Mientras el nuevo presidente de Estados Unidos ha reiterado que la mayor parte de las tropas de su país desplegadas en Irak estarán de regreso el próximo año,los generales mantienen su desacuerdo y así se lo han manifestado.Los altos mandos cuentan con el apoyo del secretario de Defensa Robert Gates,que ocupaba el cargo en la administración Bush y al que Obama mantuvo por razones estratégicas.
Se sabía que los generales discrepaban de la posición expresada por el mandatario y en esas circunstancias Gates resultaba un atípico nexo entre ellos y el nuevo gobierno.Pero la controversia persiste y el propio Gates ha señalado que las tropas estadunidenses deben seguir varios años más en Irak.
El presidente,que estima que la situación iraquí permite el retiro de tropas y que la atención debe centrarse en Afganistán,ha designado a un ex alto oficial de la Agencia Central de Inteligencia,CIA,para que elabore un informe sobre la política de su país en Afganistán y Paquistán,antes de la cumbre con los aliados europeos de la OTAN que se efectuará en abril.Mientras,el presidente francés ya estuvo en Irak,instando a sus gobernantes a estrechar relaciones con Europa.
Thomas E.Ricks,ganador de varios premios Pulitzar,ha cubierto los asuntos militares para The Washington Post,ha escrito varios libros y también pertenece a organismos de análisis de asuntos de seguridad nacional.Su último libro “The Gamble.General David Petraeus and the American Military Adventure in Iraq,2006-2008”,salió hace un par de días.Pero al mismo tiempo,Ricks ha publicado en The Washington Post esclarecedores artículos sobre la controversia a que nos estamos refiriendo.
ODIERNO,PETRAEUS Y “SURGE”
El general Odierno estuvo por primera vez en Irak en el 2003 y comandó una división de infantería en el Triángulo Sunita,aplicando tácticas represivas a la población y se fue pensando que las cosas iban bien.Cuando regresó en 2006 con instrucciones para iniciar el retiro de tropas que había anunciado Bush encontró,señala Ricks, que la situación era “bastante desesperada” y desarrolló una serie de acciones para modificar los planes que debía aplicar.
Según sus instrucciones tenía que sacar a las tropas estadunidenses de las grandes ciudades y establecer grandes bases en los caminos claves de acceso a Irak para controlar la influencia del exterior.También tenía que acelerar la transición a las fuerzas de seguridad iraquíes y dejarles a ellos la lucha en las ciudades.
Odierno y un grupo de oficiales decidieron hacer lo contrario y,sobre todo,optaron por no acelerar la transición a los iraquíes y pidieron más tropas.Contaban con el apoyo en Washington de influyentes generales en retiro y obtuvieron más tropas cuando Gates asumió la secretaría de Defensa y se puso en práctica la estrategia conocida como “surge”,que quiere decir “oleada o marejada” y que está referida al aumento de loa contingentes militares.
La situación mejoró, disminuyeron las muertes de soldados estadunidenses,aunque en eso influyó el término de las limpiezas étnicas de los chiítas.Hubo cambio de mandos y en febrero de 2007 llegó a Irak el general Petraeus como comandante en Jefe, al que uno de sus oficiales le dijo,cita Ricks, “Sabe,señor,lo mas difícil para usted,si llega a eso, va a ser decirle al pueblo Americano y al presidente que esto no está funcionando”.
Petraeus recibió las nuevas tropas y le correspondió exponer la situación en el congreso,junto al entonces embajador estadunidense en Irak.Lo más importante de su exposición,y en su momento lo comentamos en estas páginas,fue su afirmación de que la salida en Irak no era militar sino política.Ricks señala en su artículo del 9 de febrero pasado que la nueva estrategia,la “surge” era “un mapa de carretera para lo que los planificadores militares llaman ´la guerra larga´”.
Y de eso se trata,los militares estadunidenses estiman que deben permanecer en Irak varios años con al menos unos 30 mil hombres.Es más, Odierno señaló que uno de los puntos en los que él pondría el acento al nuevo comandante en jefe sería “la importancia de que nosotros nos vayamos con honor y justicia” y agregó ”Para los militares esto es extremadamente importante debido a todo el sacrificio y tiempo y,de hecho,cómo todos nos arreglaremos y adaptaremos”.
Es de hacer notar que todas las entrevistas con militares que aparecen en el libro y en los artículos que está publicando Ricks fueron concedidas en el entendido de que se publicarían en el curso de este año.Se diría que de parte de los uniformados tienen dedicatoria.
PETRAEUS Y OBAMA,VIEJOS CONOCIDOS
La situación parece reeditar lo sucedido cuando John Kennedy decidió que había que ponerle fin a la guerra de Vietnam.Los militares se opusieron,se les dio un plazo para que presentaran una alternativa,no lo hicieron y a los pocos días Kennedy fue asesinado.Gareth Porter, el periodista e historiador que recordó estos hechos, está siguiendo de cerca también esta controversia.
La semana pasada señalamos en estas páginas que resultaba extraño que ni el presidente ni sus voceros hubieran comentado las declaraciones de Robert Gates en el Senado estadunidense, en las que señaló que las tropas permanecerían varios años en Irak.Obama ha optado por reiterar su posición y en una entrevista con NBC,dijo que sí habrá un retiro sustancial de tropas dentro de un año y que “vamos a mostrar en un modo muy formal cuáles son nuestras intenciones tanto en Irak como en Afganistán”.
Sobre este mismo punto Gareth señala que el 21 de enero se efectuó una reunión en la Oficina Oval de la Casa Blanca en la que el general Petraeus,apoyado por el secretario de Defensa Robert Gates,intentó convencer a Obama de que tenía que dar marcha atrás a su campaña por el retiro de las tropas de Irak en 16 meses.El presidente les dijo que no estaba convencido y que quería que Gates y los jefes militares regresaran pronto con un plan detallado para los 16 meses.
Según los informante de Gareth en la Casa Blanca, Petraeus se veía muy descontento al salir de la reunión y uno de los miembros del staff del mandatario que estuvo presente comentó:”Petraeus cometió el error de pensar que aún estaba lidiando con George Bush en vez de con Barack Obama”.Los generales y Gates,se dijo,le querían “vender” a Obama el plan que habían formulado en los últimos meses de la administración Bush.
Las discrepancias entre Obama y Petraeus no son nuevas.Cuando el general concurrió a las audiencias del Senado a las que ya nos hemos referido,presidía el Comité de Relaciones Exteriores el senador Joe Biden, hoy vicepresidente.Y fue especialmente cuestionado por dos senadores:Barack Obama y Hillary Clinton.
A los planteamientos del general, el hoy presidente preguntó según cita Ricks:”Cómo limpiamos este embrollo y sacamos lo mejor de una situación en la que no hay buenas opciones,hay malas opciones y peores opciones?” y agregó “Cuánto va a tomar esto y en qué punto decimos basta?”.Luego sostuvo” Usted dijo...que el pueblo iraquí comprende que la paciencia del pueblo Americano no es ilimitada.Pero eso parece ser exactamente lo que usted está pidiendo en este testimonio”.
Según Ricks,lo que más molestó a Petraeus fue lo que dijo Hillary Clinton,hoy secretaria de Estado:”Usted ha sido el vocero de hecho de lo que para muchos de nosotros parece una política fracasada” y añadió”Creo que los informes que usted nos da realmente requieren una suspensión por desconfianza”.
Volviendo a Gareth,sus informantes le señalaron que si Obama no cambia su posición,y hasta ahora se ha mantenido en ella, los generales lanzarán una ofensiva para responsabilizar por adelantado al presidente de lo que ellos califican de “colapso” a producirse en Irak.En estas maniobras no sólo hay generales en ejercicio, también influyentes ex generales y obviamente todo el aparato montado por el ex vicepresidente Cheney.
No hay duda de que la situación es tanto o más grave que la crisis financiera y la recesión,porque está en juego el presidente.La pregunta es hasta cuándo permanecerá Gates como secretario de Defensa.
Frida Modak
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