El presupuesto universitario 2023 es claramente insuficiente frente a las proyecciones inflacionarias reales que calculan los especialistas en el tema. El 60% que prometió Massa parece más relato que realidad. Los precios con los que arrancó el verano confirman esa sospecha y todavía no llegamos al caliente mes de marzo. El pronóstico del último relevamiento de expectativas de mercado (REM) calcula un 99,7% de inflación, mientras que distintas consultoras la cifran en un rango del 110 al 120%.
En este cuadro, la pluma de Sergio Massa, junto a la del saliente Jefe de Gabinete, Juan Manzur, autorizó una reasignación de fondos para un puñado de universidades. Esta medida es exclusivamente en defensa de los rectores y las camarillas universitarias. De ninguna manera soluciona los enormes problemas presupuestarios que atraviesa hoy el conjunto del sistema universitario público del país. Dicha reasignación fue sumamente discrecional, no están claros cuáles fueron los métodos de selección ni tampoco por qué se discrimina a decenas de casas de estudio de obtener este presupuesto “extra”. Esta situación sopló brasas en el CIN (consejo de rectores) y reavivó la pelea de camarillas por un pedacito (migajas) de la torta cada vez más pobre que hay para repartir.
La UBA de peronistas y radicales es la más beneficiada por Sergio Massa. De esta manera, el hombre de la embajada norteamericana le hizo un claro guiño a Yacobitti, en función de destrabar la ley del congreso que crea nuevas universidades. El radical, dueño de la franquicia Nuevo Espacio, está muy interesado en la creación de las universidades de Saladillo y de Río Tercero. Este punto es ilustrativo para ver con claridad cómo operan los negociados de la casta de rectores: detrás de un reclamo genuino de les estudiantes, como lo es que se creen nuevas universidades, se esconden todo tipo de negociados que benefician a rectores, intendentes, armadores políticos y empresarios. Garantizar esos negocios une a peronistas y radicales.
Otro de los rectorados beneficiados es el de la Unsam, a cargo de Carlos Greco. A la lista se suman la Universidad de Lomas de Zamora, comandada por el peronista Diego Molea, actual presidente de la magistratura; la Unpaz, bastión de Mario Ishii, uno de los pocos amigos de Alberto Fernández; y la de Hurlingham de Jaime Perczyk, actual ministro de Educación nacional. La lista se cierra con la Universidad de Córdoba, la de Moreno y la de Matanza. (Universidades Hoy, 22/2)
Los rectores de la Universidad de Rosario y la del Litoral (ambos radicales) han puesto el grito en el cielo. Otras universidades, como la de General Sarmiento, sin decirlo públicamente, también mastican bronca por quedar afuera de la reasignación. En los pasillos de la Ungs se comenta que la exclusión es por la mala relación entre Perczyk y Gabriela Diker. Diker es la figura más relevante de la política universitaria de la Ungs, dos veces rectora y una de las funcionarias del fallido gabinete educativo del renunciado Trotta al principio del gobierno del Frente de Todos.
Tenemos que intervenir estudiantes y docentes
Como se ve, el inicio del ciclo lectivo universitario estará claramente agitado. El ajuste fiscal que reclama el FMI tiene entre sus máximos puntos de ataque a la universidad pública. Los distintos rectorados, pese a su compromiso indisimulado con el ajuste, patalean en defensa de su propia supervivencia. Las trenzas de las camarillas universitarias con Massa son solo prebendas para garantizar el funcionamiento de los negociados de los rectorados amigos (por convicción o conveniencia) pero no tienen como beneficiarios a estudiantes, docentes y no docentes. La reasignación de presupuesto en favor de la UBA no beneficia en lo más mínimo a la comunidad educativa, solo favorece el control de la universidad por parte de la banda de Nuevo Espacio (dirigida y fundada por Yacobitti), a la UES peronista, a La Cámpora, y a Patria Grande, que se integró en el último tiempo a las gestiones de sociales, filo, exactas y agronomía.
El reclamo por un presupuesto universitario que verdaderamente revolucione la universidad solo puede ser conquistado mediante la acción directa de estudiantes y docentes. Organizar esa pelea es una tarea elemental para la etapa de ajuste que se abre en las universidades. La inmensa mayoría de centros y federaciones estudiantiles están en manos de las fuerzas políticas que ejecutan el ajuste, como el peronismo y la franja morada. Solo superando a estas burocracias podremos pelear sin ataduras por lo nuestro. Desde la Unión de Juventudes por el Socialismo (UJS) iremos a cada universidad y facultad a impulsar esta pelea, organizando reuniones y asambleas para promover este debate con el objetivo de desenvolver la organización independiente y combativa de les estudiantes para derrotar el ajuste del gobierno, el FMI y los rectores peronistas y radicales.
Santiago Sposito
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