El cónclave discutirá un reforzamiento militar en el este europeo, la incorporación de nuevos socios (Suecia y Finlandia), el aumento del presupuesto de defensa y el combate de los flujos migratorios, entre otros puntos.
Anticipa, por tanto, una profundización de las tendencias bélicas que ya están en curso, y un mayor ataque a los pueblos del mundo.
Belicismo
La Otan se conformó en 1949, con Estados Unidos y algunas potencias europeas como núcleo fundador. La justificación que se daba a sí misma era la defensa frente a la Unión Soviética. Sin embargo, tras la disolución de la URSS, en 1991, la alianza atlántica no solo siguió en pie sino que inició una expansión hacia el este, actuando como el brazo militar de las políticas de colonización económica del imperialismo en los ex Estados obreros. Polonia, Bulgaria, Hungría, Rumania, Albania, la República Checa, los países bálticos, Croacia y Macedonia del Norte son algunas de las naciones que se integraron al organismo en sucesivas oleadas, y que tejieron un cerco sobre Rusia, el bocado más apetecido.
La posible incorporación de Ucrania y Georgia, que estaba bajo análisis, precipitó la invasión rusa y el actual conflicto bélico. Por eso, la reunión de Madrid definirá a Moscú como “amenaza” -y a China como “desafío sistémico”.
En el flanco oriental, la alianza atlántica planea aumentar la cantidad de tropas, transformando sus batallones en brigadas, lo que supondría doblar el número de soldados actuales.
Al mismo tiempo, se exhortará a los integrantes del club a que incrementen sus presupuestos de defensa hasta alcanzar el 2% del PBI. España ya anunció una suba de en el área. Mientras ajustan en educación, salud, salarios y jubilaciones, los Estados capitalistas refuerzan la industria armamentística.
En cuanto a la integración de Suecia y Finlandia, que terminará por plegar a todos los países nórdicos a la Otan (Islandia, Noruega y Dinamarca ya son socios), se subsanó la traba principal, que eran las objeciones de Turquía, uno de los miembros de la alianza. Ankara, Helsinki y Estocolmo suscribieron un memorándum conjunto en que los dos últimos se comprometen a combatir al Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), a la extradición de referentes kurdos, y al intercambio de información de inteligencia. Por tanto, el fichaje de estos países no solo elevará la zozobra en Europa sino que multiplica las agresiones contra el pueblo kurdo.
En el primer día de la cumbre, el presidente norteamericano Joe Biden se reunió con Pedro Sánchez, el mandatario anfitrión. Acordaron un mayor despliegue norteamericano en el país (subir de cuatro a seis los destructores en la base de Cádiz, incrementar de 1.200 a 1.800 la cantidad de marineros) y un respaldo recíproco contra los flujos migratorios desde América Latina a Estados Unidos y desde el norte de Africa al Estado español. El momento de este pacto no podría ser más ilustrativo: cincuenta migrantes latinoamericanos fueron hallados muertos en un camión abandonado en Texas. Y en Melilla, ciudad española en el continente africano, casi cuarenta personas fueron asesinadas por las fuerzas marroquíes, en cooperación con las fuerzas españolas, cuando saltaban un vallado fronterizo.
Además de todo esto, la Otan ratificará el apoyo militar al régimen ucraniano, que incluye el suministro de armamento pesado.
No a la escalada guerrerista
La cumbre de la alianza atlántica desató una importante movilización de miles de personas este domingo en las calles de Madrid, que reclamó la disolución de la Otan, rechazó la guerra y cuestionó al gobierno de Sánchez por el envío de armas a Ucrania y la represión a los migrantes. Para el miércoles 28, se había previsto una nueva convocatoria, pero no fue autorizada.
Es necesario repudiar la escalada guerrerista de la Otan y plantear el retiro de las tropas rusas de Ucrania. Con estas consignas, el Partido Obrero convoca un acto en la Cancillería argentina, el jueves 29 al mediodía.
Gustavo Montenegro
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