domingo, abril 14, 2024

Crecen las luchas contra el gobierno del “ajuste más grande de la historia”


Panorama político de la semana. 

 Con su acostumbrado estilo grandilocuente, el presidente Javier Milei se jactó la semana pasada, durante la presentación de un libro del conductor de LN+, Eduardo Feinmann, de estar haciendo “el ajuste más grande de la historia de la humanidad, documentado por el staff del FMI”. Y, acto seguido, convocó a los empresarios presentes a invertir en la Argentina, cotizándola como “un excelente caso de negocios para entrar y ganar mucho dinero”. 
 Así plantea las cosas el “embajador internacional de la luz” (tal la distinción que le entregó esta semana un sector de la comunidad judío-norteamericana): una pulverización de sueldos y jubilaciones, y del presupuesto educativo y sanitario, para apuntalar los negocios de una minoría de grupos capitalistas y satisfacer las exigencias de los organismos financieros internacionales. Y, mientras en la Argentina los comedores populares están desabastecidos por determinación de su gobierno, y la pobreza ya envuelve al 60% de la población, incluyendo a millones de trabajadores, el presidente se prepara para subirse a uno de los F16 que se comprarán –por decenas de millones de dólares- a Dinamarca, siguiendo los dictados de la Casa Blanca. Al complejo militar imperialista, claro, no le llega la motosierra. 
 Pero también el presidente muestra un gran desapego por la realidad del país, como cuando dijo en una entrevista con Alejandro Fantino que hay síntomas de “deflación”, en referencia a unos anuncios de precios de una cuenta en la red social X que, encima, resultaron ser falsos. La inflación, que hace estragos en los bolsillos de los trabajadores, sigue siendo una calamidad (11% en marzo y casi 300% en el último año), no importa cómo quiera dibujarlo el líder de las “fuerzas del cielo”. 
 En su febril cruzada por el ajuste y las “reformas estructurales” que demanda la clase capitalista, el gobierno envió al parlamento una nueva versión –más acotada- de la Ley Omnibus que se había empantanado en el Congreso. Establece la restitución del impuesto a las Ganancias, un plan de privatización de empresas públicas y numerosas concesiones a los grupos empresarios. Como se sabe, está negociando su aprobación con los gobernadores y la oposición. Como parte de estas tratativas, la UCR presentaría un proyecto propio de reforma laboral, ya que la versión oficial, incluida en un capítulo del mega-DNU de Milei, se encuentra suspendida por decisión de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo. La propuesta del radicalismo incluiría una ampliación del período de prueba de 3 a 6 meses, la eliminación de multas por el trabajo no registrado y la institución de un fondo de cese laboral que reemplace las indemnizaciones, al estilo del que ya rige en la Uocra.
 Música para los oídos de la clase capitalista. Pero lo más notable de todo es que la CGT expresó su disposición a discutir esta reforma, en tanto no afecte sus privilegios como casta burocrática. Dirigentes de la central mantuvieron una reunión con el ministro del interior Guillermo Francos. Fue recién después que la central anunció un paro general para el 9 de mayo, aunque deja la puerta abierta para levantarlo. “Tenemos mucho tiempo para seguir conversando”, acaba de decir Francos. 
 Con respecto al destino de la Ley Omnibus, habrá que ver hasta dónde llegan los compromisos por arriba. Para el gobierno no es sencilla la tarea, porque las internas atraviesan incluso a su propia formación política, como lo revela la encarnizada disputa faccional que culminó en el apartamiento del líder del bloque de diputados de La Libertad Avanza, Oscar Zago, quien anunció la conformación de un espacio propio en la cámara, con otros dos legisladores.

 Las luchas 

Este miércoles 10, la Policía de la Ciudad -con el auxilio de las fuerzas federales de la ministra de seguridad Patricia Bullrich- reprimió violentamente una gran movilización unitaria de las organizaciones piqueteras que demandaba alimentos para los comedores populares, dejando además diez detenidos. El gobierno le quita el pan de la boca a los chicos, reprime y lo festeja, como hizo Milei en sus redes sociales.
 El ajuste brutal está desatando luchas importantes. La docencia paró a nivel nacional el 4. Los estatales lo hicieron el 5, aunque lo más notable de la jornada fue la movilización de cinco mil trabajadores del sector público a Plaza de Mayo. Aquí se libra una batalla clave, ya que la motosierra de Milei está ejecutando despidos masivos, incluyendo sectores extremadamente sensibles.
 Las universidades han entrado en ebullición ante el desfinanciamiento presupuestario y el retroceso salarial. Los docentes pararon y hubo clases públicas, asambleas y manifestaciones en distintos puntos del país, como en Córdoba, Mar del Plata, Bahía Blanca, La Plata, Trelew y San Juan. Uno de los hechos más emblemáticos fue el abrazo de 1.500 estudiantes, docentes, no docentes e investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, en defensa de la universidad pública, laica y gratuita. Para el 23 está convocada la Marcha Federal Educativa a Plaza de Mayo, que promete ser masiva. El reclamo salarial estuvo presente también en el paro de la UTA y la movilización y cese de tareas de la UOM de Villa Constitución. Y, en Pepsico de Mar del Plata, los obreros hicieron una asamblea y ocupación de planta contra los despidos.
 Como parte de la organización de la lucha contra el plan motosierra de Milei, el Partido Obrero desarrolló asambleas abiertas en barrios y lugares de estudio los sábados 6 y 13. Necesitamos un plan de lucha y la huelga general para derrotar las políticas de hambre, ajuste y represión de este gobierno. En esa dirección, se viene una asamblea nacional de trabajadores ocupados, desocupados, asambleas populares y demás sectores que están peleando. Buen domingo.

 Gustavo Montenegro

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