martes, julio 17, 2012

Elecciones en EE.UU. Con ustedes, los candidatos.


Los comicios presidenciales a efectuarse en Estados Unidos durante el mes de noviembre presentan una batalla reñida entre el actual presidente demócrata, Barack Obama, y su adversario republicano, Mitt Romney. Una pediatra de 62 años aparece como opción al tradicional bipartidismo del país.

Ante la cercanía de las elecciones presidenciales que se realizarán en Estados Unidos en noviembre, las encuestas empiezan a mostrar diferencia de puntos entre los dos candidatos mejor perfilados a ocupar la oficina oval de la Casa Blanca: Barack Obama, actual presidente de los Estados Unidos que va por la reelección, y Mitt Romney, candidato por el Partido Republicano.
Si bien los números en las encuestas venían mostrando un empate durante los meses previos, en el último estudio efectuado por el centro independiente Pew Research Center, Obama se situó siete puntos por sobre el aspirante republicano, con 50% de la intención de voto frente al 43 % de Romney.
La pérdida de tres puntos porcentuales respecto del mes de junio, responde en parte al gran descontento que el candidato republicano generó con sus comentarios racistas y xenófobos. Por otro lado, Romney habría perdido la ventaja que tenía como el candidato considerado mejor capacitado para solucionar las dificultades económicas.
Según el informe, la situación laboral es el tema que más impacta en la campaña, por lo que el voto de confianza del electorado en relación a la posibilidad de Barack Obama de aumentar la creación de empleo es determinante en la ventaja del actual presidente, que se ubica en este ítem cuatro puntos por encima de Romney.
En el resto de aspectos por los que fueron entrevistados, que incluyen inmigración, mejorar la situación económica en términos generales o defender al país del terrorismo, Obama supera al republicano con varios puntos de diferencia. De los 12 temas evaluados por la encuesta, Romney solo es visto como más fuerte en la reducción del déficit del presupuesto general.
A su vez, el actual presidente cuenta con apoyo mayoritario entre las mujeres, los afroestadounidenses, los jóvenes y los hispanos, todos grupos que podrían darle la ventaja electoral.
Obama se ha dado una política activa hacia los votantes hispanos, que suman 50 millones de personas y son un sector codiciado por los candidatos, al promulgar una reforma migratoria que garantiza que aquellas personas que hayan ingresado al país siendo menores de edad no serán deportadas.
Sin embargo, la crisis económica que eclosionó a finales de 2008 y que contribuyó a que Obama consiguiera la presidencia, es un factor de vulnerabilidad que se suma a la falta de puntos fuertes en la campaña para un segundo mandato, lo que debilita su figura.
La batalla también se da en torno a uno de los temas en los que más invierte el ejecutivo del país del norte, seguridad y defensa. El miércoles pasado Romney salió a cruzar al presidente, junto con otras autoridades republicanas, por sus dichos de que Venezuela no era una amenaza para la seguridad nacional del país.
Obama dijo en una entrevista el martes, que su gobierno entiende que lo que Chávez ha hecho en los últimos años no ha tenido un impacto serio sobre Estados Unidos en materia de seguridad nacional.
Ante esto, el republicano afirmó que "Hugo Chávez ha suministrado protección a capos de la droga, ha alentado organizaciones terroristas que amenazan a nuestros aliados como Colombia, ha fortalecido vínculos militares con Irán y le ha ayudado a evadir sanciones, y ha permitido la presencia de (el movimiento islamista) Hezbolá dentro de su país".
En la misma dirección, Romney criticó le decisión tomada por el gobierno de recortar el presupuesto de defensa. En una carta abierta señaló al jefe de la Casa Blanca que su insistencia en reducir los gastos para la seguridad nacional dejará sin empleo a más de 200 mil militares, a la vez que provocará el cierre de industrias y astilleros vitales para las fuerzas armadas estadounidenses.
En tanto, los votantes independientes a los que apuntan ambos candidatos siguen divididos: el 46 por ciento de ellos apoya a Mitt Romney, mientras que el 45 por ciento apoya a Obama.

Candidata verde

El partido verde, ecologista y de centro izquierda, designó oficialmente a Jill Stein, una pediatra de 62 años, como su candidata. Su programa electoral se basa en un sistema de cobertura sanitaria universal, matrículas gratuitas para acceder a la educación universitaria, el perdón de la deuda de los estudiantes y una moratoria inmediata a todas las viviendas sobre las que pesa una ejecución hipotecaria. La nueva aspirante a la Casa Blanca también defiende un nuevo pacto ecológico, que “crearía millones de puestos de trabajo y lucharía contra el cambio climático”.
Stein hará campaña en 45 estados en la búsqueda de “romper el histórico bipartidismo en Estados Unidos”. "Necesitamos un partido político nuevo y no comprado, que pueda poner a personas con integridad a trabajar", aseguró Stein.
La espirante a la vicepresidencia es Cheri Honkala, una madre soltera de 49 años, activista social en comunidades de Filadelfia (Pensilvania, noreste) y coordinadora nacional para el movimiento Derechos Humanos para la Gente Pobre en Estados Unidos.
Honkala viene de un pasado humiled, fue madre muy joven, perdió su trabajo en Minnesota (norte) y después su casa, por lo que acabó viviendo en su coche con su hijo.
"Conozco en primera persona lo que es morirse casi de frío con un niño de nueve años en uno de los países más ricos del mundo", reconoció. No obstante, se recuperó y en los últimos 25 años se ha convertido en una de las principales defensoras de los derechos humanos.
Los candidatos harán campaña hasta el martes 6 de noviembre, fecha en que han quedado pautadas las elecciones en las que el pueblo estadounidense eligirá no solo presidente y vicepresidente, sino también 33 senadores y la totalidad de la Cámara de representantes, once gobernadores y hvarios legisladores en los Estados.

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