La biblioteca podría convertirse en el principal refugio en la ciudad inhóspita que nos pretenden imponer. Y cada vez es más inhóspita la ciudad (como concepto de desarrollismo global) y más refugio la biblioteca (de espalda al caos).
El modelo hombre-robot (un cuerpo ambulante -el esclavo moderno y “civilizado”- al servicio de grupos de poder) nos ha llevado a vivir (la vida que no era vida) en una constante (y absurda) carrera. No hay tiempo ni espacio en la ciudad. Unos van y otros vienen. Difícil será llamar al amigo que se confunde entre la masa huracanada. Y quien se detenga, en el intento, podría caer (sin que se entere el mundo) o convertirse en estatua.
En medio del abismo urbano resulta gratificante abrir las puertas de una biblioteca y observar la serena permanencia de quienes se refugian en aquella instalación cargada de memoria. En los pasillos circula movimiento; hay en las mesas la otra mirada (la interior) de lo humano. Los refugiados huyen del mercado del ruido, no quieren partir; es posible que deseen vivir, por siempre, entre papeles. Ellos, como ratones que pasean por los libros, huyen de los gigantes que golpean el espacio exterior.
Toda biblioteca es un centro de serena convivencia (lo primero articula lo segundo) entre el yo y los otros. Son necesarias muchas bibliotecas; cada ciudad debería ser una gran biblioteca. Por ello (y como el consumo no da espacio para tanta vida) hay que celebrar proyectos como “Semillas, Bibliotecas Escolares y Centros de Aprendizaje”, de Nicaragua. Los líderes de este importante trabajo, como quijotes estratégicos y victoriosos, asumen que “las bibliotecas son instrumentos fundamentales para la educación y el desarrollo. La biblioteca escolar es parte integrante del proceso educativo”. En su plan de trabajo aseguran que “deseamos contribuir para que toda comunidad tenga una biblioteca escolar digna que provea gratuitamente una oportunidad para adquirir conocimientos, comprender, desarrollar la imaginación y entretenerse”.
Es el objetivo de “Semillas, Bibliotecas Escolares y Centros de Aprendizaje”, “promover, crear y fomentar en la población escolar el hábito y el gusto de leer, de aprender y de utilizar las bibliotecas a lo largo de toda su vida”. Ellos pretenden levantar bibliotecas por toda Nicaragua. El mundo (el primero, el segundo y el quinto) necesita fortalecer la idea (y el hecho) de la biblioteca como espacio de convivencia entre el yo y los otros. Hay que abrir las puertas de lo profundo, aún no somos lo suficientemente humanos.
Edgar Borges
No hay comentarios.:
Publicar un comentario