sábado, junio 11, 2022

“Top Gun Maverick”, la militarización del entretenimiento


El belicismo de un imperio en declinación, lo que nos dice la nueva película con Tom Cruise 

 La nueva versión de “Top Gun” en el fin de semana del estreno recaudó en Estados Unidos 156 millones de dólares, suficiente como para superar a éxitos legendarios como “Piratas del Caribe” de 2007. También es un éxito fuera de Estados Unidos, donde ya recaudó 280 millones de dólares, más importante aún si se considera que no ha sido estrenada ni en China ni en Rusia. Tom Cruise insistió en retrasar el estreno, hasta que finalizara la pandemia para estrenarla en cines y ha valido la pena ahora que se conoce el éxito de boleterَía.

 La Top Gun original

 En el momento de la filmación, Cruise tenía 23 años y fue su consagración. La película fue la que más recaudó el año de su estreno. Pero el mayor éxito fue para la Armada y la Fuerza Aérea de Estados Unidos que venían del desprestigio de la derrota en Vietnam. 
 Cuando “Top Gun” se estrenó en 1986 “la Armada saludó la película como una bendición para su imagen pública, que se estaba recuperando junto con el resto de las fuerzas armadas tras el final de la guerra de Vietnam que dividió la nación”, comenta una revista de la Armada (Usni News, 27/5).
 Más aún, “Top Gun” sirvió como una poderosa herramienta de reclutamiento para el ejército estadounidense (las tasas de reclutamiento naval aumentaron un 500% en el año posterior a su estreno)” (Los Angeles Times, 27/5). 
 El despliegue de las películas bélicas de Estados Unidos es de imposible realización sin la participación de las fuerzas armadas de Estados Unidos. 
 Desde el éxito de la primera Top Gun se sentaron las bases para fusionar “el poder de las estrellas de Hollywood con la potencia de fuego del ejército estadounidense. Como en “Black Hawk”, “Transformers”, o “American Sniper”. Los detractores llaman a esto el Complejo Militar-Entretenimiento” (Washington Post, 27/5). 
 En la “Top Gun” original la productora con 1,8 millones de dólares logró que la Armada le brindara “el uso de la Estación Aérea Naval de Miramar, así como cuatro portaaviones y alrededor de dos docenas de F-14 Tomcats, F-5 Tigers y A-4 Skyhawks, algunos piloteados por pilotos reales de Top Gun. Es poco probable que la película se hubiera realizado sin el considerable apoyo del Pentágono. Un solo F-14 Tomcat costó alrededor de $38 millones de dólares. Y el presupuesto total de “Top Gun” fue de $15 millones de dólares” (Time, 24/11/86). 
 “Sin esos accesorios de miles de millones de dólares, los productores habrían gastado una cantidad excesiva de tiempo y dinero buscando sustitutos y es posible que no hubieran podido hacer la película en absoluto (ídem). 
 Ese escenario de poderío militar era adecuado para la superioridad mostrada en el aire por los pilotos de la versión original de “Top Gun” que derribaron varios cazas “enemigos”; en la nueva versión el derribado es “Maverick”.

 La nueva “Top Gun” Maverick 

Como ocurrió con la versión original, “Top Gun: Maverick” recibió apoyo del Departamento de Defensa en forma de equipo, incluidos aviones y portaaviones, personal y experiencia técnica. La película fue apoyada, al igual que la primera por la Oficina de Medios de Entretenimiento del Ministerio de Defensa (Defense.gov, sitio del Departamento de Defensa, 23/9/21). 
 El director Oliver Stone, crítico de la política exterior estadounidense y veterano de la Estrella de Bronce en Vietnam, dijo en una entrevista en la revista “Playboy” en 1988: “’Top Gun’, hombre, era esencialmente una película fascista. Vendió la idea de que la guerra es limpia, la guerra se puede ganar… ¡nadie en la película menciona que acaba de comenzar la Tercera Guerra Mundial!” 
 En un artículo de opinión del “Washington Post” 2011, el periodista David Sirota argumentó que “Top Gun” creó “la plantilla para un nuevo complejo de entretenimiento militar” y “desencadenó una avalancha de propaganda militar a favor de la guerra, desde ‘Armagedón’ hasta ‘Pearl Harbor’ y ‘La batalla de Los Angeles” (Washington Post, ídem). 
 Incluso Cruise le dijo a “Playboy” en 1990: “algunas personas sintieron que ‘Top Gun’ era una película de derecha para promover la Armada. Y a muchos niños les encantó. Pero quiero que los niños sepan que la guerra no es así”. Luego agregó, sin el beneficio de vislumbrar tres décadas en el futuro, “es por eso que no continué e hice ‘Top Gun II’ y ‘III’ y ‘IV’ y ‘V’. Eso hubiera sido irresponsable” (Indiewire.com, 3/5). 
 Pero finalmente Cruise realizó una nueva versión y su justificación fue meramente “tecnológica”: “…la tecnología evolucionó para que pudiéramos profundizar en la experiencia de un piloto de combate”, dijo quien protagoniza y produce la película. 

 El belicismo de “Top Gun” es el de un poderío en declinación

 “Creo que fue una sabia decisión”, dijo Loggins quien participó como compositor musical. “Los aviones no tienen marcas. Los uniformes no tienen marcas. Son solo los malos que están acumulando reservas nucleares, y tenemos que detenerlos. No es el ejército estadounidense el que está derrocando al gobierno en alguna parte” (Los Angeles Times, ídem)
 En el film, los enemigos no tienen identificación, pero técnicamente no son inferiores como en la versión original de “Top Gun”. Tienen “cazas de 5º generación”, dice Maverick en el film. 
 Hoy, en lugar de una Unión Soviética en declive, para Estados Unidos -como señaló la Estrategia de Defensa Nacional de 2018 del Pentágono- “el desafío central para la prosperidad y la seguridad de EE. UU. es el resurgimiento de la competencia estratégica a largo plazo por parte de (…) poderes revisionistas” (Financial Times, 27/5). 
 Al enfrentarse a tal desafío, EE. UU. se está convirtiendo en un tipo de “superpotencia más ansiosa, preocupada por su propia fuerza relativamente en declive. Tanto en su protagonista masculino envejecido como en su equipo anticuado, ‘Top Gun: Maverick’ da una sensación extrañamente precisa de esta vulnerabilidad estadounidense” (ídem). 

 Sergio Rivero 
2 de junio

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