Gómez Centurión es un conocido hombre del aparato estatal. Formó parte de la rebelión carapintada que en los años ochenta le arrancó el Punto Final y la Obediencia Debida al gobierno del “demócrata” Raúl Alfonsín. También fue, bajo el gobierno de Mauricio Macri, director de la Aduana y vicepresidente del Banco Nación. Antes de ello, en el mismo periodo, fungió como ejecutivo de la Agencia Gubernamental de Control –encargada de habilitar y fiscalizar los locales de CABA–; fue responsable del incendio criminal del galpón Iron Mountain.
En 2021, Milei integró al Frente NOS, el cual era dirigido entonces por Gómez Centurión, a su lista para las elecciones legislativas de la Ciudad.
Al igual que Victoria Villarruel, Gómez Centurión es otro defensor de la dictadura militar que se instauró en Argentina en marzo de 1976. Rechazó en su momento que la represión del régimen de Videla formara parte de un plan genocida antiobrero; y negó que haya existido una política sistemática de desaparición de personas y robo de niños. Asimismo, sostiene la tesis de que, en lugar de eso, hubo una “guerra entre dos bandos”.
Los desaparecidos y asesinados por la dictadura militar fueron luchadores que pelearon en defensa de los intereses de la clase obrera. La dictadura no emprendió una “guerra” contra la “subversión”; liberó una guerra contra los trabajadores. No por nada canceló el derecho a huelga y suspendió los convenios colectivos de trabajo. Además, con los militares en el poder, el salario real retrocedió más de un 30%.
Por otro lado, las organizaciones guerrilleras fueron prácticamente destruidas por el gobierno peronista y sus gángsters de la Triple A. Por ejemplo, para mediados de 1976, gran parte de la dirección del PRT-ERP había sido eliminada; y la organización guerrillera contaba apenas con una fracción de militantes. La teoría de los dos demonios es reaccionaria porque con ella se busca ocultar el verdadero propósito del régimen dictatorial organizado por la burguesía argentina y el imperialismo: aniquilar físicamente a la vanguardia del proletariado argentino.
La probable incorporación de Gómez Centurión al equipo de Milei es otra expresión del carácter antiobrero y fascistizante de La Libertad Avanza. La supercartera de Defensa y Seguridad, que también sería controlada por Villarruel –quien mantuvo vínculos con el genocida Miguel Etchecolatz y también con Videla-, sería puesta al servicio de reprimir y regimentar a la clase trabajadora para hacer pasar un plan de ajuste reaccionario. Milei y Villarruel quieren incorporar a las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad interna, un planteo que es compartido tanto por el peronismo como por el macrismo.
También se ha dicho que otro posible encargado de la cartera de Defensa podría ser Jorge Vives, un coronel retirado exservicio de inteligencia. Vives pertenece a la organización prodictadura “Fundación Oíd Mortales”, la cual es conducida por Villarruel y fue creada por Gustavo Corbi, otrora integrante de la Side en la última dictadura militar.
Nazareno Suozzi
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