Declaraciones del lingüista y comentarista político estadounidense Noam Chomsky
El presidente de los EE. UU., Barack Obama, un oportunista, ha anulado el principio histórico de presunción de inocencia, y la candidata a sucederlo Hillary Clinton es aún más agresiva, dice Noam Chomsky.
Escribí sobre él en las primarias de 2008, basándome tan sólo en su página web (…), y me pareció un oportunista, dice Chomsky para iniciar su valoración del ya avanzado mandato presidencial de Obama.
Al no albergar ninguna expectativa previa sobre Obama —cuyo mandato expirará a principios de 2017—, Chomsky no se sintió decepcionado. Incluso aprecia la reforma sanitaria del mandatario como “un pequeño paso” hacia una “sanidad nacional”, que es lo que deseaban dos terceras partes de los estadounidenses y que fue desechado sin discusión alguna, recuerda.
Mucho más crítico se muestra el referente de la izquierda estadounidense con el lanzamiento por Obama de un programa de asesinatos por medio de aviones no tripulados.
El sistema de sanidad de EE.UU. es horrible. Cuesta al menos el doble del de sociedades comparables y da uno de los peores resultados, protesta Chomsky.
Con este programa de asesinatos, alerta Chomsky, Obama “ha anulado el principio (de presunción de inocencia) designando personas como culpables si la Casa Blanca decide que podrían un día querer dañarnos”.
“Si cualquier otro país, como Irán, hiciera esto, lo consideraríamos como justificación de una guerra nuclear”, señala sobre el doble rasero imperante en la política exterior de Washington.
Y aún considera “quizá un poco más agresiva” a la exsecretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton, al preguntársele sobre la posibilidad de que suceda a Obama en 2017.
(Obama) ha anulado el principio (de presunción de inocencia) designando personas como culpables si la Casa Blanca decide que podrían un día querer dañarnos, denuncia el prestigioso politólog. También carga contra los círculos sionistas: “aquellos que se llaman defensores de Israel, de hecho están defendiendo su degeneración moral, su creciente aislamiento internacional y es posible que, finalmente, su destrucción”, dice, señalando el expansionismo belicista del régimen israelí como “suicida e inmoral”.
El señalado en 2005 como “el máximo intelectual del mundo” hace además una crítica demoledora del régimen político de EE.UU., observando que la mayoría de la población está, en la práctica, “privada de derechos”.
“Los tres cuartos —más o menos— inferiores en la distribución de ingresos no tienen absolutamente ninguna influencia en la política del Gobierno (…). La orientación política se establece en la cúspide”, denuncia Chomsky.
Aquellos que se llaman defensores de Israel, de hecho están defendiendo su degeneración moral, su creciente aislamiento internacional y es posible que, finalmente, su destrucción, analiza el referente de la izquierda estadounidense. Chomsky llega a equiparar la participación actual en las elecciones estadounidenses a la existente alrededor del nivel de principios del siglo XIX, cuando el derecho al voto estaba limitado a los propietarios blancos varones”, y considera esta regresión histórica como “el abandono de la creencia en (la existencia de) ningún tipo de sistema democrático”.
En medio de este desastre político estadounidense y occidental, el politólogo advierte: “la especie humana va a la carrera hacia el desastre”, que divisa, por un lado, en “la amenaza nuclear, que es significativa y creciente”; y, por otro, en “la catástrofe medioambiental”.
“A no ser que todos nosotros, incluyéndome a mí, nos dediquemos a salvarnos de nuestra propia locura, estamos condenados”, alerta.
Para prevenir esos desastres, dice Chomsky, se hace necesario “una clara inversión de la orientación política” para avanzar “muy rápido hacia la energía sostenible”, además de “eliminar la amenaza de las armas nucleares”. Cambio que considera “a nuestro alcance y realizable, pero con mucho esfuerzo”.
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