Néstor Pitrola, dirigente del Partido Obrero, se refirió al balotaje brasilero.
"Se trata de un gobierno formalmente electo pero copado por una camarilla militar, lo cual altera el sistema político en Brasil. Los 72 diputados del lobby militar-policial, la virtual intervención militar en Río de Janeiro, los grupos de tareas parapoliciales que ya están en acción – como el que mató a la Concejal Marielle Franco –, muestran que el golpismo militar encontró en Bolsonaro un representante directo, que apunta a los métodos de guerra civil para imponer la ofensiva contra los trabajadores que no pudo culminar Temer”.
“Bolsonaro es fascista aunque para imponer el régimen que sugiere deberá enfrentar contradicciones explosivas, económicas, sociales y políticas. La reforma previsional no contó ni cuenta con aprobación popular, lo mismo que el desmantelamiento de los planes asistenciales que acompañaron el Brasil de los últimos quince años. Un verdadero ejército de desocupados de más de 15 millones de almas, plantea choques sociales gigantescos para quien pretende la disciplina social mediante la represión. En este cuadro, pretender resolver la inseguridad con las fuerzas armadas es la receta que ya fracasó en Rio de Janeiro."
"Brasil tiene una deuda de casi un billón de dólares y un déficit fiscal que no tienen nada que envidiarle a los que llevaron a Macri a la presente crisis. El ´Chicago Boy´ que Bolsonaro coloca como superministro sólo acelerará debates en torno a las privatizaciones de Embraer, Petrobrás o Electrobrás que plantearán choques internos en las propias Fuerzas Armadas. Una crisis de deuda y fuga de capitales -que castigan a todos los países emergentes- pueden poner en aprietos anticipados al presidente que reivindica a las dictaduras."
"El voto que le dio la victoria fue empujado por la descomposición social, la crisis capitalista y el fracaso y la pasividad del PT que se negó a liderar la lucha contra el golpismo y contra las reformas laboral y previsional. La disolución del régimen político precedente por la corrupción que emergió con la causa Odebrecht, como la desmoralización entre los trabajadores provocada por los gobiernos del PT, pavimentaron el ascenso del ex capitán. Algo que aparece patente en la victoria de Bolsonaro por más del 60% en el ABC paulista donde nacieran Lula y el PT."
"Los trabajadores argentinos tenemos que reforzarnos en la lucha contra los planes del FMI y las tendencias a la bolsonarización de Macri, basados en la unidad continental de los trabajadores contra la perspectiva fascista de Bolsonaro y por la Unidad Socialista de América Latina. Las luchas que se avecinan plantea la necesidad de superar las experiencias nacionalistas y de centroizquierda cuyo fracaso abre el camino de las derechas. El Partido Obrero incorpora esta lucha internacionalista fundamental a los ejes de intervención del Frente de Izquierda y los Trabajadores, en conexión con el movimiento de resistencia que ya prefiguraron durante la campaña electoral las mujeres con el #EleNao.”
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