jueves, noviembre 01, 2007

Guerrillero de Patria o Muerte



Por la abrupta y rocosa quebrada del Yuro avanzan compañías ranger de la cuarta y octava divisiones. Ante la inminencia del choque, el Che, con su gran sentido humano y alta responsabilidad como jefe, decide entablar el desigual combate con un reducido número de compañeros y así garantizar la salida de los enfermos, antes que el ejército pudiera cerrar el cerco.
Pablito (Francisco Huanca Flores) es designado por el Comandante Guevara para proteger y guiar a Eustaquio (Lucio Edilberto Galván), Chapaco (Jaime Arana Campero) y El Moro (Octavio de la Concepción y de la Pedraja), cuya situación de salud viene siendo crítica.
Ese ocho de octubre, como siempre hizo desde su incorporación al grupo guerrillero, Pablito actúa con la disciplina y el coraje comprometidos durante la conversación sostenida con el Che el 11 de septiembre y que este recogiera en su diario al comentar sobre el revolucionario boliviano: "Se mostró firme y decidido, de ‘Patria o Muerte’ y hasta donde se llegue".
El joven, de apenas 22 años, asume la custodia de sus compañeros y los guía por un terreno agreste con escasa vegetación plagada de espinas. Al verse descubiertos, los guerrilleros entablan un fiero combate. Por espacio de una hora cuatro hombres, tres de ellos en malas condiciones físicas, enfrentan a 145 soldados hasta que el parque se les acaba y caen ametrallados.
Hasta el final, como había prometido al hombre de talla universal, Pablito defendió la vida de sus compañeros y las ideas transformadoras que lo llevaron a unirse al grupo guerrillero de Ñacahuazú, cuando contaba solo 21 años.
A su llegada a la guerrilla, relata el hoy coronel Leonardo Tamayo (Urbano), la extrema juventud de Pablito hizo dudar a muchos sobre si podría enfrentar las duras pruebas que entrañaría la lucha. Sin embargo, sobresalió tanto que se le consideró como uno de los mejores compañeros del grupo de Moisés Guevara y un ejemplo entre los miembros de la Vanguardia.
Había nacido en el poblado de Laja, departamento de Oruro, Bolivia, el 17 de septiembre de 1945. Apenas concluyó el Servicio Militar comenzó a laborar en las minas de Corocoro, donde de inmediato se une a las fuerzas revolucionarias que allí existen y solicita su ingreso en el Partido Comunista de orientación marxista-leninista, encabezado por Moisés.
El campesino dispuesto, valiente y callado, que hace lo que se le ordena y lo hace bien, como señala el Guerrillero Heroico al evaluarlo como "muy bueno", a los tres meses de su incorporación, cumple con la confianza depositada en él, hasta el último instante de su vida.

Resumen de trabajo publicado en Granma el 15 de octubre de 1997 por la periodista Elsa Blaquier Ascano.

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