del albertismo y el cristinismo. La doctrina de género ha sucumbido ante los imperativos de la crisis política y la remuneraciones de las ministras.
La designación de Aníbal Fernández, el mariscal de la derrota de 2019, es simplemente una provocación contra los movimientos de lucha que escapen al control de las burocracias oficialistas. Acaba de asegurar a la gobernadora de Río Negro que reprimirá los conflictos de la Patagonia – a la Bullrich o Berni. Los cambios suman más confusión al oficialismo, toda vez que meten una cuña entre el nuevo diseño gubernamental y la composición política de la listas del FdT. Los diputados y senadores que ingresen al Congreso por las listas oficiales reproducirán la crisis en el ámbito legislativo. Los electores que quiere ganar el oficialismo para nivelar el resultado de las PASO no saben a qué atenerse. Tolosa Paz, por ejemplo, ha sido relegada del escenario del ´relanzamiento´. Los candidatos de ´todos´, no tienen el aval de ´nadie´.
El desarrollo de esta crisis pone en evidencia que la salida política pergeñada en 2019, entre AF, CFK y Sergio Massa, no ha redundado en una salida de conjunto de la debacle del gobieno macrista. Los ´todistas´ se han acordado tarde de “poner ´platita´ en el bolsillo de la gente”, porque eso debían haberlo hecho durante la pandemia, cuando por el contrario aplicaron un ajuste fiscal y monetario tremendo. Se comportaron como fondomonetaristas ´avant la lettre´, fuera de tiempo. Lo que ofrecen ahora es nada, porque la mayor parte de las medidas que han adoptado ya se encontraban previstas en el calendario de ajustes por inflación. Es cierto que Guzmán expandió el gasto público y los subsidios a las empresas, pero redujo enormemente el gasto social y previsional. También es cierto que se financió con emisión del Banco Central, pero luego absorbió el circulante monetario con un endeudamiento fiscal y monetario gigantesco, por el que ha pagado el 40% de tasa de retorno del capital. El gobierno “nacional y popular” ha colapsado frente a la crisis humanitaria capitalista. Ha perdido votos -900 mil según estudios- como consecuencia de la abstención, fundamentalmente, pero también hacia la izquierda, aunque módicamente. Hacia JxC fueron los votos del sector que oscila entre una y otra de las variantes capitalistas, con el ingrediente, en esta ocasión, de un recambio en las filas del macrismo y del radicalismo. El resultado electoral está lejos de marcar una derechización, que sí se refleja, en cambio, en el nuevo gabinete improvisado por el kirchnerismo. El desgaste del gobierno es tan acentuado, que La Nación (26/9) se atreve a asignar a Manzur la intención de que “la jefatura de gabinete se(a) el trampolín que intentará utilizar para cumplir su sueño (?) de ser presidente”.
Noviembre
¿Qué insinúan las encuestas para noviembre? La mayor parte de ellas prevé un resultado para el oficialismo más negativo que el de las PASO. En todo caso no modificaría el derrumbe de septiembre pasado. En esta hipótesis, el gobierno enfrentará una nueva crisis y la probable partida de Manzur. Se reiterará la crisis pos-PASO. Esta vez, Alberto Fernández ha prometido que resistirá una embestida de la Vice. La burocracia de la CGT se ha anticipado a esa eventualidad con un congreso de “unificación” para apoyar al Presi. Luego de noviembre la crisis se transferirá al ministerio de Economía y al acuerdo con el FMI. Este acuerdo es reclamado por toda la burguesía sin excepción. El reclamo de que lo ratifique el Congreso servirá como puente para impulsar un gabinete convenido con el macrismo. Una variante de “unión nacional” deberá desatar nuevas crisis tanto en el oficialismo como en la oposición. Una acentuada crisis de régimen político, combinada con una miseria social incluso creciente, provocará un replanteo político en toda la clase obrera, incluido el movimiento sindical. Los primeros resultados de las elecciones sindicales en los lugares de trabajo, anticipan que esto es lo que ocurrirá.
Las patronales y el FMI son conscientes de la posibilidad de la quiebra del régimen político. Un artículo reciente de Ismael Bermúdez en Clarín demuestra que las llamadas medidas intervencionistas del ´todismo´ fueron inauguradas por Macri, apenas se descontroló la situación financiera. Se está buscando una salida transicional. Es lo que se advierte en el acuerdo entre el gobierno y el Consejo Agro-industrial, que se encuentra a mucho menos de medio camino de lo que reclaman los pulpos del Consejo. De otro lado, la crisis industrial en la agro-industria sigue sin soluciones, como lo demuestra la quita del 70% de la deuda que reclama Vicentín, a efectivizar a mediados del año que viene. El tutor del ministro Guzmán, el Nobel de Economía Joseph Stiglitz, acaba de denunciar que los fondos internacionales que aceptaron el canje de deuda hace año y medio, están saboteando un acuerdo con el FMI que no imponga un ajuste violento (“shock”), que valorice sus tenencias de deuda de Argentina. La crisis envuelve el conjunto de las relaciones sociales. La pandemia tampoco ha concluido, como lo muestra Estados Unidos e incluso China. El virus, variante delta, no sabe de fronteras. El gobierno sin rumbo ha decidido, sin embargo, capitular sin mayor consideración ante los lobbys de los negocios, y abrir canchas y boliches, y abjurar de los barbijos. Se ha convertido en parte de la pandemia.
Estas son las premisas objetivas de una política obrera revolucionaria.
Fede Fernández
04/10/2021
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