Los soviets fueron una de las experiencias de autoorganización democrática de las masas explotadas y oprimidas más importantes en la historia del movimiento obrero.
El año 1905 fue para Rusia un año de grandes cambios políticos. Comenzó con el Domingo sangriento, cuando miles se manifestaron detrás del cura Gapón para pedirle al zar Nicolás II que atienda sus reclamos. A pesar de esta derrota con cientos de muertos, desde octubre de ese año se inicia una huelga de tipógrafos en Moscú, a la que se suman los trabajadores ferroviarios afectando a las grandes ciudades del país. Luego se pliegan con un carácter político los metalúrgicos de San Petersburgo en lucha por el fin de la autocracia, por la amnistía para los luchadores presos y la exigencia de una convocatoria a una Asamblea Constituyente. A partir de aquí, ésta será una característica de la mayoría de las huelgas que se desencadenan entre octubre y noviembre de 1905.
Se impone una huelga general que abarca las fábricas textiles. La “Unión de las Uniones”, que reunía a médicos, abogados también llama a participar adhiriendo a estas huelgas. Las universidades juegan un papel importante. Como contaban con autonomía universitaria, los obreros participan en asambleas comunes con los estudiantes donde discuten cómo organizarse, qué acciones llevar adelante. La intelectualidad y los profesionales empiezan a simpatizar con el movimiento huelguístico.
Como parte de estas acciones surgirán los soviets, los organismos de autoorganización de las masas donde participaban los trabajadores y campesinos. La primera reunión del soviet de San Petersburgo será el 13 de octubre (26 en el calendario gregoriano actual) y serán mayoría los obreros metalúrgicos transformándose en el centro dirigente de la actividad huelguística. Luego, se desarrollará otro soviet en Moscú y muy pronto surgirán organismos similares en otras ciudades. Los delegados del soviet se elegían en las fábricas, cada 500 obreros y las empresas más pequeñas se unían regionalmente para votar su delegado, según esta proporción.
El soviet puso en práctica la libertad de prensa, organizó patrullas para la protección de los ciudadanos; se apoderó de los ferrocarriles e intentó establecer de hecho la jornada de ocho horas enfrentándose al lock out patronal. De esta manera no sólo se mostraba como la organización más adecuada para la clase obrera en su lucha independiente contra la burguesía y la autocracia, sino que demostraba su potencialidad como organismo de poder obrero. En 1905 cuando los soviets aparecen por primera vez producto de la huelga revolucionaria, se transformaron en una conquista y experiencia fundamental de los trabajadores.
LID Historia
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