El sucio historial de la petrolera que conspira contra Venezuela
Exxon Mobil no sólo es “la compañía que más dinero aportó para la campaña electoral de George W. Bush y para las maniobras mediante las cuales fue colocado en la Presidencia en enero de 2001, sino además una empresa de gran influencia en la toma de decisiones en materia de política exterior de Estados Unidos”. “Las medidas de hostigamiento emprendidas por la empresa transnacional estadounidense Exxon Mobil contra Venezuela, no tienen ninguna efectividad en las operaciones o en las finanzas de la industria petrolera nacional”. “Pdvsa se ha venido preparando para enfrentar este tipo de situaciones desde hace dos años, tras iniciar el proceso de nacionalización de 33 campos y proyectos petroleros de los cuales ahora Venezuela es el accionista mayoritario”.
Veamos algunos ejemplos:
La Exxon Mobil fue la compañía de combustibles que más contribuyó donando fondos a la campañas electorales de George W. Bush.
Exxon Mobil ha financiado a los grupos de presión que favorecen la guerra y la agresión imperialista para subir el consumo de combustible y controlar el mercado internacional.
Se han señalado nexos comunes de la ExxonMobil y el paramilitarismo colombiano en el desplazamiento de los wayuu en La Guajira.
ExxonMobil intenta convencer a la opinión pública de que el calentamiento global no está ocurriendo, aunque ellos mismos son una de las causas principales. Para ello gasta millones de dólares, comprando a “expertos” que desmientan el hecho.
Hay páginas dedicadas exclusivamente a denunciar los excesos de Exxon en materia de derechos humanos y respeto al medio ambiente, como www.exxonsecrets.org, www.exxposeexxon.com y stopexxonmobil.org
La organización pro-derechos humanos International Labor Rights Fund denunció que Exxon ofreció a las fuerzas de seguridad indonesias material y equipamiento para que abrieran fosas comunes y construyeran centros de tortura e interrogación.
En Venezuela, la Standar Oil (antigua Exxon), y otras transnacionales del petróleo realizaron en el Lago de Maracaibo pruebas de perforaciones aguas adentro, lo que ocasionó grandes daños ecológicos.
La transnacional Exxon Mobil no sólo es la principal petrolera del mundo y la compañía que más dinero aportó para la campaña electoral de George W. Bush y para las maniobras mediante las cuales fue colocado en la Presidencia de Estados Unidos en enero de 2001, sino además una empresa de gran influencia en la toma de decisiones en materia de política exterior de Estados Unidos.
Así lo señala la internacionalista de República Dominicana Lillian Oviedo en una publicación digital del diario dominicano El Nacional, donde además señala que, al llevar ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a las Inversiones (Ciadi) el conflicto por el traspaso a Petróleos de Venezuela (Pdvsa), de una parte de los intereses que habían permanecido en sus manos durante varias décadas, “la Exxon y sus similares dejan claro que, tal como el gran capital no toleró durante el gobierno de Salvador Allende la nacionalización del cobre chileno, no tolera ahora la toma de decisiones similares con el petróleo de Venezuela”.
Dice el artículo de Oviedo: “El rostro de los conspiradores ligados a la ultraderecha gobernante en Estados Unidos es el que muestra la Exxon. Lo que exhibe el nuevo embajador en Bogotá es una máscara”.
Chávez reiteró recientemente su negativa a validar el calificativo de organización terrorista que Estados Unidos impuso para las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), y si esto no tuvo respuesta inmediata en las altas instancias del poder estadounidense se debe a que los halcones esperan el momento preciso, mientras aplican por otros medios la política de desestabilización. El sometimiento de la Exxon ante el Ciadi contra PDVSA es una importante colaboración en ese sentido.
Por su parte, Ben Stewart, de la organización ecologista Greenpeace, señaló, de acuerdo con publicación de la página digital slination.com, que 'la transnacional Exxon Mobil también fundó el American Enterprise Institute (AEI), el cual enviaba cartas a economistas y científicos ofreciendo 10 mil dólares, además de gastos de viaje y pagos adicionales, a quien escribiera artículos que enfatizaran los defectos del informe del Panel Internacional para el Cambio Climático.
'El AEI ha recibido más de 1,6 millones de dólares de la petrolera estadounidense y más de 21 personas de su plantilla han trabajado como asesores para la actual Casa Blanca. El ex presidente de Exxon Mobil es actualmente vicepresidente del patronato de ese centro de estudios', comenta Stewart.
También señala: 'El American Entreprise Institute es algo más que un 'think tank' (ya que funciona “como la Cosa Nostra intelectual de la administración Bush“.
“Son los vicarios de la Casa Blanca en los últimos estertores de la campaña negacionista del cambio climático. Han perdido la batalla científica, han perdido la batalla ética. Y lo único que les queda es una maleta llena de dinero“, señala Stewart.
Tras 15 años del desastre ambiental causado por el derrame petrolero del buque Exxon Valdez en Alaska, Greenpeace demanda que la petrolera informe sobre el estado de Prince William Sound, la zona de Alaska en la que se vertieron más de 40 mil toneladas de petróleo.
En 1991 Exxon Mobil se declaró 'culpable de infringir varias leyes medioambientales' y pagó más de mil millones de dólares en juicios. Desde entonces, la mayor compañía de petróleo en el mundo ha utilizado sus recursos económicos y poder para evitar cualquier futura responsabilidad en este caso.
Exxon y sus raíces
John D. Rockefeller creó el primer trust (compañía de fideicomiso) petrolero vertical: la Standard Oil. Mediante métodos poco ortodoxos arruinó a sus competidores estadounidenses y organizó la evasión fiscal de sus ingresos. Más tarde, aliándose a sus rivales BP y Shell, constituyó un cártel para dominar el mercado mundial.
Financió –la Standard Oil- como nadie la aventura militar nazi con la esperanza de apoderarse de los recursos de la URSS. Convertida en Exxon-Mobil, su compañía es actualmente la primera del mundo y subvenciona los think tanks neoliberales y las campañas electorales de los Bush.
ABN/ Aporrea/ inSurGente
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