Quien, como yo, decidió dedicar muchos de sus esfuerzos por la liberación de las cárceles norteamericanas de Cinco hombres cubanos prisioneros políticos del imperio, sabe que ellos tienen muchas casas diseminadas por el mundo, muchas familias, de muchas etnias distintas, de colores de la piel de las más diferentes tonalidades y de los idiomas más disimiles, pero con un solo deseo: de volverlos a ver lo más pronto posible entre los brazos de su Cuba querida.
Una de sus muchas casas cubanas es la Casa de los Estudiantes en el CUJAE, donde, a partir del 22 de enero de 2009, los terceros jueves de cada mes, los luchadores por los Cinco se encontran para que el arte sea la voz que difunda la noticia y rompa el muro de silencio y el sonido de un guitarra o cualquiera otra manifestación cultural se vuelva un mensaje de paz y esperanza.
La organización del encuentro estuvo a cargo del Comité de Solidaridad de los Cinco en la Ciudad Universitaria José Antonio Echeverria (CUJAE), un instituto politécnico de La Habana, que patrocinó esta actividad para activar el acuerdo del 2° encuentro de la Red de Universidades en Solidaridad con los Cinco, que consideró el arte un medio para atraer a los compañeros solidarios para unirse en la lucha.
Las almas del grupo de solidaridad con los Cinco del CUJAE son Julián Gutiérrez y Gilda Vega, que en una fria tarde de enero, nos esperaron con los brazos abiertos, junto a un grupo numeroso de estudiantes procedentes de muchos países de América Latina, y por supuesto de Cuba también.
En efecto, en este gran complejo universitario (398000 m²) que comprende más de 40 edificaciones, estudian unos 11500 estudiantes, de estos 2400 son becados y 400 son chicos extranjeros que vienen de 64 naciones de todo el mundo.
Para mí, que fué la primera vez que participé personalmente en la Red de las Universidades en Solidaridad por los Cinco, (yo hago parte del Comité Internacional de Libertad por los Cinco), fué emocionante conocer el rostro de aquellos compañeros que siempre sigo por internet y admiro por su incesante trabajo.
Cuando Julián me convocó a este encuentro cultural, decidií casi de inmediato ayudar y para que esta reunión fuera aún más emotiva, invitar al cantautor chileno Galo Espinoza, que se encontraba a Cuba de vacaciones, en ocasión del 50°anniversario de la Revolución cubana.
Él partenece al grupo Cristal Andino, un conjunto musical chileno-sueco, y es capaz, con su música, de hacer vibrar muy fuerte los corazones de los oyentes. Anteriormente, durante un breve momento musical que Galo regaló en la Fragua Martiana, para los alumnos de la Universidad del Adulto Mayor de la sede de Centro Habana, un estudiante le gritó, después de haberlo escuchado: “por fin Víctor Jara pudo volver a cantar”, y esto conmovió intensamente al artista, que tuvo casi que interrumpir el concierto por la emoción.
Sus canciones tratan temas muy fuertes como la denuncia contra la impunidad de los crímenes de la Operación Cóndor, también himnos de apoyo y fuerza viva al Che y a su Hombre Nuevo, un himno revolucionario por el pueblo cubano….. “por eso te doy mi canto, a tu caminar de amor, consecuente convicción, salvación del ser humano”.
Galo dijo, cuando cantaba esta canción “Caminar de Amor” escrita para Cuba, que por el trágico momento que se está viviendo en la Franja de Gaza, su voz sería dedicada al pueblo palestino.
Yo pude conocer a Galo gracias al vuelo invisible de la mariposa de la cultura cubana, Celia Hart Santamaría, desaparecida recientemente, amiga inolvidable de los dos, que continúa tejendo hilos invisibles para reunir y potenciar las fuerzas de los revolucionarios más sinceros en el mundo entero.
Celia habría sido la primera en acudir a una invitación hecha por los jóvenes, ella que fue una de las fuerzas motrices principales del Comité Internacional por la Libertad de los Cinco, y con su energía irresistible, siempre trató de implicar las fuerzas nuevas, las únicas que pueden continuar el camino de la Revolución cubana y hacerla impenetrable al capitalismo.
En el patio de la Casa de los Estudiantes, el ambiente fué apoyado con la proyección, sobre una gran pantalla, de las pinturas de Antonio Guerrero, de las caricaturas de Gerardo Hernández (dos de los Cinco cubanos) y de algunas fotos actuales de los Cinco prisioneros políticos.
Después de algunas breves palabras de introducción de Julián, el conductor Ameneiros continuó presentando alternativamente lecturas de fragmentos de cartas de los Cinco (interpretadas por estudiantes, trabajadores del centro y personas de la comunidad), con canciones y poesías.
Un dúo de estudiantes peruanos de la Facultad de Medicina “Salvador Allende”, acompañados con una guitarra, leyeron la poesía “Cautivos en libertad” en la voz de Arianna Campero.
Los trovadores que animaron la tarde motivaron con fuerza a la lucha para que nuestros Cinco hermanos puedan volver lo más pronto posible a su patria.
La casualidad quiso que la banda sonora de la tarde fuera casi toda compuesta por músicos chilenos: Carlos y Edmundo, estudiantes de la CUJAE, nos regalaron canciones de Silvio Rodriguez y Víctor Jara; Fernando Encina, estudiante de la universidad chilena de visita en Cuba, prestó su voz a “Vuelvo” de Víctor Jara; Galo nos cantó cuatro de sus piezas, dedicadas principalmente a la Revolución cubana, a su ejemplo fundamental que está permitiendo el despertar de los pueblos de la América latina y prometió continuar su empeño con la solidaridad con Cuba y por la liberación de los Cinco.
La última cancion, “Levantate”, escrita por Galo, algunos años ante, después de este viaje a Cuba, quedó dedicada para siempre a nuestra amiga Celia, aunque seguirá siendo un himno para todos los rebeldes del planeta, para que no se rindan nunca delante del poder capitalista, un estímulo universal a no abandonar la lucha…. “Levántate, levántate, no me dígas que estas solo o tienes miedo.
Levántate, levántate, ven conmigo a construir el Hombre Nuevo”.
La tarde musical terminó con un cantautor cubano, Danilo Vázquez, que dedicó su música a la humanidad, contra la injusticia, le cantó a Fidel Castro, al Che Guevara y a Jesús Cristo: tres hombres consecuentes que estuvieron siempre de parte de los más débiles y de los que sufren.
Finalmente Gilda, que leyó la carta de Gerardo Hernández, de septiembre del 2008, dedicada a todos los solidarios del mundo, escrita después del resultado de la Apelación de Atlanta, que confirmó las sanciones de Gerardo y René, mientras mandó a juicio los casos de Ramón, Antonio y Fernando.
A este punto ninguno pudo percibir el frío atmosférico, todo estuvimos más que seguros que la fuerza de la solidaridad hará regresar a nuestros hermanos a sus casas, porque (como afirma el lema de la Red de las Universidades por los Cinco) “cada día que los CINCO pasen en prisión es una nueva afrenta a todas las personas honestas que luchan por un mundo mejor”, y nosotros no podemos permitirlo, porque como nos enseñó el Che Guevara….. “y sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera, en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario”.
Ida Garberi *
*la autora es la responsable de la página web en italiano de Prensa Latina
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