Por estos días conmemoramos el primer aniversario de las “Reflexiones del compañero Fidel”, tras una decisión suya publicada por la prensa nacional y extranjera que circuló el 19 de febrero 2008:
“A mis entrañables compatriotas […], les comunico que no aspiraré ni aceptaré ―repito― no aspiraré ni aceptaré, el cargo de Presidente del Consejo de Estado y Comandante en Jefe”.
“No me despido de ustedes. Deseo solo combatir como un soldado de las ideas. Seguiré escribiendo bajo el título 'Reflexiones del compañero Fidel'. Será un arma más del arsenal con la cual se podrá contar. Tal vez mi voz se escuche. Seré cuidadoso”.
Como era de esperar, los enemigos de la Revolución gritaron a coro, al unísono exigieron cambios en Cuba, seguramente pensando en la anexión del Caimán Verde al Águila Imperial, y obviando que en el fondo el rumbo revolucionario en la Mayor de las Antillas hace muchísimo rato que está concebido desde una perspectiva dialéctica.
En lo personal, recuerdo como si fuera ahora que la irrevocable postura del Máximo Líder de la Revolución Cubana inmediatamente me hizo pensar que hasta la zancadilla que le interpuso la naturaleza a finales de julio de 2006 se había convertido en otra oportunidad para revelar su vocación de apostar al bien humano, y seguir tributando en consecuencia. Asimismo, me dije: “¡Claro que se le escuchará!”.
Es decir, no albergaba la menor duda de que el Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba iba a continuar combatiendo a tono con el apotegma martiano según el cual “trincheras de ideas valen más que trincheras de piedras”. Por tanto, esperaba que sus nuevas Reflexiones no solo serían un arma más del arsenal con la cual se podría contar, sino, sobre todo, sabia nutriente de nuestra Patria revolucionaria y socialista; y que su ser deviniera compañía por excelencia de todas las generaciones de sus compatriotas, con el compromiso guevariano que él hizo suyo: “¡Hasta la victoria siempre!”.
También por aquellos días pensé que el Guía Histórico del pueblo cubano siempre se había hecho acompañar de la fidelidad sin límites a los principios más nobles jamás conocidos, tal como lo vinieron a confirmar las primeras “Reflexiones del compañero Fidel”.
Específicamente, de sus Reflexiones iniciales deseo llamar la atención sobre la aparecida el 7 de marzo de 2008, titulada “El Tribunal Penal Internacional”, en la que consta una de sus principales vertientes de lucha: la defensa de la Revolución Bolivariana y su Líder indiscutible, el Presidente Hugo Chávez.
En aquella oportunidad, el compañero Fidel denunció los intentos del Imperialismo Norteamericano en aras de satanizar al mejor discípulo de Simón Bolívar, con vistas a lograr lo que se hizo con Milosevic después de la guerra genocida de Kosovo: juzgarlo en el Tribunal Penal Internacional. Pero la realidad se convirtió en toda una ¡Enhoramala para Bush, el hijo, y sus similares! Ahí está el Triunfo del SÍ concedido por la mayoría de venezolanas y venezolanos al Proyecto Chavista, el pasado 15 de febrero.
También, el Líder de la Revolución en la Patria de José Martí aquel 7 de diciembre significó la sintonía del bushito con el entonces candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos de América, Mr. McCain, y las nuevas medidas del tristemente célebre ex mandatario yanqui para incrementar más en la Internet el bloqueo contra Cuba.
Para terminar su Reflexión, Fidel preguntó: “¿Qué podrán esperar del imperio los pueblos de América Latina que aspiran al resguardo de la soberanía nacional?”. “¿Puede ser o no sostenible semejante tiranía que tanto lesiona a la población del planeta?”.
Sin asomo de equívoco, los sucesos vinculados con la actual crisis internacional verifican la certeza de su percepción. Basta una mirada a los últimos meses, para así verificarlo.
Por ejemplo, el Portal Desarrollo Sostenible de la Organización de Naciones Unidas (ONU ―www.un.org), exhibió este titular:
“Banco Mundial pide medidas para contrarrestar alza de precios de alimentos
“10/4/2008 - El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, pidió hoy a la comunidad internacional que tome medidas para afrontar la crisis alimentaria generada por el alza del precio de los alimentos” ―y en los días siguientes divulgó noticias del mismo estilo.
Téngase en cuenta que casi 40 años antes, el compañero Fidel, en su intervención en la Asamblea General de la onU el 26 de septiembre de 1960, enarboló una tesis para desterrar las angustias de las personas oprimidas por el capital: “¡Desaparezca la filosofía del despojo, y habrá desaparecido la filosofía de la guerra! ¡Desaparezcan las colonias, desaparezca la explotación de los países por los monopolios, y entonces la humanidad habrá alcanzado una verdadera etapa de progreso!”.
Más cercano a los días presentes, en su nueva ofensiva periodística él continuó llamando a que la comunidad internacional reflexione sobre los males que implican la estrategia de convertir a fuentes de alimentos en biocombustible. Particularmente, ha venido reflejando la aberración que significa producir maíz, caña y otros productos del agro para carburantes de automóviles, amparado en datos de organismos internacionales que han revelado la insostenibilidad del actual orden mundial, y de la mano de sólidos razonamientos de personalidades de la ciencia, la economía y la política.
A todo lo antes referido se incorpora la incertidumbre que ha generado los efectos de esta crisis estructural que en perspectiva se presenta negra con puntos grises tanto para el Norte como para el Sur, y lo muy poco que objetiva y subjetivamente el Presidente Barack H. Obama podrá hacer por lograr el cambio cualitativo que requieren su país y las Relaciones Internacionales en general. Acerca de ello, también ha alertado el Líder del pueblo cubano.
Huelgan muchos esfuerzos para concordar en que abundan elementos que develan la fuerza del pensamiento de Fidel Castro para que los pobres de la Tierra luchen por un mundo de oportunidades para infantes, adolescentes, jóvenes y adultos; para la prosperidad y felicidad en mujeres y hombres; para la buenaventura de quienes habitamos el universo, sin el menor asomo de discriminación; en fin, para el bienestar de la triada persona-sociedad-naturaleza.
Entonces, en este primer año del empuje-estímulo periodístico en que se han convertido las “Reflexiones del compañero Fidel”, apreciamos que ellas constituyen todo un magisterio para la Mayor de las Antillas y allende los mares y, a fin de cuentas, un saludo de la utilidad de la virtud al querido Comandante en Jefe de la Revolución Cubana.
Noel Manzanares Blanco
No hay comentarios.:
Publicar un comentario