lunes, junio 02, 2008

La humanidad necesita salvarse


Fidel lo advirtió en 1996

ELSON CONCEPCIÓN PÉREZ, enviado especial
elson.cp@granma.cip.cu

ROMA, 1 de junio.—"Las campanas que doblan hoy por los que mueren de hambre cada día, doblarán mañana por la humanidad entera si no quiso, no supo o no pudo ser suficientemente sabia para salvarse a sí misma".
La cita corresponde al último párrafo del breve pero enjundioso discurso del Comandante en Jefe Fidel Castro, en la Cumbre Mundial sobre Alimentación, celebrada en esta sede de la FAO el 16 de noviembre de 1996.
Advertía Fidel que 35 000 personas morían entonces de hambre cada día, la mitad de ellos, niños.
Hoy, 12 años después de aquella reunión de jefes de Estado y Gobierno, la propia Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que inicia este martes otra Cumbre en su sede de la capital italiana, reconoce la existencia de unos 1 000 millones de hambrientos, y que la subida actual del precio de los alimentos "que se mantendrá al menos durante una década", conlleva a que más de 100 millones de seres humanos ingresen en esa lista luctuosa.
El más reciente informe de la FAO, que estará circulando entre los asistentes a esta Cumbre —y al cual Granma tuvo acceso— refleja que en el presente 2008 el mundo gastará más de un millón de millones de dólares para importar alimentos, lo que equivale a 215 000 millones de dólares más (+26%) respecto al récord del año 2007.
Como señaló Fidel en la FAO en 1996: "El hambre, inseparable compañera de los pobres, es hija de la desigual distribución de las riquezas y de las injusticias de este mundo. Los ricos no conocen el hambre".
La clara visión de futuro del Jefe de la Revolución cubana se comprueba ahora con plena nitidez, al reconocer la FAO que los países pobres serán los más afectados con la situación actual, pues "los alimentos que hoy tienen que importar cuestan cuatro veces más que en el año 2000".
Y la perspectiva —tema de debate en esta cita de tres días— no podría ser más dramática: los precios de los cereales, el arroz y las oleaginosas subirán entre un 35% y un 65% como promedio en los próximos diez años.
El mundo rico es el único responsable de esta caótica situación. Las respuestas —como señalaba el propio Fidel hace 12 años— "no pueden ser curitas de mercurocromo".
La suerte está echada y el mundo de la opulencia tendrá que escoger —y actuar con urgencia— para que la humanidad pueda salvarse.

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