viernes, septiembre 04, 2015

Aylan: el “sueño europeo” que se estrella en las fronteras



La imagen del pequeño Aylan dio la vuelta al mundo en pocas horas. El niño de tres años yacía boca abajo en la playa de Bodrum, en Turquía. Su hermano de cinco años así como otros cuatro niños de entre 9 meses y 11 años murieron en la noche del martes. La madre de Aylan y muchos otros también se ahogaron.

El fatal naufragio es un riesgo que toman miles de sirios refugiados en Turquía a diario. La travesía en barcas tiene como destino la costa griega, y es solo el comienzo de un viaje imprevisible hacia Europa. Es un viaje en el que la muerte es solo una posibilidad, pero que vale la pena arriesgar frente a otra muerte, más que probable, en su país de origen.
Como venimos denunciando en La Izquierda Diario, la política migratoria de las potencias europeas ha sido la militarización de las fronteras y la expulsión de los inmigrantes que busca, a partir de un discurso xenófobo, deslindar responsabilidades respecto de la degradada situación social al interior de los países centrales, así como en los mismos países de origen de esos inmigrantes.
En este marco, Alemania y Francia vienen discutiendo un sistema de cuotas mediante el cual buscan compartir con los demás países europeos la aceptación de un sector importante de refugiados. El mismo implica la discriminación según motivos y países, aceptando a un sector de refugiados políticos pero legitimando la expulsión de los inmigrantes económicos o políticos de países que son considerados "no conflictivos".
Esta política es resistida por los gobiernos cuyo discurso nacionalista más radicalizado hace de la xenofobia una política de estado. Es el caso del gobierno húngaro, que se opone al sistema de cuotas enarbolando la reaccionaria bandera de la cristiandad europea frente al influjo musulmán.
Frente a la conmoción internacional desatada por el caso del pequeño Aylan y su familia, Francia y Alemania ampliaron la cantidad de refugiados a repartir en la cuotas y han buscado persuadir a los gobiernos más resistentes a que acepten el nuevo plan. El primer ministro inglés David Cameron, por ejemplo, ya ha anunciado que revisará los números de los refugiados que Gran Bretaña está dispuesta a recibir.
La llamada "crisis migratoria" que vive Europa no se circunscribe a la guerra civil siria. De ella venimos dando cuenta ampliamente en La Izquierda Diario, como se puede ver en este Dossier Especial en el que tratamos de reflejar no solamente la catástrofe humanitaria que afecta a poblaciones enteras, sino también denunciamos la responsabilidad política y económica de las potencias imperialistas europeas así como de Estados Unidos, y las manifestaciones de solidaridad de los trabajadores y la juventud de Europa y el mundo.

Isabel Infanta
@isabel_infanta

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