viernes, junio 20, 2008

Salvador Allende… Su primer Centenario


Pedro Rodríguez Rojas/Para ABP Noticias

La Experiencia chilena. Los cambios ocurridos en el corto período que duró la experiencia socialista en Chile (1970-1973) (menos de tres años) nos permite confirmar sus basamentos de justicia e igualdad social: 1) nacionalismo económico: La dependencia económica externa de Chile debido al monopolio (fundamentalmente norteamericanos) sobre el salitre y el cobre y el resto de la industria y actividades económicas llevó al gobierno a un proceso de nacionalización sin indemnización.
2) papel activo del Estado en la economía. 3) eliminación de monopolios. 4) Distribución accionaría entre los trabajadores. 5) La Reforma Agraria de 1972 que acabó con los latifundios que dominaban en el país, que además de representar una injusta distribución de la tierra tenía paralizada la producción agrícola. 6) Una política internacional autónoma que trajo profundos enfrentamientos con las grandes potencias e incremento de las alianzas con el Tercer Mundo, especialmente con Cuba, China y Vietnam.
Como era lógico esperarse, estas medidas le provocaron profunda aversión al gobierno de parte de los tradicionales sectores dominantes del país y de los grupos extranjeros afectados con las medidas, aunado a estos dos elementos debemos agregar el papel de las Fuerzas Armadas que en este período fue sometido al orden civil- tal como debe ser en un régimen democrático- y como sí fuera poco, un sector de la izquierda radical, que consideraba lento el tránsito al socialismo, todos ellos confabularon para derrotar esta experiencia histórica.
En esta misma fecha (11 de Septiembre de 1973) cae muerto el Presidente Salvador Allende, quien fue responsable de dirigir ésta experiencia socialista. Pero el período 1970-73 no puede ser explicado por obra de un hombre ni mucho menos de la casualidad y ni siquiera la vida de Allende puede ser estudiada sin conocer la propia historia de Chile, llena de elementos singulares, que llevaron a que procesos y hombres se combinaran para hacer posible esta experiencia histórica.
Sí bien las características históricas de la economía chilena han sido bastante parecidas al resto de la región, es necesario destacar la estabilidad y la riqueza política que han predominado en este país sureño. Como ejemplo que reafirme este señalamiento podemos decir que desde la independencia hasta la guerra civil de 1891 Chile mantuvo una relativa paz política dominada por los partidos tradicionales: Conservador y Liberal. Ya en 1874 éste país contaba constitucionalmente con el voto uninominal que se puso en práctica desde las elecciones de 1925.
Así mismo es necesario mencionar que las ideas socialistas surgen tempranamente en Chile: en 1912 el Partido Obrero Socialista, 1922 el Partido Comunista, en 1933 el Partido Socialista, en 1936 la Confederación de Trabajadores, en 1953 la Central Unica de Trabajadores, en 1956 Frente de Acción Popular que une a socialistas y comunistas. Debemos destacar la experiencia de la “República Socialista” de 1932 que sí bien duro apenas doce días, demostró la madurez política y revolucionaria del trabajador chileno y el nuevo papel de los jóvenes militares que propiciaron esta experiencia.

Esta fuerza del Movimiento Socialista hizo posible su presencia en varios períodos gubernamentales, pero siendo constantemente traicionados por los aliados pequeños burgueses y sus divisiones internas (comunistas, socialistas, anarquistas, entre otros) le produjeron más de una derrota incluyendo la de 1973.

Salvador Allende

Allende nació en Valparaíso el 26 de Junio de 1908, su juventud se desarrolló durante el período de modernización económica y política que transcurre en Chile desde los años veinte: 1) industrialización del país. 2) predominio del cobre en la economía. 3) aparición de nuevas clases sociales. 4) surgimiento de un número importante de partidos y organizaciones políticas que representaban los cambios ocurridos.
En 1931 como estudiante universitario formó parte del golpe que derrota al dictador Carlos Ibañez, la traición del siguiente Gobierno del Partido Radical, llevaron al Movimiento del 4 de Junio de 1932, que implantó por escasos doce días “ La República Socialista ”. Sin embargo, la derrota de esta experiencia por el contrario avivó el movimiento socialista y la organización de los trabajadores. En 1935 en su condición de médico y como miembro fundador del Partido Socialista – Marxista, Allende dirige al Colegio de Médicos de su país. En 1937 con el apoyo del recién constituido Frente Popular es elegido diputado y en 1938, con la elección de Pedro Aguirre Cerda, es nombrado Ministro de Sanidad. Si bien, durante el período de gobierno de la “coalición” del Frente Popular, hubo un significativo crecimiento y modernización económica, en el área social fueron pocos los avances y en lo político sirvió más para el resurgimiento del reaccionario Partido Radical que de avanzada al movimiento socialista.
Debido a esta situación, en 1942, Allende renuncia al Ministerio para dedicarse como secretario general del Partido Socialista al rescate y mayor presencia en el escenario político. En 1945 es elegido Senador.
En 1946 en el contexto de la Guerra Fría , es elegido como Presidente González Videla con un importante apoyo del partido Comunista, representando este período uno de los más reaccionarios de la historia Chilena y siendo traicionado los movimientos socialistas, que en 1948 se vieron afectados con la ilegalización del partido Comunista.
En 1949 Allende es elegido Presidente del Colegio de Médicos de Chile, cargo que le sirvió de plataforma para impulsar su lucha política y le permitió realizar algunos contactos con países comunistas como China. En las elecciones de 1952 el Partido Socialista lanza la candidatura de Allende como presidente, pero sería ampliamente derrotado por el General Carlos Ibañez.
Este período contradictorio y de estancamiento económico del General Carlos Ibañez tuvo algunos aciertos políticos, como el retorno de la legalidad del Partido Comunista y la constitución de la Central Única de Trabajadores, que daba un nuevo aire a las corrientes populares.
Pero en las elecciones de 1958 nuevamente fracasó el intento de estas tendencias, agrupadas ahora en el Frente Popular, cuando es derrotado nuevamente Salvador Allende por el conservador y viejo Caudillo Político Jorge Alessandri, quien gobernó con los factores más reaccionarios y en pro de los sectores más ligados al capital transnacional, ésta situación aviva los conflictos sociales, llevando a la presidencia al socialcristiano Eduardo Frei. En Enero de 1959, apenas triunfante la Revolución Cubana , Allende es uno de los primeros en visitar ese país. Este sería Presidente del Congreso Nacional entre 1966 y 1969, hasta llegar al triunfo presidencial en las elecciones de 1970.
El triunfo del Socialismo en Chile, en 1970, como hemos explicado muy brevemente tiene razones de peso en el proceso histórico chileno. Durante cuarenta años una serie de contradicciones y traiciones habían impedido el triunfo de este movimiento. Pero debemos también tomar en cuenta el contexto internacional, marcado por un amplio desarrollo de los movimientos nacionalistas y tercermundistas, de victorias del socialismo en países pequeños como en Cuba y la derrota histórica del imperialismo norteamericano en Vietnam, como si todo esto fuera poco, a finales de los años sesenta se produce un profundo estancamientos de las economías capitalistas a nivel mundial, llegando a su fin el auge de la postguerra.
Es necesario reconocer que en el Gobierno de derecha de Frei, lleno de grandes contradicciones, se dieron avances en las luchas económicas nacionalista y en el desarrollo de las organizaciones sociales, pero que al fin no encontraron soluciones definitivas a sus presiones, lo que llevaron al repudio definitivo hacia estos sectores conservadores y la alianza definitiva que aseguró el triunfo en 1970. Sin embargo, es necesario aclarar que la reacción en contra del triunfo de Allende se produjo desde las mismas elecciones, desde el principio de este año se descubrió un intento de golpe que intentaba impedir las elecciones y que fue neutralizado por la actitud patriótica del General René Schneider, Comandante en Jefe del Ejército y quien al poco tiempo después cae asesinado; poniendo en evidencia lo que sería el signo retaliador de las fuerzas reaccionarias.
Igual maniobra se intentó hacer con un intento fallido de reformar la Constitución para ilegalizar el Frente Popular. Durante el Gobierne de Allende, estas fuerzas reaccionarias desde el Congreso, en la clase empresarial, en las Fuerzas Armadas, en los sectores económicos extranjero, desde la CIA se aliaron para conspirar y encontraron el lamentable apoyo de un sector de la izquierda que exigió cambios radicales en forma inmediata.
A pesar de todo en las elecciones parlamentarias de marzo de 1973 el Frente Popular obtiene un amplio triunfo, contando con el 44% de los electores, dándole total legitimidad al Gobierno. Sin embargo, el Congreso, en agosto de ese mismo año, apoyado por el Colegio de Abogados, aprueba una reforma Constitucional donde se daba legalidad a un golpe de Estado que “restableciera el orden social”.
La posición del Gobierno norteamericano fue determinante en el golpe de Estado, no sólo en la participación de la CIA sino del propio gobierno, como se comprueba en unas declaraciones del secretario de Estado H. Kissinger – antes de las elecciones de 1970- citados por Koroliov y Mhudachkin en el libro América Latina: Las Revoluciones en el Siglo XX: “No veo por qué tendríamos que observar impasibles como un país se hace Comunista debido a la irresponsabilidad de su gobierno”. (pág. 166).
Sin embargo, igual que la fuerza de los movimientos adversos al gobierno socialista fue la tenacidad de estos últimos encabezado por el Presidente Allende, quien cae muerto en el asalto al edificio La Moneda y quien había definido desde 1971 cuál sería su posición ante un intento de derrocamiento: “Sólo acribillándome podrán impedir mi voluntad, que es cumplir el programa del Pueblo” (Entrevista en Enero de 1971 del Escritor Francis Regis Debray).

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