La recesión (números en rojo de la economía real de EEUU y Europa) está psico-registrada en los "mercados" financieros más allá de los análisis y de los números reales. Este viernes se confirmó: No obstante aprobarse de urgencia el plan de rescate financiero por parte de la Cámara de representantes, y de ser promulgado inmediatamente como ley por la Casa Blanca, Wall Street, la catedral financiera del Imperio US$, increíblemente, cerró en baja y terminó su peor semana en siete años.
Las agencias internacionales coinciden: Las acciones estadounidenses cayeron el viernes y cerraron su peor semana en siete años, por temores a que el rescate de US$ 700.000 millones para rescatar a las entidades quebradas por la crisis financiera no consiga desbloquear los mercados de créditos o no sirva para evitar una recesión en el país.
Mirando las pantallas (al final de a jornada) los expertos se frotaban los ojos y no podían creer:
La prensa norteamericana, sorprendida y apesadumbrada, comentaba este viernes que EEUU aprobó finalmente el plan de rescate del sistema bancario luego de dos semanas de negociaciones entre la administración Bush y el Congreso, pero la bolsa cayó en Wall Street y en las principales plazas latinoamericanas, en un ambiente de recelo y temor.
El Promedio Industrial Dow Jones cayó 157 puntos a 10325, luego de llegar a ascender más de 300 durante el día.
El índice tecnológico compuesto Nasdaq retrocedió 29,33 puntos, o un 1,48 por ciento, a 1.947,39 unidades.
En la semana, el Dow perdió el 7,3%, su peor desempeño semanal desde julio de 2002.
El índice Standard & Poor's 500 bajó 15 puntos a 1099, por debajo de 1100 por primera vez desde octubre de 2004.
Entre otros componentes del Dow, Bank of America cayó US$1,89, o el 5,29%, a US$34,48; American Express perdió US$1,27, o el 3,95%, a US$30,87 y Home Depot perdió US$1,05, o el 4,22%, a US$23,81.
La Cámara de Representantes estadounidense aprobó este viernes, por 263 votos contra 171, el amplio plan de rescate de US$ 700.000 millones propuesto por el Tesoro y adoptado el miércoles por el Senado en su versión modificada.
Los representantes habían rechazado el lunes la primera versión, provocando un derrumbe general de las bolsas.
El presidente estadounidense George W. Bush se apresuró este viernes a promulgar el plan, al considerarlo vital "para ayudar a que la economía estadounidense supere la tormenta financiera".
El presidente de la Reserva Federal estadounidense (Fed), Ben Bernanke, se congratuló de la aprobación del plan y reiteró el compromiso de la institución para hacer todo lo posible a fin de facilitar el crédito.
El debate de la "Ley de estabilización económica de urgencia 2008" en la Cámara de Representantes se inició poco después del anuncio de que la economía estadounidense perdió 159.000 empleos en setiembre, tras 73.000 en agosto, mientras que la tasa de desempleo se mantenía en 6,1% de la población activa, su nivel más alto en cinco años.
Las plazas latinoamericanas siguieron la tendencia de Wall Street y terminaron en clara baja.
En cambio, antes del voto en la cámara de Representantes, las bolsas europeas habían registrado al cierre fuertes alzas, alentadas por la posibilidad de que los legisladores votaran el esperado plan de rescate financiero.
Entre tanto, el euro remontaba levemente frente al dólar y los precios del petróleo se estabilizaban tras haber sufrido una caída de cinco dólares el jueves.
Por su lado, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, había defendido la necesidad de que se apruebe el plan de rescate, aunque precisó que quizás no significaría el fin de la crisis.
"Es claramente necesario que se adopte el plan del secretario (del Tesoro, Henry) Paulson" para hacer frente a esa "importante corrección", sentenció, antes de la votación en Washington.
Como agregado a la tensión, el mundo financiero estadounidense vivió el viernes otro sobresalto: la adquisición del banco estadounidense en dificultades Wachovia por su rival Wells Fargo por cerca de 15.100 millones de dólares en acciones, según anunció esta entidad con sede en San Francisco (California, oeste).
En la semana que acabó el 1 de octubre, los bancos estadounidenses tomaron prestados US$ 368.000 millones a la tasa de descuento, casi el doble que la semana precedente, que ya había constituido un récord, según cifras de la Reserva Federal estadounidense (Fed).
En Europa, la cumbre que mantendrán el sábado los jefes de Estado o de gobierno de las principales economías del continente -Francia, Reino Unido, Alemania e Italia-, se vio precedida por el anuncio de que Francia ha entrado en recesión técnica.
Según previsiones del Instituto de estadística francés (INSEE) difundidas este viernes, el PIB francés tendrá un retroceso de 0,1% en el tercer y en el cuarto trimestre, tras haber retrocedido 0,3% en el segundo.
La recesión se define normalmente como el resultado de al menos dos trimestres consecutivos de retroceso del Producto Interior Bruto (PIB).
Antes de la aprobación del proyecto, los bancos centrales occidentales siguieron bombeando reservas en el sistema financiero para evitar que se quede sin liquidez ni posibilidades de crédito.
El Banco de Japón (BoJ) anunció el viernes una inyección de 800.000 millones de yenes (5.500 millones de euros) en el sistema bancario del archipiélago, en lo que constituye su decimotercer día laborable consecutivo de intervención.
Las malas noticias se acumularon este viernes en el sector financiero europeo.
En Suiza, UBS, el más afectado entre los bancos europeos por su exposición a los títulos relacionados con las 'subprime', dijo que reduciría 2.000 empleos en banca de inversión, además de los 4.100 puestos de trabajo eliminados el año pasado.
Crecieron los temores a que incluso aunque Washington dé luz verde al paquete, esto no sea suficiente para resolver una debilidad con raíces más profundas. Nuevos datos mostraron que se acerca una recesión en Estados Unidos y la economía de Europa está empeorando.
El jueves el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que EEUU se encamina hacia una "profunda y prolongada" recesión económica como consecuencia de la actual crisis financiera.
No obstante los sube y bajas de las bolsas (producto de euforias y depresiones coyunturales), los mercados "dudan" del plan, por dos razones centrales:
1) No creen que la cifra de US$ 700.000 millones sea "suficiente" (los expertos en Wall Street hablan de una cifra final de más de US$ 5 billones que demandaría el rescate de las instituciones quebradas por la crisis) , y 2) por temor a la recesión en puerta que anticipan los índices "en rojo" de la economía real de EEUU.
A esto se le suma la crisis estructural y los "números en rojo" de la economía de la Unión Europea, que junto con la de EEUU y China (también en proceso inflacionario), suman más del 50% del PBI mundial.
Este viernes, finalmente, los resultados en Wall Street, la catedral financiera del Imperio, demostraron que el plan no consiguió vencer el pánico instalado en los mercados.
La recesión pudo más.
IAR Noticias
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