domingo, octubre 21, 2018

“Esto es un atraco”: la gran estafa de los “dividendos black” que implica a la banca mundial



La trama implica a bancos como el Santander, Goldman Sachs Group, Bank of America, Deutsche Bank, Macquarie Group , BNP Paribas y grandes millonarios.

Las operaciones “Cum-ex” eran el instrumento privilegiado de una banda internacional organizada -formada por bancos, brokers, fondos de inversión y firmas de abogados- para apropiarse de miles de millones de dólares del fisco en varios países europeos.
La estafa funcionaba mediante la compra y venta -en un plazo muy corto- de grandes cantidades de acciones. Los compradores conseguían así certificados fiscales con los que reclamaban al fisco -por ejemplo, en Alemania- la devolución de impuestos que nunca habían pagado. Para realizar estas compras, pedían prestamos mil millonarios a bancos como el Santander, que llegó a prestar hasta 1500 millones de dólares a algunos clientes para esas operaciones. Los bancos, a su vez, emitían certificados que eran utilizados para el reclamo de los impuestos. Todos los participantes de la trama, desde los bancos a los brokers y abogados, sabían que había mucho dinero “fácil” en juego.
Los países más perjudicados por esta gran estafa parecen ser Dinamarca y Alemania, pero habría afectado también a países como Francia, España, Austria y Bélgica. Se calcula que el fisco alemán habría perdido de este modo más de 5.600 millones de Euros de contribuyentes, pero algunos analistas elevan esa cifra a 10.000 millones.
“Según explica Reuters simplificando, los implicados en la trama, que comenzó a investigarse en 2013 engañaron al Gobierno alemán haciéndole creer que las acciones tenían múltiples dueños en el día del pago de dividendos y que a cada uno de ellos se le debía el dividendo y un crédito fiscal derivado de él. Y pone un ejemplo: Un banco acuerda vender acciones de una empresa, por ejemplo, a un fondo, antes de que se pague el dividendo, pero hace efectiva la venta después de que se haya pagado el dividendo. Entonces, el banco y el fondo reclaman al fisco alemán la retención fiscal. En algunos casos, los bancos vendieron acciones prestadas para comprarlas después, lo que se conoce como posiciones cortas. Las acciones se intercambiaban rápidamente entre un grupo de bancos, inversores y fondos buitre para crear la impresión de que había numerosos dueños. Después, compartían las ganancias, afirman los fiscales.” (El País, 18 de octubre)
Aparentemente, la operación habría sido ideada por un exinspector de Hacienda alemán, y asesor fiscal, Hanno Berger, residente en Suiza, quien se lo habría propuesto al banco australiano Macquarie en 2008. La Abbey National Treasury Services (ANTS) es una filial del Santander en Reino Unido, que participó de forma frecuente en las operaciones.
El diario El Confidencial (que forma parte de un colectivo de medios europeos que destaparon la trama fraudulenta) informó que la fiscal de Colonia Anne Brorhilker solicitó en octubre de 2014 un registro en las oficinas del Banco Santander en las afueras de Madrid. Sin embargo, esta nunca se concretó. A cambio, el Banco envió unos folios membretados asegurando que no conocía nada del asunto.
El Confidencial también informa que “España habría sido una de las víctimas de la trama, aunque los investigadores alemanes no han podido ponerle cifras al fraude global.”
El dato más llamativo es que estas operaciones se efectuaron entre los años 2007 y 2011: en los primeros años de la crisis financiera y capitalista global, cuando millones de personas perdían sus trabajos, veían caer sus salarios y los Estados recortaban de forma masiva servicios sociales y presupuestos para salud y educación. Gran parte de ese dinero, que salió del bolsillo de millones de personas, fue justamente a parar a los grandes Bancos para salvarlos de la crisis. Y ahora sabemos para qué tipo de operaciones usaban ese dinero. El círculo de la “gran estafa” bancaria y financiera vuelve a cerrarse, mostrando que en el capitalismo del siglo XXI los que siempre ganan son un puñado de corporaciones, bancos y fondos de inversión.
Esta semana se conocían los datos mundiales de pobreza que son escalofriantes: mas de 800 millones de personas en el mundo sobreviven con menos de 1,25 dólares al día según la ONU, mientras que 4.300 millones—más del 60% de la población mundial—apenas obtienen menos de cinco dólares diarios. Para terminar con esta barbarie del capitalismo donde millones mueren de hambre por pobreza y un puñado de super millonarios acumulan fortunas incalculables, será necesario avanzar en expropiar a los grandes expropiadores.
Porque, en palabras de Bertolt Brecht: “¿Qué es el robo de un banco en comparación con fundar uno?”

Josefina L. Martínez

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