El jefe de gobierno porteño electo, Jorge Macri, anunciará este jueves a Waldo Wolff como su próximo ministro de Seguridad porteño.
Wolff fue diputado por Cambiemos, formó parte del gabinete de Larreta y es un sionista acérrimo, un facho recalcitrante y un corrupto.
Wolff fue vicepresidente del ICJP (International Council Jewish Parliament), que lidera el Congreso Judío Mundial y es también miembro del Congreso Judío Internacional. Ha sido dirigente de la Sociedad Hebraica Argentina, vicepresidente y presidente de Faccma y vicepresidente de la Daia, la misma institución que hoy persigue a todo aquel que se solidarice con Palestina frente al genocidio que se encuentra perpetrando Israel sobre el territorio.
Por citar un ejemplo, en 2017 Wolff acusó de “nazi” a la periodista Nancy Pazos por las críticas que ella había realizado al entonces ministro de Economía, Nicolas Dujovne, exigiendo que “los políticos se congelen el sueldo” frente a la caída del poder adquisitivo y el hambre que las políticas de Cambiemos generaron en la población.
Es la utilización de una acusación muy grave, que banaliza la lucha del pueblo judío contra el nazismo, para atacar a cualquiera que se oponga a las políticas de ajuste del gobierno que Wolff integraba. Ahora el exdiputado arremete contra la izquierda tratándola de antisemita justamente por solidarizarse con el pueblo palestino y hasta pidió declarar al FIT-U como terrorista, promoviendo la ilegalización de la izquierda, valiéndose de la Ley Antiterrorista promulgada por el kirchnerismo. Ya está anticipando una política represiva contra la izquierda, que es quien apoya todas las causas populares en el país y en la Ciudad, como las luchas obreras, piqueteras y docentes, que fue quien apoyó la lucha de los residentes y concurrentes por salarios, etc. Contra todo esto estará dirigida la política represiva.
A su vez, Wolff, luego de la enorme derrota electoral de Juntos por el Cambio, sostuvo que el error de la coalición fue, entre otras cosas, no haber integrado a Milei entre sus filas: “ahora estamos viviendo las consecuencias de no haber dejado entrar a nuestro espacio a (el candidato presidencial por la Libertad Avanza) Javier Milei”. Esto desnuda que su orientación política no percibe grandes diferencias con las del “libertario”, lo cual incluye un gran reforzamiento represivo, sobre todo contra aquellos que se manifiesten contra sus medidas de ajuste.
En 2016, Wolff, a raíz del escándalo de los Panama Papers apareció en una lista de políticos con cuentas offshore en paraísos fiscales, es decir amasó fortunas, que luego sacó del país, gracias a las corruptelas en el erario público.
Esta designación es la continuidad de la política que llevó a Jorge “Fino” Palacios a Seguridad de la mano de Macri, un represor y sionista sugerido por los servicios de inteligencia yanquis, que posee vínculos con el Mossad (al igual que Wolff), que tuvo un papel fundamental en el encubrimiento del crimen de la AMIA y las escuchas ilegales, que estando de “franco” se sumó a la represión del 19 y 20 de diciembre de 2001 donde fueron asesinados decenas de manifestantes, y que fue procesado en diferentes oportunidades por su vínculo con el crimen organizado. Esto terminó en un escándalo y debió ser desplazado, como terminó también Dalessandro, que cayó por las escuchas ilegales y el escándalo de Lago Escondido. Es la muestra de que siempre el ministerio de Seguridad lo manejaron agentes de los servicios de inteligencia con estrechos lazos con el sionismo.
Estamos ante la víspera de lo que podría ser un recrudecimiento de la persecución y la represión que busca allanarle el camino al ajuste brutal que Macri y Milei prometen y avanzar aún más en un alineamiento con el estado criminal de Israel. Para enfrentar esta andanada defendamos las libertades democráticas en las calles y sigamos luchando por una Palestina libre.
Camila García
No hay comentarios.:
Publicar un comentario