La Universidad Católica de Paraná ha revocado este lunes el título honoris causa al sacerdote esloveno Marko Rupnik, de 68 años, quien está acusado de abusar sexualmente de una veintena de monjas durante la década de los ‘90. Este suceso ha reavivado un escándalo que hace unos años sacudió a la Iglesia, ya que Jorge Mario Bergoglio, el Papa, estaría involucrado de manera directa en el encubrimiento de Rupnik.
En 2020, la Congregación para la Doctrina de la Fe, organismo que se encarga de la orientación política de la Iglesia y aborda los casos de abuso, excomulgó a Rupnik por haber cometido el “delito canónico” de confesar a una monja a la que habría abusado sexualmente y obligarla a guardar silencio. Sin embargo, en menos de un mes, el Dicasterio levantó la sanción, permitiendo que Rupnik siguiera su vida normal, celebrando misas y ejerciendo como artista en distintos encargos. Todo parece indicar que Bergoglio habría dado la orden para que se tomara esta decisión.
Este encubrimiento de la curia salió a la luz luego de que algunos medios italianos dieran a conocer las denuncias de algunas mujeres que fueron abusadas por Rupnik. Solo cuatro víctimas pudieron animarse a dar sus testimonios. Una monja italiana, entrevistada por el diario italiano Domani, afirmó que La Compañía de Jesús (la orden jesuita, a la que pertenecen Rupnik y Bergoglio) estaba al tanto del caso desde 1994. La monja denunció que Rupnik le pidió que participara en un trío con otra religiosa para “estar más cerca de la Santísima Trinidad”. No se descarta que pueda haber más casos de abuso por parte del sacerdote.
En estos últimos años se han dado a conocer muchos viejos casos (y nuevos) de abuso sexual eclesiástico. Bergoglio no ha terminado con el carácter pederasta y mafioso de la Iglesia, ni tampoco pretende hacerlo. Este lunes se supo que el clero católico de Portugal abusó sexualmente de casi 5.000 menores de edad desde 1950. En 2018, un informe realizado por el Vaticano (sujeto a tergiversaciones) señaló que se recibían alrededor de 600 denuncias de abuso por año en la Iglesia.
El caso de Rupnik puso de manifiesto nuevamente la complicidad de la Iglesia y los Estados con los curas abusadores. La impunidad de estos curas es un resultado de los estrechos vínculos políticos que mantienen los gobiernos capitalistas con la Iglesia, la cual actúa como un aparato de contención en un cuadro de agudización de las contradicciones sociales y económicas y de ajustes contra las masas trabajadoras. La Iglesia es un sostén de la opresión y explotación de las clases dominantes sobre los oprimidos; y los abusos sexuales son una manifestación extrema de la opresión, la violencia y el sometimiento que reinan en la sociedad actual.
Reforcemos la lucha contra la impunidad de la Iglesia y contra el Estado.
Nazareno Kotzev
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