La tregua aceptada por Hamas e Israel inició el 19 de junio de 2008; sin embargo, el Ministro de Defensa sionista Ehud Barak comenzó a planificar la invasión y masacres desde el mes de marzo. Lo dijo el diario Ha’aretz (9 enero 2009). Un marcado cinismo envuelve las acciones del gobierno israelí: ¿para qué ‘aceptar’ una tregua si no es más que para dejar lista la operación militar?
Frente a la costa de la Franja de Gaza (FG), Israel construyó una gran barrera compuesta de columnas de acero y redes flotantes, de igual extensión que la costa (casi 40 km). Nada puede entrar o salir por vía marítima. Sin embargo, se descubrió, en 2002, que en el mar territorial que por derecho le corresponde a la FG existen vastas reservas de gas natural, de tales volúmenes e importancia que superan con creces las reservas israelitas. Cuando el gobierno sionista retoma los contactos con la British Gas (BC Group) para la explotación de aquellas reservas, lo hace en el 2008, y mantiene los acercamientos durante la época de la tregua, al punto que para noviembre de 2008 se establecen ya negociaciones entre la Israel Electric Corporation con la British Gas por encargo de los ministerios israelíes de Finanzas y de Infraestructuras Nacionales. En otras palabras, la invasión militar a la FG es también una guerra de conquista directamente relacionada con la apropiación de las reservas de gas palestinas en el mar.
Como lo sostiene J. Cole, en los últimos ocho años, los cohetes lanzados desde la FG sobre territorio israelí han provocado 15 muertos; mientras que, en igual periodo, el número de muertos palestinos es de cerca 5 mil. Lo cual parecería ‘obvio’, pues las Fuerzas Armadas israelitas con sus cientos de aviones, helicópteros, tanques, carros de combate, barcos de guerra, bulldozers, miles de bombas y misiles, millones de municiones, etc., se enfrentaron a un ejército con cero aviones, cero helicópteros, cero barcos de guerra y tanques,… Cuando Ban Ki-Moon, Secretario General de la ONU se reunió con la Ministra de Exteriores israelita (y candidata a Primer Ministro en las elecciones de este mes de febrero), Tzipi Livni, aquel prácticamente imploró se cumpliera la Resolución 1860 del Consejo de Seguridad de un ‘cese del fuego’ (ante la cual, Estados Unidos se abstuvo). Aquella cínicamente contestó: ‘En Israel, hacemos nuestra propia evaluación a diario y decidiremos cuando detenernos sobre la base de esa evaluación’: ¡sio-nazismo en estado puro!
Sin embargo, el asedio militar del régimen sio-nazi (expresión de James Petras) se encontró con una resistencia militar y social histórica tras 22 días de criminal invasión: demasiada heroicidad existe en el pueblo palestino, al punto de irritar a los jerarcas sionazis y que uno de ellos (un exministro y actual legislador), un tal Avigdor Lieberman, haya pedido una solución atómica al asunto palestino. ¡Y ante estas declaraciones, la comunidad internacional ha guardado un silencio demasiado cómplice! Para el sio-nazismo, esta invasión es solo el penúltimo genocidio.
Marcelo Medrano
Columnista
mmedrano@telegrafo.com.ec mmedranoh@hotmail.com
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