El origen nazi y fascista del grupo que amenaza a la militancia del Partido Obrero en un comunicado.ç
La defensa del Partido Obrero a la población palestina que está siendo víctima de una ofensiva genocida por parte del Estado de Israel ha suscitado el ataque de algunas organizaciones sionistas y ultraderechistas. Entre estas se destaca un “acalorado” comunicado de Betar Argentina, con amenazas y falsedades políticas y conceptuales, con el propósito de reivindicar la masacre contra el pueblo palestino y atacar a quienes denuncian los atropellos sionistas.
Se trata de un grupo juvenil perteneciente a una corriente internacional del movimiento sionista que se reivindica de ideología revisionista: un ala ultraderechista fundada por Vladímir Jabotinsky, inspirado por ideas del fascismo italiano y la legitimación del uso de la violencia armada para la constitución y defensa del Estado de Israel.
Con sus orígenes en el primer cuarto del siglo XX, particularmente en Polonia, Betar creció bajo el amparo del propio Estado polaco contra lo que agitaba como el avance de los “comunistas judíos”, llegando incluso a colaborar con el plan de Jabotinsky para emigrar sionistas a Palestina, facilitándoles armas y entrenamiento militar.
Tal es la identificación ideológica del grupo Betar con los métodos guerreristas e imperialistas de la ultraderecha que fue calificado por el primer presidente del Estado de Israel, Jaim Azriel Weizmann, como un movimiento fascista. Al margen de ello, partían de la coincidencia fundamental de fundar un Estado judío en Medio Oriente, lo cual solo podía hacerse desplazando a los habitantes de Palestina.
Luego de la imposiciones del Estado de Israel, Betar se vincularía políticamente con la ultraderecha del Herut y más tarde con el Likud, en sintonía con la ideología del sionismo revisionista que reivindica como meta un Estado judío que se extienda por el conformado por el viejo territorio del Mandato Británico de Palestina y Jordania, excluyendo por completo a la población árabe que habita esos territorios.
El fundador de esas formaciones políticas fue Menachem Begin, identificado como nazi hasta por Einstein, y quien en su paso como primer ministro israelí a finales de los ’70 anexó Jerusalén Este (donde habita la población árabe) y la proclamó provocadoramente la “capital única e indivisible” de Israel, e incluso fue el primer gran impulsor estatal de la colonización de judíos ultraortodoxos en los territorios ocupados Cisjordania.
Entre los miembros más destacados de la política sionista que reivindicaron la orientación de Jabotinsky se encuentra Benzion Netanyahu, padre del primer ministro Benjamín Netanyahu, quien también elogió al fundador del sionismo revisionista reivindicando el lema de Jabotinsky: “Es hora de mostrar al mundo un rifle judío con una bayoneta judía”.
Actualmente Betar recluta sus elementos dentro de la comunidad judía, actuando como un grupo de presión y ataque a quienes se oponen a su ideario de un Estado de Israel a toda costa, rechazando incluso la ayuda humanitaria a Gaza.
La misma liviandad con la que Betar Argentina aplica el calificativo de “antisemitas” contra los militantes del Partido Obrero, la utilizan para defender abiertamente a Javier Milei por de la acusaciones de “nazi” y “fascista”, por su defensa incondicional del Estado de Israel y su política belicista y criminal. Encubren así que de la mano de La Libertad Avanza varios admiradores del nazismo y antisemitas van a ocupar puestos políticos.
El ataque contra la militancia del Partido Obrero busca acallar las voces que se levantan en defensa del pueblo palestino, que en la Argentina empieza a ganar terreno y que se expande en el resto del mundo con movilizaciones multitudinarias contra el genocidio y las masacre del Estado de Israel.
Evaristo Barrios
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