domingo, junio 17, 2018

Trump anuncia aranceles por 50.000 millones de dólares sobre productos chinos



El presidente Donald Trump anunció el viernes aranceles a importaciones chinas por 50.000 millones de dólares y apenas horas después Pekín respondió con un plan para imponer tarifas sobre productos estadounidenses.
En un contexto en el cual muchas voces señalan a China como el mayor ganador de la cumbre entre Estados Unidos y Corea del Norte y en el que Trump salvó al gigante chino de comunicaciones ZTE –al que en un principio le había prohibido operar con empresas norteamericanas- el presidente de Estados Unidos contraatacó activando los aranceles que tenía preparados para el Gigante Asiático.
Trump presentó una lista de más de 800 productos de China estratégicamente importantes que estarían sujetos a gravámenes del 25% a partir del 6 de julio, incluyendo autos, en la última decisión comercial fuerte del mandatario estadounidense, ya enfrentado con sus aliados.
El Ministerio de Comercio chino anunció que respondería con aranceles "de la misma escala y fuerza" e invalidó cualquier acuerdo comercial previo con Estados Unidos. La agencia estatal Xinhua afirmó que Pekín impondría impuestos de 25% sobre 659 productos estadounidenses, que van desde la soja y autos hasta productos del mar.
La lista china fue aumentada en más de seis veces desde una versión divulgada en abril, pero el valor se mantuvo en 50.000 millones de dólares, debido a que fueron retirados algunos artículos de alto valor, como los aviones comerciales.
Trump afirmó en un comunicado que Estados Unidos impulsará aranceles adicionales si China emplea medidas de represalia.
Donald Trump, describió las tarifas como una herramienta para generar influencia en las negociaciones con los socios comerciales y señaló que "Estos aranceles son esenciales para evitar nuevas transferencias injustas de tecnología y propiedad intelectual de Estados Unidos a China".
La decisión final, que la administración Trump afirma que se justifica por el robo de larga data de la propiedad intelectual de las empresas estadounidenses, se habría producido el jueves en una reunión de los principales asesores comerciales de la Casa Blanca, de acuerdo con personas informadas sobre el resultado de la reunión.
La comunidad empresarial de Estados Unidos y muchos republicanos en el Congreso se oponen fuertemente a los aranceles, aunque existe un amplio consenso en los Estados Unidos sobre la necesidad de adoptar un enfoque más estricto respecto de China.
También se han opuesto hasta hace poco algunos dentro de la administración Trump, incluido el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, que ha estado argumentando a favor de que las negociaciones con Pekín se lleven a cabo.
Durante una visita a Pekín este mes de Wilbur Ross, secretario de Comercio, los funcionarios chinos se comprometieron a aumentar las compras de las exportaciones agrícolas y energéticas de los Estados Unidos por un valor de aproximadamente 70 mil millones de dólares al año. Más adelante los representantes chinos dijeron que esas compras dependían de que las nuevas tarifas estadounidenses no tuvieran efecto. Por motivos similares se interrumpió la negociación de Estados Unidos con la UE, Canadá y México que terminó con la imposición de los aranceles al acero y al aluminio.
La aduana estadounidense comenzaría a cobrar aranceles sobre 818 categorías de productos chinos valorados en 34.000 millones de dólares a partir del 6 de julio. La lista fue reducida frente a una versión revelada en abril, retirando televisores chinos de pantalla plana, dispositivos de respiración médica y generadores de oxígeno y piezas de aire acondicionado.
Además la lista fue redirigida hacia exportaciones chinas vinculadas al plan “Made in China 2025”. El inventario de productos sujeto a aranceles incluye los pertenecientes a la industria aeroespacial, las tecnologías de la información y la comunicación, robótica, maquinaria, nuevos materiales y automoción.
Se sumaron aranceles a otros 284 productos, valorados en 16.000 millones de dólares, apuntando a semiconductores, un amplio rango de electrónicos y plásticos supuestamente beneficiados por programas de subsidio industriales de Pekín. Sobre estos últimos productos no hay fecha de entrada en vigor porque la Administración los someterá a consulta, ya que las empresas estadounidenses que reciben materiales y componentes de China serán las primeras perjudicadas por la medida.
Un funcionario de la Oficina del Representante del Comercio Internacional dijo que las tarifas buscaban crear un cambio en el comportamiento chino sobre su política de transferencia tecnológica y los enormes subsidios a las industrias que desarrollan alta tecnología.

La Izquierda Diario

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