lunes, agosto 17, 2020

La deriva derechista de Cesar Vega y el PERI



Con su anuncio de apoyo a la candidata Laura Raffo en las elecciones a la Intendencia de Montevideo, el PERI de Cesar Vega profundiza su acercamiento a la derecha tradicional. ¿Cuál es la verdadera salida para los problemas ambientales?

Hace algunas semanas se oficializó el apoyo de Cesar Vega y su grupo político, el Partido Ecologista Radical Intransigente (PERI) a la candidata a la Intendencia de Montevideo de la Coalición Multicolor, Laura Raffo.
El apoyo a la derecha en las elecciones se da luego de una serie de votaciones, declaraciones y gestos de acercamiento a la coalición multicolor y hacia sus políticas antipopulares.
A pocos días de comenzar la emergencia sanitaria del Covid 19 Vega apoyó la medida de Lacalle de implementar un impuesto a los trabajadores públicos con ingresos altos. Si el presidente evitaba tocar las grandes ganancias de los empresarios y optaba por bajar salarios de trabajadores, Vega iba más allá pidiendo que esta rebaja fuera permanente. Por supuesto, de afectar a las grandes fortunas el lider del PERI no dice una palabra.
En este periodo también ha dado su voto en la cámara diputados para aprobar la Ley de Urgente Consideración (LUC) con su propuesta de ajuste, endurecimiento represivo y recorte de derechos y conquistas.
Los artículos de esta ley referidos a las áreas protegidas, que tuvieron sucesivas modificaciones y discrepancias incluso en la Coalición Multicolor, no han tenido una posición clara del PERI, cuando supuestamente se declara defensor del medio ambiente y enemigo de la depredación, el agro negocio y los modelos de desarrollo contaminantes. Entre tantas declaraciones confusas, Vega termina acompañando a un gobierno que con sus medidas ha demostrado que profundizará la destrucción del medio ambiente privilegiando los negocios de las forestales y las plantas de celulosa como UPM. En estos temas Vega no tiene mayores inconvenientes en acercarse incluso a Cabildo Abierto, aún cuando desde el MVOTMA Irene Moreira ha aceptado la reducción del área protegida de Paso Centurión o convalidado la instalación de UPM2; sin olvidar que también comparten con los seguidores de Manini Ríos su agenda de mano dura en materia de seguridad.

¿Ambientalismo aliado a la derecha y procapitalista?

El significativo crecimiento electoral del PERI le permitió en las últimas elecciones conquistar una banca en el parlamento, con un importante apoyo en aquellos departamentos sacudidos por conflictos ambientales y cuando la ecología y la contaminación son una preocupación en el electorado y en especial en la juventud.
Sin embargo la retórica y los discursos “ecologistas” de Vega no son mucho más que críticas cosméticas al modelo de desarrollo del agro negocio, con sus secuelas destructoras del medio ambiente y la calidad de vida.
Estos meses como diputado, y sus posiciones de apoyo al gobierno de la Coalición multicolor, han mostrado como por detrás de su frase “El Peri no es de izquierda ni es de derecha, es de la tierra” termina siendo absolutamente funcional a la derecha y sus planes de ajuste, saqueo de las riquezas naturales y depredación del ambiente.
Aunque intenta presentarse como un candidato distinto y alejado de la clase política tradicional, finalmente Cesar Vega y el PERI comparten visiones con una corriente verde que en toda Latinoamérica terminan apoyando gobiernos conservadores; ahí tenemos a Marina Silva en Brasil y su alianza con los pentecostales, el Partido Verde Ecologista de México aliado a Televisa y apoyando la pena de muerte, o los líderes de Greenpeace Argentina que terminaron en el gobierno de Macri.
Vega complementa sus posiciones “verdes” con posturas de derecha a nivel social, criticando la agenda de derechos y proponiendo la mano “firme” y el respeto a la policía como forma de enfrenta la inseguridad, que para Vega parece explicarse a partir del libertinaje que hubo a la salida de la dictadura como alguna vez declaró en un reportaje.
Al mejor estilo neoliberal ha criticado el “despilfarro” del Mides y las políticas sociales y hace poco, precisamente cuando anunció su apoyo a Laura Raffo, cometió el lapsus de señalar que las mujeres son muy entendidas en los temas de limpieza, mostrando su faceta más conservadora acerca del lugar de la mujer en la sociedad.

Para ser ecologista hay que luchar contra el capitalismo

Ser ecologista de manera consecuente implica luchar contra el sistema económico causante de los problemas ambientales.
El capitalismo destruye al plantea cuando toma a la naturaleza y los recursos naturales como mercancías; su esencia es la ampliación de la ganancia y la acumulación a cualquier costo, incluso si este costo implica la destrucción material del planeta.
Quienes impulsamos La Izquierda Diario Uruguay hacemos nuestra la declaración de la Fracción Trotskista-Cuarta Internacional ante la huelga mundial por el clima que tuvo lugar el año pasado. Allí se señala que “El modo de producción capitalista está en total contradicción con la naturaleza y con los procesos naturales de desarrollo. Para el capital, el factor determinante en este proceso es meramente cuantitativo. La feroz competencia obliga a cada capitalista a buscar constantemente formas de reemplazar a los trabajadores por máquinas que aumenten la productividad del trabajo y la masa de bienes lanzados al mercado y, por ende, la cantidad de recursos naturales consumidos para producirlos. La repetición constante de este ciclo de producción y reproducción del capital exprime impiadosamente todos los recursos, sin tomar en cuenta el tiempo requerido para su producción y regeneración natural”.
En este Uruguay de plantas de celulosas, industrias forestales y agronegocios la preocupación por el medio ambiente y cuidado del planeta han tomado relevancia para amplios sectores de la población. Para encontrar una salida de fondo a esta situación que amenaza el futuro mismo de la humanidad tomamos otro párrafo de la declaración de la FT-CI cuando señala que “La única manera de enfrentar la crisis ambiental global engendrada por el capitalismo es que en la lucha se implique la mayoría de la población con la clase trabajadora al frente. Y esto es así porque la contradicción capital-trabajo no es una más de las que caracterizan al modo de producción capitalista, sino la que lo estructura, ya que si la relación de la sociedad con el resto de la naturaleza está mediada por la producción, es revolucionando la producción como se puede regular racionalmente el metabolismo con la naturaleza. Por ello la clase trabajadora, la clase auténticamente productora de la sociedad, si se dota de una política hegemónica y no corporativa, es la única clase que puede actuar como articulador de una alianza social capaz de activar el “freno de emergencia” ante el desastre al que nos aboca el capitalismo”.

Hernán Yanes
Domingo 16 de agosto | 08:52

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