Que le resulta absurda la situación económica mundial, me dice; que eso del‘salvataje’ bancario se produce por un exceso de avaricia de los banqueros, me cuenta; que, aunque resulte incomprensible, los billones de dólares como recursos de ayuda son necesarios para evitar un colapso de la economía mundial, concluye.
Repaso, entonces, las cifras que los Estados capitalistas entregan sin inmutarse, sin sonrojarse siquiera.Cantidades exorbitantes de dinero inyectadas en el sistema financiero internacional capitalista, como si se tratase de un gigantesco tanque de oxígeno para un moribundo que ya mismo… Y las palabras para interpretar los hechos se suceden en una terminología detragedia: ‘crisis’, ‘colapso’, ‘crack’, ‘subidas y caídas’, ‘rescates’:¡del catarro se pasó a la gripe, hasta llegar al infarto económico! Sin embargo, los estratosféricos rescates pretenden insuflarnos tranquilidad y, bajo el lema de ‘era necesario hacerlo’, intentan convencernos que era lógico que tanta avaricia provoque aquello.
‘Parálisis’,‘fragilidad’, ‘incertidumbre’, ‘activos tóxicos’: ¡vaya tanta palabrería para persuadirnos que la locura de la avaricia por fin es puesta bajo control y que, sobre todo, no volverá a repetirse! Pero,¿no me diga que usted se cree todo aquello? ¡Vamos, anímese a encontrarle un sentido al aparente absurdo actual! Para ello, basta posar su mirada en la miseria del mundo moderno, basta mirar la destrucción a los hombres y a la naturaleza: resultantes de un proceso específico de reproducción de la vida social, las sociedades se debaten entre grandes contradicciones internas, con un añadido: la economía que han desarrollado se encuentra, ahora, vinculada a la lógica de internacionalización de los capitales. Los siglos XX y XXI han visto lo eternamente deseable, imaginable, querible: la posibilidad de generar todos los recursos necesarios para alimentar a toda la humanidad. ¡Enla actualidad, el mundo está en la capacidad técnica y científica,primera en su historia, de producir alimentos para los más de seis mil millones de habitantes! Hay recursos económicos, semillas, agua, fuerza de trabajo, conocimiento… todo, absolutamente todo para eliminar el hambre del mundo entero; pero, no se lo hace, ni hay el mínimo interésen hacerlo. El desvergonzado y rapidísimo salvataje bancario internacional, que supera ya los tres millones de millones de dólares,no se lo realizó para erradicar, por décadas, el hambre del mundo. Se lo hizo para beneficiar a los más ricos entre los ricos. ¿Absurdo? No,para nada. Es la temible lógica del desarrollo del capital: es la irracionalidad de la vida capitalista que, ahora, alcanza límites planetarios.
Si de algo le quieren convencer de alegrarse,recuerde siempre las miradas de los que miran buscando alimento durante todas sus vidas. Si hay un sentido en todo esto, recuerde que subyace en el despiadado proceso de acumulación de capital, que no mira naturaleza ni sociedad, pues se mira solamente a sí mismo. Si pensó en descansar, aliviado, levántese: ¡mientras haya hambre en el mundo,levántese!
Marcelo Medrano
Columnista
mmedranoh@hotmail.com
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