Crece el rechazo entre docentes y padres en Estados Unidos a las pretensiones de la Casa Blanca de reabrir la clases a partir de septiembre – inicio del año lectivo. En todo el país se multiplican los pedidos de que la educación continúe de manera virtual.
En Michigan, Nueva Jersey, Rhode Island y otros estados hubo movilizaciones contra la reapertura. En Texas y California, hubo una alerta de huelga por parte de los educadores.
La burocracia sindical, la Federación Estadounidense de Maestros (AFT), sin embargo, está tratando de limitar y aislar las luchas emergentes. En su convención bienal, los funcionarios de la AFT aprobaron una resolución en la que afirman que “utilizarán todas las acciones y herramientas disponibles, desde servir en los comités de reapertura estatales y locales hasta presentar quejas, demandas y otras acciones contra planes inseguros y poco sólidos o la implementación defectuosa de los planes". Sólo apoyarían "huelgas de seguridad de afiliados locales y / o estatales, caso por caso, como último recurso" (wsws.org).
En esta misma línea en una conferencia virtual, el presidente de AFT, Randi Weingarten, miembro del Comité Nacional Demócrata, enfatizó la necesidad económica de reanudar las clases en las escuelas. La burocracia de AFT tiene bien presente las grandes huelgas de 2018-2019 contra el recorte del presupuesto educativo por parte del gobierno.
Estados Unidos tiene 4.5 millones de contagios y 155.000 muertos por Covid-19.
Mauri Colón
01/08/2020
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