miércoles, julio 06, 2016

Córdoba, la desobediente



Hoy se conmemora el aniversario número 443 de la fundación de la ciudad de Córdoba (o Córdoba de la Nueva Andalucía, como se la llamó en ese entonces).

En 1571, el virrey del Perú, Francisco Álvarez de Toledo, nombra Gobernador del Tucumán, por haber tenido suficientes cualidades sobresalientes (entre ellas la de ser un noble de familia reconocida en España, más exactamente de Sevilla) al experimentado Jerónimo Luis de Cabrera.
Jerónimo Luis de Cabrera recibe la orden virreinal de fundar aldeas por los territorios de lo que actualmente es Argentina (ya que poseía la calidad de adelantado de esas tierras), y adjudicar las riquezas de aquellos territorios a la Corona Española.
Como se sabe, el fundador de nuestra ciudad emplazó lo que actualmente es Córdoba por primera vez el 6 de julio de 1573, en lo que es ahora la zona céntrica, al sur del rio Suquía.

Una fundación diferente

Lo original de Jerónimo Luis de Cabrera es que la fundación de Córdoba se dio debido a una desobediencia del noble a la orden virreinal de Francisco Álvarez de Toledo.
El virreinato del Perú planificaba fundar aldeas para defender las conquistas de la Corona Española de los pueblos originarios. A consecuencia de este plan, la orden virreinal le pedía explícitamente a Jerónimo Luis de Cabrera que fundara aldeas que sirvieran de fortines en lo que actualmente es la provincia de Salta, o sino a la actual provincia de Santiago del Estero.
Al parecerles tierras totalmente inhóspitas y de escasa producción agrícola, Jerónimo Luis de Cabrera decide, independientemente de toda autoridad, fundar aldeas más al sur de dichos territorios.
En junio de 1573, Cabrera sale desde Santiago del Estero con más de 100 hombres y varios animales, hacia la región de los comechingones.
Tras un intento de poblamiento en la región de Quisquisacate el 24 de junio, funda la ciudad de Córdoba el 6 de julio de ese mismo año, llamándose en un principio “Córdoba de la Nueva Andalucía”, ya que quería cumplir una promesa que había realizado a su esposa,ya que su familia era de Andalucía.

¿Una muerte honorable?

La desobediencia de Jerónimo Luis de Cabrera a las autoridades virreinales, se debió a su ambición de obtener más dinero y territorios que le dieran riquezas, más que por simple “rebeldía”.
Cabrera es condenado por su desobediencia, a pesar de haber sido gobernador, ya que había sido reemplazado en el cargo por Gonzalo de Abreu, quien también era de familia noble. Se lo condena a un sumarísimo juicio adonde Cabrera pierde todas sus riquezas (rematadas a un precio vil) y sus allegados y amigos son perseguidos por el nuevo gobernador.
Aunque no se conocen exactamente las circunstancias de su ejecución, existen dos versiones: una en la cual de todas formas es golpeado con el “garrote vil” , luego dejado enfermo, sin habérsele dado los sacramentos y sin poder despedirse de sus seres queridos; la otra versión afirma que Cabrera se salva de morir engarrotado, pero es trasladado a Santiago del Estero, donde es decapitado un 17 de agosto de 1574.

Antes y ahora

Córdoba, la ciudad que fundara Cabrera, a lo largo de estos 443 años de existencia se transformó en la segunda ciudad del país y formó parte fundamental en momentos claves dela historia Argentina.
Nacida de una desobediencia, parece llevar bajo la máscara de la “Córdoba de la campanas “, la contracara de una Córdoba rebelde y revolucionaria. Cuna de la Reforma Universitaria, del Cordobazo y la experiencia clasista de los sindicatos SITRAC-SITRAM. Que convive con la carátula de conservadora, a la vez que en sus entrañas se organizan la resistencia de los precarizados y oprimidos y sus calles reciben a miles de jóvenes cada 24 de marzo y en cada “Marcha de la Gorra”.

Manuel Salazar

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