En el último informe elaborado por la CAC (Cámara Argentina de Comercio y Servicios), el Indicador de Consumo mostró una caída del 4,1% interanual para el mes de noviembre. La consultora Focus Market informó que el consumo masivo mostró un retroceso de 8,4% en la tercera semana de diciembre de 2023 y del 38,4% respecto a la misma semana del año anterior. Esto sucedió fundamentalmente por la caída en el poder de compra, enmarcada en una feroz estampida inflacionaria.
El panorama tiende a agravarse en tanto la inflación continúa batiendo récords, promovida esencialmente por la devaluación del 118% aplicada por Caputo y fogoneada por la liberalización del mercado que impulsa el DNU de Milei, el cual entró en vigencia la semana pasada. Están terminando de reventar los bolsillos de la población, mandándola directamente a la pobreza, lo que además favorece la recesión.
Entre los principales aumentos se incluyen los boletos de transporte, las naftas, lo cual impacta en toda la cadena productiva, y los alimentos, rubro que lidera el ranking inflacionario y que ahora tendrá un nuevo alza con la eliminación de retenciones a ciertos productos de exportación, como el caso de la carne. A su vez, ya se están convocando audiencias para aumentar las tarifas de servicios como la luz y el gas a partir del mes de marzo, un costo que además las patronales trasladarán a los precios de todos los productos.
Consultoras privadas como Scentia ya advirtieron que la caída del consumo para 2024 superaría el 5%. Sofia Ruano, ingeniera especializada en consumo y miembro de Paridad en la Macro, afirmó: “si la inflación es del orden que vienen anunciando las consultoras privadas, que ratificó Milei en su discurso, al consumidor de nivel socioeconómico bajo lo perdiste. Esa persona no va a poder consumir ni alimentos y, en tres meses, ya es indigente. La clase media va a buscar sostener los consumos de su clase todo lo que pueda, incluso seguir comprando algunas marcas de categorías que le funcionan bien. Lo primero que va a recortar es el entretenimiento. Vamos a empezar a ver restaurantes un poco más vacíos, ver menos gente en espectáculos y demás”.
Esto tiene su expresión también en algunos rubros como el turismo. En plena temporada, un pasaje de micro a Mar del Plata oscila entre los $30.000 y los $70.000. El delegado regional de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), Cristian Azcona, manifestó que “el fin de semana pasado obviamente esperábamos un afluente de transporte, no solamente de servicio público, sino de turismo más importante, y no lo tuvimos”.
La Patagonia no es la excepción. Las Grutas, uno de los más importantes balnearios marítimos del sur, cerró diciembre con un 40% de ocupación turística, 9 puntos por debajo del mismo mes de 2022. Algo similar sucede con localidades como Bariloche o Puerto Madryn, donde las principales cadenas hoteleras afirman que hay una tendencia a estadías y viajes cortos.
El 31 de enero termina el programa “Ahora 12”, y la Secretaría de Comercio, el Banco Central y las entidades financieras ya habrían iniciado las primeras charlas para crear un nuevo plan, a pedido de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). El problema serían las tasas de interés puesto que, con los niveles de inflación, ningún banco que quiere otorgar financiamiento en cuotas fijas, por lo que ya descartan la posibilidad de brindar cuotas sin interés y proponen un plan con cuotas más cortas.
El presidente que venía a terminar con la inflación, afirmando falsamente que el mercado se regula solo, está terminando es con el poder adquisitivo de los trabajadores, de los jubilados y de los que menos tienen mientras la escalada de precios parece no tener techo. Hay que enfrentar esta ofensiva en las calles, tomando en nuestras manos el paro del 24 convocado por la CGT para garantizar una movilización histórica.
Camila García
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