Los asesinos son solo asesinos a sueldo. Milicianos como los que mataron a Marielle. De la misma raza que la base política de Bolsonaro.
Él (Bolsonaro) dijo: “Este inglés estaba mal visto en la región porque hizo muchos artículos contra los garimpeiros, el tema ambiental”.
¿ Quién defiende a los indígenas y denuncia que está mal vista la pesca o minería ilegal?
El asesinato fue perpetrado por Amarildo da Costa Oliveira, el “Pelado”. Estarían involucrados Oseney da Costa Oliveira, “Dos Santos”, hermano de Amarildo, y el líder comunitario Manoel Vitor Sabino da Costa, conocido como “Churrasco”, su tío.
Detrás del doble asesinato encontramos un esquema de lavado de dinero para el narcotráfico a través de la venta de pescado y animales. Bruno conocía el esquema y, por lo tanto, contradijo a un líder local de drogas llamado Rubens Villar Coelho, conocido como “Colombia”, quien tiene doble nacionalidad brasileña y peruana (Globo). Los asesinos mataron, descuartizaron, quemaron y enterraron a las dos víctimas.
En Brasil, las personas que defienden la selva, protegen a las comunidades indígenas y preservan la naturaleza son “mal vistas” por traficantes, mineros y pescadores ilegales y por el presidente Jair Bolsonaro. Presidente que adora la tortura, las armas, la dictadura, la violencia y el autoritarismo en cada momento de su triste existencia.
Esta es la orden del día que la CUT y las organizaciones de derechos humanos, ambientalistas y de toda la izquierda convoquen marchas y actos exigiendo el juicio y castigo a los que perpetraron estos crímenes, así como, fundamentalmente, a los que lo ordenaron, planearon y pagaron a estos mercenarios.
Hay muertes en las favelas, genocidios, amenazas a activistas, actos de violencia de todos lados que tenemos que enfrentar.
¡Basta!¡Vamos a meter a Bolsonaro y sus funcionarios involucrados en estos crímenes en la cárcel!
Roberto Rutigliano
Río de Janeiro – Brasil
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