Hay explosiones por todas partes: nubes tóxicas, misiles, sabotaje con explosivos y noticias que deberían hacer estallar y, globos (sí, más globos).
En un lugar llamado East Palestine, pero que no está por donde las explosiones son muy comunes, sino en Ohio, se descarriló un tren de carga que llevó a explosiones de químicos tóxicos y la evacuación de cientos de residentes, mientras la contaminación de agua, tierra y aire se sigue extendiendo. Fue un accidente anunciado. Los sindicatos y otros sectores han estado advirtiendo que este tipo de accidente estaba por suceder, mientras las ganancias de las siete empresas de ferrocarriles se incrementan al tiempo que reducen el personal encargado de los trenes (por casi un tercio) cada vez más largos (el que se descarriló en Ohio tenía 151 vagones). De hecho, más de mil trenes se descarrilan cada año, y la cifra se va incrementando junto con las ganancias, y las empresas cabildean para aflojar aún más las regulaciones de seguridad.
El famoso periodista de investigación Seymour Hersh reporta que fue Estados Unidos el que cometió el sabotaje contra el gasoducto Nord Stream construido para el transporte de gas natural de Rusia a Europa. En septiembre del año pasado los gasoductos fueron severamente dañados por una serie de explosiones submarinas en el mar Báltico, y Estados Unidos y países europeos acusaron a Rusia de dañar su propia obra para hacer sufrir a Europa en torno a la guerra en Ucrania (sin mencionar que eso beneficiaría las exportaciones y el transporte de gas desde Ucrania). Hersh afirma que el sabotaje lo realizó la Marina, que colocó explosivos durante ejercicios militares de la OTAN el año pasado, en colaboración con Noruega, en una operación autorizada por el presidente Joe Biden. Como siempre, la Casa Blanca desmintió a Hersh y lo acusó de inventar pura ficción, respuesta muy parecida a otros reportajes de Hersh –incluido el más famoso sobre la masacre en My Lai en Vietnam– a lo largo varias décadas que después tuvieron que ser aceptados como verdad por las autoridades (https://seymourhersh.substack.com/p/how-america-took-out-the-nord-stream).
Mientras, sigue la crisis de los globos –cómo han cambiado los tiempos, cuando antes se tenía crisis de misiles–. Bueno, pero los misiles de a 400 mil dólares cada uno fueron utilizados para derribar los peligrosos globos, uno de los cuales parece haber sido de juguete con un valor de 12 dólares. Como les gusta decir aquí: estos son tus impuestos trabajando.
Por si esto no fuera suficiente, Estados Unidos en lugar de promover la paz, continúa amenazando a su principal rival geopolítico: China; no solo acusándola de usar globos para espiar a Estados Unidos y otros países (¿cómo se atreven?), sino de advertirle a Pekín de no apoyar a Moscú, mientras acusó a Rusia de crímenes de lesa humanidad –la retórica de guerra en nombre de la paz, otra vez–. Aparentemente no hay espejos en los pasillos del poder en Washington.
A la vez, hubo otras cosas que debiera de haber provocado explosiones de ira. Por ejemplo, el dato ofrecido por el senador Bernie Sanders de que los 15 administradores de fondos de especulación (hedge funds) en Wall Street ganan más dinero en un año que todos los maestros/as de kínder en Estados Unidos combinados; más de 120 mil educadores. O una nota publicada en el Wall Street Journal con una recomendación: Para ahorrar dinero, tal vez deberías no desayunar. Quizás el país más rico del mundo debería adoptar la consigna de una de las campañas electorales de Lula, que fue, sencillamente, declarar como derecho tres alimentos al día para todos.
Los misiles de 400 mil dólares podrían ser efectivos contra globos, pero este país estaría mucho más seguro si se destinara un poco de ese presupuesto militar sin igual en el mundo de más de 800 mil millones de dólares, a sus escuelas y maestros, la seguridad y protección ambiental en sus sistemas de transporte, su infraestructura básica, reformas laborales y de migración y un sistema de salud para todos.
David Brooks | 21/02/2023
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