Blog marxista destinado a la lucha por una nueva sociedad fraterna y solidaria, sin ningún tipo de opresión social o nacional. Integrante del Colectivo Avanzar por la Unidad del Pueblo de Argentina.
sábado, marzo 03, 2018
“El crecimiento invisible”
Macri en el Congreso.
El nivel intelectual de los discursos de inauguración de las sesiones legislativas, en Argentina, al menos, retrocede con un empeño desesperante. Un hiperinflacionario Alfonsín había prometido que la democracia curaría los males sociales de Argentina y el promotor de la mayor crisis histórica del país, Carlos Menem, debutado con un sonoro “Argentina, levántate y anda”. Los Kirchner, que reivindican a Alfonsín y fueron compañeros de ruta de Menem, celebraban el inicio del año lectivo desvalorizando a los docentes. Cuando la expectativa de un desbarranque mayor parecía agotada, Mauricio Macri invocó el “entusiasmo” y la “alegría” para llamar a impulsar un “crecimiento invisible”.
Visible confiscación social
Toda esta ironía no debe esconder la otra cara de este panfletismo, que es una cierta perversidad. Para oficialistas y opositores colaboracionistas, el señalado “crecimiento invisible” del pozo del edificio nacional en construcción, no consiste sino en completar la última cuota de los tarifazos, prevista para 2020, sancionar las “reforma laboral” y la “reforma jubilatoria”, privatizar el Fondo de Garantía de Anses y reconvertir $700 mil millones, o sea, u$s 35 mil millones de deuda en Lebac, o sea las dos terceras parte de la deuda del Banco Central, en deuda pública formal y directa, que no corra riesgo de desvalorización. Por eso han comenzado a emitirse títulos de deuda indexados – algo que no admite para los salarios. Es sobre la base de estos “cimientos” que el ingeniero-presidente, con fuertes intereses inmobiliarios, concibe la “construcción” de la Argentina futura. Dicho en lenguaje convencional, Macri ha anunciado la continuación de una política violenta de confiscación de los trabajadores y un incremento superlativo de la hipoteca nacional.
El crecimiento del 2.8% del PBI, luego de cuatro años de recesión y estancamiento, es insignificante. Implica una caída del PBI por persona, que se convierte en derrumbe para los sectores desposeídos. Las ‘joyas de la corona’, la exportación de soja y la energía, se encuentran en retroceso: las reservas de petróleo siguen disminuyendo, en tanto que el dinero para Vaca Muerta va al acaparamiento de lotes y a la acumulación patrimonial de reservas potenciales. Con relación a la ‘vedette’, el desarrollo inmobiliario, basta con señalar que gobierno y bancos están buscando desarrollar un mercado de seguros contra ‘defolts’.
Políticamente, el discurso reflejó el inmovilismo del gobierno, luego de las jornadas de diciembre contra el atraco a los jubilados, y contra los trabajadores en general. Encubrió una agenda agresiva, como la señalada más arriba, con justificaciones a favor del ‘gradualismo’ e incluso con un renovado reconocimiento de que un ‘shock’ desataría una rebelión popular. La burguesía hace público su temor a las masas, sin importarle meter miedo en sus propias filas. El gobierno no confía en los Chocobar para hacer frente a luchas de conjunto. Macri pidió continuar la ‘coalición a la carta’ con la oposición, para lo que se avino a presentar sus contra-reformas sociales por partes, aunque con la extorsión de un mega-DNU, como ocurre con la privatización del FGS de Anses. La Nación alentó, en su editorial, a “evitar cualquier confrontación con la oposición en el Congreso” y destacó “el trabajo en equipo más allá de los límites de la coalición que lidera”. Pero a menos de dos años de las elecciones, los ‘opositores’ temen liquidar su escaso capital político.
En eso llegó Trump
La ausencia de un enfoque internacional en el discurso – una manifestación de primitivismo político –, fue el punto más alto del impasse político y conceptual de la inauguración del año político, lo que habla del impasse enorme del gobierno. A Trump no se le ocurrió mejor día que un 1 de marzo para anunciar aranceles prohibitivos al acero y al aluminio importados por Estados Unidos. ¿Será que le quiso robar titulares a Putin, que inauguraba también el ciclo legislativo? Si fue su intención fracasó como nunca, porque el ruso reveló la construcción de misiles alimentados por energía atómica, capaces de horadar las defensas anti-cohetes de los yanquis.
El anuncio de Trump, más allá de Argentina, y afectada en la exportación de biodiesel y limones, revela una crisis más amplia. Para hacer frente a la deuda pública enorme de EEUU y a un déficit fiscal creciente, además de una deuda corporativa colosal, Trump ha lanzado una reforma impositiva que debe provocar la repatriación de fondos norteamericanos del exterior. Esto ya ha comenzado a ‘secar’ el financiamiento internacional y paralizado el mercado monetario. La tasa financiera de referencia internacional, el llamado Libor, ha subido como en las vísperas de la crisis de 2007/8. La tasa de bonos a 10 años de USA está llegando al 3 por ciento. Estas subas expresan la desconfianza en la continuidad de la refinanciación sin límites de deudas, que son de decenas de billones de dólares a corto plazo. Alcanza a u$s70 billones la pública de las principales naciones. Lo más significativo aún, si cabe, es que los capitales no van al ‘refugio seguro’ de los títulos de EEUU, como ocurrió incluso en 2008, sino que fugan a depósitos de corto plazo o dinero, para moverlos con rapidez en caso de un nuevo estallido financiero. “Las mayores tasas están fracasando en frenar al debilitado dólar”, advierte Financial Times (17.2). “Los grandes compradores de papeles de corporaciones norteamericanas muestran signos de retiro” (FT, 1.3). “La era del dólar fuerte se acerca a su fin” (FT, 22.2). Finalmente, para Caputo que lo lee por Internet, el FT (27.2) advierte que el dinero que fue a los países de “frontera” (como Argentina) “arriesga ahogarse en aguas bravas”. Si esto ocurriera, Argentina enfrentaría una crisis cambiaria.
Zugzwang
El impasse político afecta a todas las fuerzas políticas del régimen en presencia. A esto responde la iniciativa de poner en agenda el derecho al aborto, sin aviso previo. Triaca tampoco pudo llevar a la OIT ni siquiera a la burocracia colaboracionista. La burocracia de la CGT no quiere hacer ni un congreso administrativo y hasta pretende embalsamar al triunvirato hasta 2020. Mientras tanto las luchas prosiguen, frente a los ataques patronales y del gobierno, y la lucha por el derecho al aborto gana un creciente empuje. De ahí la importancia de un debate para impulsar una iniciativa estratégica, por parte de la izquierda revolucionaria, y en especial por parte de los sindicatos y agrupaciones obreras combativas.
Jorge Altamira
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