lunes, junio 08, 2015

60 aniversario de la RDA



En los últimos meses, en la República Federal Alemana (RFA), se está utilizando un gigantesco aparato propagandístico para recordarse del 60º Aniversario de la RFA.
Los 60 años de existencia de la RFA son pintados como una historia llena de éxitos puros, sin opción; mientras que la REPÚBLICA DEMOCRÁTICA ALEMANA (RDA) se pinta fúnebre, inmovilista y un país de injusticia, la “segunda dictadura”.
En esta RFA, se hacen esfuerzos masivos para callar no sólo el pasado fascista sino también la responsabilidad que le corresponde al capital alemán por lo que se iniciara en 1933, por el 1º de Septiembre de 1939, tratándose –igualmente- de dejar de lado sus implicaciones y de silenciar las causas originarias de la división de Alemania.
La intención evidente: hacerle creer a todo el mundo que nunca existiera un Estado alemán, la RDA, donde la gente no tenía miedo de perder su trabajo ó su vivienda, donde la educación no dependía del bolsillo, donde la política de paz y el antifascismo era razón de Estado.
Entre dos sistemas antagónicos
Después de derrotado el fascismo alemán, en Mayo de 1945, se dividió Alemania en cuatro zonas de ocupación.
En las zonas de ocupación estadounidense, británica y francesa bastante pronto se emprendieron los pasos para restaurar el capitalismo, contándose con el apoyo de las potencias de ocupación. Durante la Guerra Fría, fueron EE.UU. y los otros países capitalistas punteros en aquella época, utilizando en Europa todo el potencial político y económico de Alemania Occidental en contra de la Unión Soviética y los países de Democracia Popular.
Más tarde –acompañando la fundación de la República Federal Alemana en 1949- los nazis de antaño volvieron a los cargos y funciones: en la industria, la política, en las estructuras jurídicas y militares, en los servicios secretos.
Diferente el desarrollo en la zona de ocupación soviética. Conforme a las resoluciones del Acuerdo de Potsdam y apoyado por la Unión Soviética, se optó por una vía de desarrollo democrático-antifascista.
Se efectuaron reformas fundamentales, más adelante determinantes para la construcción y la política de la RDA. Entre ellas figuraron: la reforma agraria; la expropiación de los criminales nazi y de guerra de sus empresas; se transformaron en propiedad social los más importantes medios de producción; se ejecutó una reforma trascendental de la enseñanza escolar y la educación superior; la garantía legal de la total igualdad de género; se fijaron los derechos de las generaciones jóvenes; todo ello incluyendo que de forma sistemática se inculcaban y cuidaban las tradiciones antifascistas.
Se convirtieron en base de la nueva política exterior, el respeto consciente del Acuerdo de Potsdam, el reconocimiento de las fronteras resultantes de la II Guerra Mundial, la creación y mantenimiento de relaciones amigables con todos los países, sobre todo con la Unión Soviética, el compromiso de prestar la fuerza entera por la defensa de la Paz.
El 7 de Octubre de 1949 se fundó la RDA, hecho acontecido en condiciones políticas y económicas iniciales extremadamente complejas, como la ubicación en el límite entre dos sistemas sociales antagónicos. En los años subsiguientes la Unión Soviética y la RDA repetidas veces presentaron propuestas con vistas a una Alemania única, neutral, desmilitarizada.

Una experiencia socialista

La RDA, más pequeña y económicamente mucho más pobre, en comparación con la República Federal, pudo existir y desarrollarse sólo con el apoyo de la Unión Soviética y de los países de Democracia Popular en desarrollo y, más en adelante, por ser parte de la comunidad de los países socialistas.
El Programa del DKP (por las siglas en alemán del actual Partido Comunista Alemán) dice al respecto de los logros y progresos de la RDA: “La República Democrática Alemana, bajo el liderazgo del Partido Socialista Unificado de Alemania (PSUA), le puso límites al poder del imperialismo alemán. Durante cuatro décadas en una parte de Alemania fue removido el dominio de los monopolios y de los bancos. La liberación del fascismo le abrió al pueblo alemán posibilidades favorables para la creación de un orden antifascista-democrático en toda Alemania. Sin embargo, esta oportunidad sólo se aprovechó consecuentemente en la parte oriental de Alemania o sea en la zona de ocupación soviética, que luego fue la República Democrática Alemana (RDA). Con la RDA se constituyó en el territorio alemán una alternativa socialista al imperialismo alemán. La RDA, su antifascismo consecuente, su lucha por la paz, por la distensión y por el desarme así como la realización de derechos sociales elementales, forman parte de los logros más grandes del movimiento obrero alemán y son parte del patrimonio humanista en Alemania.”

Derrota, memoria y certeza

Tanto más amargo el quebranto y la derrota del socialismo en Europa y el fin de la RDA.
Decisivos para ello fueron el atraso económico y la productividad deficiente de la economía nacional de la RDA en comparación con la RFA. No obstante todavía en 1989 la RDA figuraba entre las 20 naciones industriales más fuertes del mundo.
De importancia esencial fueron una democracia deficitaria y otros aspectos más.
La razón interna principal para la derrota del socialismo real en Europa y también en la RDA consiste en el estancamiento creciente de las relaciones sociales. No se logró darle al Socialismo, en base a sus propios principios y de acuerdo al nivel de desarrollo alcanzado, empujes revolucionarios de desarrollo cada vez nuevos.
Desde mediados de los años 80, a más tardar, el desarrollo social estaba estancado.
En el verano de 1989, cuando el gobierno de la URSS, bajo Gorbachov, “desistió” de la RDA, el “destino” de ella quedó sellado.
Ya la unión monetaria y económica realizada a inicios de 1990 significaron la toma de posesión de la RDA por la RFA; la entrega de Alemania Oriental al gran capital.
Las cuestiones de poder y propiedad estaban resueltas en favor de los grandes monopolios, los bancos y las compañías de seguro.
El 2 de Octubre de 1990 la RDA se asoció a la República Federal Alemana acorde al Artículo 23 de la Constitución de la República Federal Alemana.
Desde entonces, los que en la RFA están en el poder están haciendo todo lo posible por deslegitimar y difamar la RDA, para cambiar la historiografía.
No obstante, no han logrado ni extinguir la memoria, ni la certeza de que el Socialismo, sí es viable.

Nina Hager
Vicepresidenta del Partido Comunista Alemán (DKP).

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