Carta abierta a Sir John Holmes, Subsecretario General de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios
Vd. tiene que ser consciente de la pesadilla que va extendiéndose y envolviendo la Franja de Gaza. Gaza está sencillamente muriendo en una lenta y penosa agonía a manos de los hijos y nietos del Holocausto. Estas palabras no son ninguna magnificación ni descripción exagerada de la situación en que se halla un pueblo largamente atormentado por una siniestra potencia ocupante empeñada en diezmarle y dispuesta a utilizar para ello los medios más infames e inhumanos, como impedir que les lleguen alimentos y productos necesarios para satisfacer las necesidades más básicas.
Podría seguir y no acabar nunca de describir y explicar la situación catastrófica de Gaza, donde todos y cada uno de los días hay niños y civiles sucumbiendo ante las enfermedades porque Israel y otros países vecinos no les permiten salir del bloqueado territorio para recibir atención médica adecuada.
No sé si su oficina recibe diariamente informes precisos sobre la Franja de Gaza. Pero en caso de que no sea así, una rápida ojeada a las noticias de esa tierra atormentada sería suficiente para que adquiera una idea exacta de lo que está pasando allí.
Es verdad que algunos productos alimenticios y algunas cosas más están llegando a Gaza. Sin embargo, lo que está entrando es completamente insuficiente e inadecuado para satisfacer las necesidades mínimas de 1,4 millón de seres humanos asediados, cuya inmensa mayoría están desempleados, totalmente empobrecidos y desesperados.
Además, los habitantes de Gaza, como el resto de la humanidad, necesitan algo más que pan y té. Necesitan vivir una vida digna. Este es el derecho que como seres humanos Dios les ha concedido. Este derecho no puede verse comprometido por el canibalismo político que descaradamente practica un mundo que declara ser civilizado e ilustrado, cuando en realidad sus acciones y conducta están a millones de años luz de la civilización y la ilustración.
No voy a culpar a Israel y a los EEUU y a sus aliados y amigos por esta inmensa tragedia. El Corán afirma “wala Yas’alu ‘an zunubihemol muyrimum”, que significa que “los criminales no se preocupan mucho por sus pecados”.
Este verso coránico, que estoy seguro tiene equivalentes bíblicos, se aplica obviamente con toda justicia y exactitud a los estados y ejércitos que intencionada y conscientemente matan de hambre a niños y gente inocente por razones políticas.
Sin embargo, como funcionario de Naciones Unidas, cuya responsabilidad incluye supervisar la situación en Gaza e impedir que una catástrofe similar a la nazi tenga lugar en cualquier parte del mundo, apelamos a Vd. en los términos más firmes para que tome inmediatamente medidas tangibles y eficaces para salvar a los indefensos habitantes de Gaza del desastre que se avecina, especialmente si el draconiano bloqueo actual sigue adelante.
No hay duda de que suponen un problema los lanzamientos de cohetes caseros Qassam que la guerrilla palestina lanza hacia los asentamientos israelíes en la zona. Pero es un problema creado por Israel, ya que el estado judío rechaza obstinadamente detener la matanza de palestinos inocentes o parar de destruir sus hogares o de arrasar sus campos de cultivo. Israel está decidido a continuar matando niños palestinos con independencia de que la guerrilla palestina observe o no el alto el fuego.
Esto explica suficientemente el inflexible rechazo de Israel ante las propuestas palestinas de alto el fuego hechas en diversas ocasiones por el Primer Ministro Haniya y otras autoridades de Gaza.
La razón de esta posición puede que no esté suficientemente clara para todos, especialmente en Occidente, donde los medios de comunicación pro-israelíes a menudo convierten lo blanco en negro y la gran mentira en una “realidad virtual” glorificada por millones.
Bien, sencillamente, Israel no se considera a sí mismo humanamente igual a los palestinos y a los no judíos en general. Este es realmente el quid de la cuestión y la madre de todos los pecados en Oriente Medio.
Hoy en día, el pueblo de Gaza depende casi completamente de la buena voluntad de la comunidad internacional para poder sobrevivir físicamente, y ni siquiera esto está ya garantizado dado el silencio indiferente y la insensibilidad brutal de esa denominada comunidad internacional ante su inacabable tragedia.
Desgraciada y lamentablemente, también las Naciones Unidas están observando la tragedia de Gaza con pasividad y sin un ápice de interés. Esta pasividad, totalmente falta de ética e incompatible con los ideales de la Carta de Naciones Unidas, sirve sólo para que Israel se envalentone y apriete más brutalmente la tenaza sobre la atormentada región exacerbando el sufrimiento de su gente.
Digo esto porque estoy convencido de que Israel, bajo cuya cruel ocupación llevamos pudriéndonos cuarenta años, se contendría de llevar a cabo más actos pornográficos de genocidio contra nuestro pueblo tan sólo con que la comunidad internacional dejara claro que esa conducta es inaceptable. De lo contrario, Israel continuará sometiendo a prueba la voluntad del mundo para ver si la conciencia mundial se duerme o mira hacia otro lado, y entonces cometer lo inconcebible.
Esto no es algo poco probable en absoluto. Un estado que tan sólo en el pasado año arrojó 2-3 millones de bombas de racimo sobre el Líbano, podría cometer un crimen monstruosamente similar contra los más vulnerables y completamente indefensos palestinos.
Esta semana, muchos miembros del parlamento israelí, la Knesset, protestaron vociferantes contra el fracaso de su ejército a la hora de conseguir “paralizar completamente a Gaza”, con algunos diputados preguntando a su gobierno: “¿Cómo es que aún hay vida en Gaza? ¿Cómo es que todavía hay electricidad en Gaza? ¡Tenemos que dejarles muy claro quiénes son los amos!”
Esto demuestra que si no fuera por la opinión pública internacional, Israel emularía al Tercer Reich. Después de todo, estamos hablando de un estado sin conciencia ni moralidad.
Por eso, Israel no cederá mientras la comunidad internacional siga ciega, sorda y muda y mire hacia otro lado cuando los gazanos y otros palestinos están siendo asesinados, están muriendo de hambre y están siendo tratados brutalmente.
Sir: No cuente con los Estados de la región. Esos regímenes fallidos prefieren la legitimidad que viene de complacer y aplacar a los Estados Unidos más que la que se deriva de hacer las cosas de forma justa.
Entonces, ¿qué va a hacer Vd. para poner fin a esta pesadilla? Como ser humano, le urjo de nuevo en nombre de los sin voz, e indefensos, habitantes de Gaza, de la gente normal, de los que no están politizados y únicamente les queda sobrevivir, a emprender una acción significativa que ponga fin a esta obscenidad: al criminal bloqueo de la Franja de Gaza.
Confío y rezo para que se ocupe de esta situación con la urgencia que requiere. Gaza está realmente enfrentando un grave peligro de colapso y desaparición y no debemos permitir nunca que esto suceda.
Gaza es ya una réplica del gueto de Varsovia. Por el amor de Dios, no podemos permitir que la criminalidad israelí, la aquiescencia estadounidense y la impotencia internacional la conviertan en otro Auschwitz.
21-11-2007
Jalid Amayreh
The People’s Voice
Fuente: http://www.thepeoplesvoice.org/cgi-bin/blogs/voices.php/2007/11/19/open_letter_to_sir_john_holmes_un_unders
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