En este contexto, Carla Vizzoti, Ministra de Salud, decidió declarar a los contactos estrechos como “nuevos positivos”, para evitar el testeo. Lo que sucede es que las UFU están comenzando a colapsar, por la gran demanda por parte de la población para testearse y el poco personal de salud que hay contratado en los hospitales. Los testeos a su vez escasean, por lo que este anuncio significa sustituir el diagnóstico médico por una reclusión que nadie controla, o sea, una lavada de manos. Lo mismo hacen, por ejemplo, Estados Unidos e Italia, el primero mandando a casa al contagiado por cinco días, el segundo por tres días. Alberto Fernández sugirió también el “autotest”, en una farmacia cercana. Trata de evitar el aumento del presupuesto de Salud y cumplir con el FMI.
Holanda y China aplicaron cuarentenas que lograron disminuir el porcentaje de infectados. China con una política “Covid cero” ha implementado en el día de hoy otro nuevo confinamiento en la ciudad de Xian con 13 millones de habitantes y 143 contagios. Con esta política, China es el primer país en lograr una ‘recuperación económica’ que al mundo capitalista de la ‘nueva normalidad’ le resulta esquiva. El gobierno chino tiene los ojos puestos también en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno en Pekín para 2022 y la nueva temporada del año nuevo lunar, dos eventos que atraen al turismo y por lo tanto las ganancias. China logró eliminar casi por completo el virus (en el día de hoy los confirmados positivos fueron 371, sin muertes, en el país más poblado del mundo). Es también el país con mayor desarrollo de pruebas masivas para la detección de posibles infecciones del virus.
EE UU y Argentina defienden a muerte la ‘nueva normalidad’, o sea, la convivencia con el Covid. Siguen la lógica de la inmunidad de rebaño. Han acortado el periodo de aislamiento para contactos estrechos, y para infectados sin síntomas es de 5 días. Sin aplicar ninguna medida preventiva. Así, han llegado al medio millón de contagios. Al mismo tiempo, tiene el récord de trabajadores que renuncian a su trabajo debido a las condiciones insostenibles de la presencialidad. Además registra un gran proceso de huelgas.
En Argentina, tampoco se han implementado medidas preventivas en plena celebración de las fiestas, y cuando hay una suba en el turismo estacional.
El gobierno de Buenos Aires dictaminó que “(los) profesionales médicos y no-médicos son personas habilitadas para la realización de testeos COVID-19”, una manera de no aumentar el personal de salud requerido en los hospitales. Sin embargo, los médicos en las UFU ya han comenzado a manifestarse: en Navidad algunas UFU pararon sus servicios, a su vez enfermeros se concentraron en la Casa de Gobierno el pasado 28 de Diciembre, para reclamar aumentos salariales, la reapertura de paritarias y el cobro del bono de fin de año.
Los trabajadores de la salud reaccionan ante la política del capital, que busca el beneficio económico antes que la salud de la población, recargando al personal sanitario sin haber modificado sus condiciones laborales ni salariales. Esta situación va a extenderse a las fábricas, empresas y a los propios hospitales, generando comités de trabajadores, primero para el armado de protocolos de cuidado, que han sido suprimidos cuando se declaró ‘la pos-pandemia’, enseguida con el reclamo del cese de la ‘presencialidad’ en los lugares de trabajo. La nueva variante, Ómicron, se ha ensañado con los mismos, lo que desautoriza los ‘discursos’ de Fernán Quirós y Larreta.
Florencia Suárez
29/12/2021
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