Entrevista a Hans Küng, teólogo crítico con la jerarquía eclesiástica
Tubinga, en el sur de Alemania. Aquí se cruzaron las vidas de dos figuras de la Iglesia católica en los años 60. Es la ciudad donde el teólogo Hans Küng propuso a Josef Ratzinger -el Papa Benedicto XVI- que diera clases en la Universidad Católica.
Pero la evolución de ambos fue muy diferente. Mientras que Ratzinger conmocionado por la revuelta estudiantil del 68 adoptaba postulados más conservadores, Hans Küng, “super-estrella” de la teología europea, se transformaba en crítico de la jerarquía eclesiástica y abogaba por el fin del celibato y se posicionaba a favor de los métodos anticonceptivos.
Los dos participaron en el Concilio Vaticano II, un acontecimiento mayor para la Iglesia Católica, que marcó su apertura al mundo moderno y al diálogo interconfesional.
Varias décadas más tarde, esto es lo que piensa el “alter ego” de Jospeh Ratzinger sobre el Papa
euronews: “El intento del Papa Benedicto XVI de reinsertar a los integristas de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X en la Iglesia católica ha desencadenado una oleada de indignación. ¿Puede alguien que pone en duda el holocausto ser miembro de la Iglesia católica?”.
Hans Küng: “No. Yo creo que alguien que pone en duda el holocausto no puede permanecer en la Iglesia católica. El extermino judío ha sido el mayor crimen en la historia de la humanidad. Murieron seis millones de personas.
Y recuerdo que durante el Concilio Vaticano II ya defendí que el antisemitismo de los nazis tenía su origen en el antijudaísmo plurisecular de las iglesias cristianas.
Empezando por el luteranismo. Lutero era de todo menos amigo de los judíos.
Y de esa forma, las iglesias cristianas y nosotros, como cristianos, acarreamos una enorme culpabilidad con respecto a los judíos.
Pero como quiero ser justo, me gustaría añadir que también los judíos tienen que acatar el principio de tolerancia. El Estado de Israel, que se define como un Estado judío, debe probar su tolerancia con los árabes. Y debe aceptar que los palestinos construyan finalmente su propio Estado”.
euronews: “Los obispos se jubilan a los 75 años, para los cardenales la edad límite son los 80. El Papa, sin embargo, cumplirá pronto 82 años. ¿Cree que debería jubilarse?”.
Hans Küng: “Yo no le recomendaría que dimitiese. Es más bien todo el sistema de la jerarquía católica el que ya no funciona. El Papa ni siquiera tiene un gabinete. El Papa hace y decide todo solo. Esa no es forma de gobernar en pleno siglo XXI. Me doy cuenta de que desgraciadamente todo depende del Papa. Estamos aún en un sistema absolutista comparable a la época de Luis XIV”.
euronews: “¿Debemos deducir que las relaciones entre el catolicismo por una parte y el judaísmo por otra han sufrido un daño irreparable?”
Hans Küng: “Yo no hablaría de daño irreparable. Sin embargo, sí que se constata un daño duradero. Mantengo un estrecho contacto con un rabino de Berlín que me dice: “Los daños no se pueden reparar de un día para otro”.
La gente ya no confía en el Papa. Es lo que sucede también entre los musulmanes. Cabezas visibles de la comunidad islámica y otras personalidades religiosas destacadas comienzan a desconfiar del Papa y dicen que no es un interlocutor fiable”.
euronews: “Usted fue uno de los artífices del Concilio Vaticano II, de hecho participó en él. ¿Cree que, hoy por hoy, en 2009, la historia de la Iglesia retrocede hacia la Edad Media? ¿Cree que se están poniendo en tela de juicio las reformas del Concilio Vaticano II?”
Hans Küng: “Sí, totalmente. La Iglesia Católica ha dado marcha atrás y vuelve a la Edad Media, a la contrareforma y al antimodernismo”.
euronews: “En su opinión, ¿Por qué ese Concilio Vaticano II sigue siendo tan importante en 2009? ¿Qué debemos salvar de él?”
Hans Küng: “Antes de aquel concilio, estábamos estancados en la Edad Media católico-romana. Luchábamos contra la reforma. Y organizamos una contrareforma. Nosotros, la Iglesia Católica, luchamos contra los tiempos modernos. En ese contexto, el Concilio Vaticano II es muy importante. Fue un verdadero combate para implantar la libertad de religión, la libertad de cociencia.
Fue extremadamente apasionante. Y en esa época, Josef Ratzinger y yo mismo compartíamos las mismas ideas y pensamientos.
Las consecuencias de todo aquello fueron enormes, históricas: Concretamente, la Iglesia Católica se abrió al diálogo con el judaismo, porque antes las relaciones estaban envenenadas.
Se produjo también una apertura hacia el Islam y otras grandes religiones. Y hacia las ciencias modernas, hacia la cultura moderna, de la democracia, de los derechos humanos. Como vé son muchas cosas. Si anulásemos todo eso, la Iglesia se transformaría en un castillo fortificado. Y eso llevaría al éxodo de quienes no quieren esa vuelta atrás”.
euronews: “El Papa acaba de estar en África. Si lee las portadas de la prensa internacional, sobre todo alemana y francesa, se vierten críticas bastante duras por las declaraciones del Benedicto XVI sobre la lucha contra el sida y la contracepción. ¿Cuál es el balance de ese viaje?”
Hans Küng: “El Papa es sin duda un personaje que encarna la esperanza en la lucha contra los regímenes corruptos y contra los dictadores. Por eso me entristece que no haya sabido aprovechar esta oportunidad para decirle a la gente que una planificación familiar razonable y una contracepción razonada son justificables”.
euronews: “¿Y cómo cree que debería gestionar las relaciones entre la cristiandad y el Islam?”
Hans Küng: “Hace muchos años, el Papa Benedicto cometió un error; su discurso en Ratisbona. Ese día acusó al Islam de ser una religión violenta. Sin embargo, corrigió sus palabras, aceptó la invitación para viajar a Turquía y dio su visto bueno a la redacción común de un documento cristiano-musulmán. Creo que entonces dió un paso en la dirección adecuada”.
euronews: “Desde el Concilio Vaticano II, la Iglesia Católica acepta, por simplificar un poco, el principio de separación entre la Iglesia y el Estado. Ese no es siempre el caso en la religión musulmana. ¿Cree que eso supone un problema?”.
Hans Küng: “La Iglesia Católica no aceptó las ideas de los derechos humanos y la tolerancia hasta la época de Juan XXIII y del Concilio Vaticano II.
La Iglesia católica tardó mucho tiempo en llegar a ese punto. Por eso, deberíamos comprender que también los musulmanes necesiten tiempo.
Pero actualmente hay signos positivos, por ejemplo en Turquía.
Es muy importante que el Islam construya un modelo nuevo para redefinir la relación entre la religión por una parte y el Estado por otra”.
es.euronews.net
No hay comentarios.:
Publicar un comentario